La integración de la Escuela Andaluza de Salud Pública, entre dudas y recelos
Los trabajadores desconocen cómo se integrará la EASP en el Instituto Andaluz de la Salud. Defienden la fuerza de una marca internacional que no solo se dedica a la formación
La Escuela de Salud Pública es andaluza, pero tiene carácter internacional. Y tampoco es solo una academia para profesionales y pacientes, ya que ofrece servicios ... de consultoría y lidera investigaciones. La actividad en el centro va más allá de las pretensiones que guarda su nombre, y hace de la EASP una marca conocida no solo en España, sino en decenas de países de todo el mundo. No hay ninguna otra entidad autonómica en España que aglutine enseñanza, asesoramiento y labor científica. Estos son algunos de los escudos que han levantado los trabajadores durante el último año, en el que han visto peligrar la identidad de la empresa pública.
Para entender por qué han alzado la voz contra un posible cierre o disolución de la Escuela hay que mirar a 2019. Los trabajadores enmarcan los movimientos de la Junta de Andalucía en la intención del nuevo gobierno de adelgazar la denominada 'administración paralela', analizando las entidades públicas cuya actividad podía solaparse con otras, con el objetivo de ahorrar costes. En 2020 comenzaron las auditorías privadas a órganos como la Escuela Andaluza de Salud Pública;análisis que Vox, socio de investidura del Gobierno autonómico, exige que sean vinculantes.
Hace unas semanas se filtró entre la plantilla de la EASP el informe de la consultora Ernst&Young. En una última página «presuntamente manipulada», según denuncia el comité de empresa, la auditora recomienda «que se replantee la continuidad de la EASP como sociedad anónima y se proceda al cese de su actividad, extinción de la entidad y traspaso de recursos y actividades» a otras: la Fundación Progreso y Salud, el Instituto Andaluz de Administración Pública o la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental. Los trabajadores creen que está página está escrita «al dictado» por el Gobierno de la Junta para justificar el cierre de la Escuela. La oposición en el Parlamento de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de Granada han arropado a los empleados y exigido la permanencia de la entidad.
La intención del Gobierno autonómico es crear un Instituto Andaluz de la Salud, ente que agruparía a las marcas públicas dedicadas a la docencia e investigación sanitaria en Andalucía. En él convivirían la Secretaría General de I+D+i, la Fundación Progreso ysalud y la EASP. El consejero de Salud,Jesús Aguirre, garantizó la continuidad de los puestos de trabajo y la sede de la Escuela en Granada. Antes, la directora del centro, Blanca Fernández-Capel, había llamado a la tranquilidad en declaraciones a IDEAL: se mantendrá la sede, el nombre y la plantilla.
Para el comité de empresa, esta declaración tras la filtración de la auditoría –contra la que han presentado alegaciones– es insuficiente. Exigen «hechos contundentes más allá de las palabras y que se cumpla la declaración del Parlamento Andaluz que manifestó que la EASP debe continuar como hasta ahora». Creen que las palabras de Aguirre no disipan «el peligro inminente de extinción de la Escuela, puesto que la Consejería continúa con su proyecto tal y como lo configuró hace ya un año».
Van más allá: no acaba el peligro, sino que sus palabras lo evidencian aún más. Consideran que el consejero ha expresado qué quiere hacer, pero ocultando cómo alcanzar su objetivo. Hasta el momento, dicen, no ha cambiado «ni una coma» de la propuesta presentada por elPP en 2019 que recoge la «extinción y disolución por fusión y transformación» de la EASP. Es el punto de partida para la creación del Instituto Andaluz de Salud, «según ha comunicado la propia Consejería a los trabajadores».
Gestionado desde Sevilla
Hay otro detalle del que advierte la plantilla. Sospechan que la Junta quiere convertir la empresa pública en la pata formativa de un instituto de investigación«gestionado desde Sevilla, por supuesto, sin las funciones actuales, y sin garantizar el futuro de la plantilla ni sus condiciones laborales».
En definitiva, piden que no se fusione, transforme ni extinga, que continúe cumpliendo su triple función –formación, consultoría, investigación– y que mantenga su sede social en el campus universitario de Cartuja, «donde lleva cumpliendo con su compromiso social y económico durante los últimos 35 años».
La trayectoria de la EASP durante más de tres décadas justifica, señalan las fuentes de la plantilla consultadas por IDEAL, la permanencia de la institución reconocida mundialmente. Las cifras que ilustran esta página, extraídas del portal de transparencia de la Junta de Andalucía, facilitadas por el comité de empresa y consultadas en la memoria anual de 2019 permiten trazar una radiografía de las funciones y valor de la entidad.
Latinoamérica y España
Latinoamérica, explica el exdirector de la EASP Joan Carles March, es una de las regiones en las que los trabajadores han desplegado labores de formación y asesoría. La mayoría de las comunidades autónomas han recibido servicios de consultoría de la Escuela.
En lo relativo a formación, el centro ha sido pionera a la hora de dar clase no solo a los profesionales, sino a los enfermos, a través de la Escuela de Pacientes. Más de tres mil trabajadores sanitarios han recibido pautas sobre la administración de vacunas contra la covid en los últimos meses.
En cuanto a investigación, destaca el proyecto EPIC sobre nutrición y cáncer, un estudio con más de 500.000 europeos –10.000 granadinos– que se desarrolla en un periodo de entre 25 y 30 años. La EASP es sede, además, del Registro de Cáncer, cuyo objetivo es analizar la incidencia y tendencias temporales de la enfermedad. Integra también el Centro Andaluz de Documentación e Información de Medicamentos, el Observatorio de la Infancia de Andalucía o el de Salud y Medio Ambiente, entre otros.
March recuerda que perder la 'marca' Escuela Andaluza de Salud Pública puede suponer la pérdida de convenios con decenas de instituciones, acuerdos que habría que renovar. La EASP es centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud y tiene alianzas con más de 70 instituciones y universidades, entre ellas las de Granada,Sevilla, Jaén y Córdoba.
La Escuela Andaluza de Salud Pública tiene carácter internacional y una triple actividad que sus empleados consideran indisoluble. Reclaman explicaciones claras sobre su futuro. Por ahora, la Escuela tiene pronóstico reservado.
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