La esclerosis que les ayudó a encontrar el amor de su vida
Fran y Merche padecen la misma enfermedad. Juntos han encontrado una nueva vida y han formado una familia para compartirla
ÁLVARO LÓPEZ
Domingo, 28 de marzo 2021, 23:43
Francisco Pérez, Fran, como le conocen sus amigos, padece esclerosis múltiple y ha encontrado una nueva vida gracias a la Asociación Granadina de Esclerosis Múltiple ( ... AGDEM). Antes de conocer la asociación, Fran estaba solo en casa lidiando con su enfermedad. «Veía ejercicios en el ordenador y hablaba con gente que me aconsejaba, pero no es lo mismo que lleguen y te hagan lo que tú realmente necesitas».
De modo que está convencido de que AGDEM le ha dado una nueva oportunidad para disfrutar de lo que venga con la mayor de las ilusiones. También le ha regalado el amor de Merche y de las dos hijas que ella tiene, por lo que no puede estar más agradecido. Merche, que también padece esclerosis múltiple, es ahora la mujer de su vida. Juntos hacen de su batalla una historia de superación que contar.
Por todo ello, con apoyo integral en todos los aspectos, tanto físicos, psicológicos y de asesoramiento, Fran se deshace en elogios hacia todo el equipo y compañeros que están en AGDEM. Por eso, lanza un consejo a quienes descubran ahora que padecen esclerosis múltiple: «Hay que hacerse fuerte con la familias y con la gente que te quiere».
«Saltar de alegría»
La asociación también le ha proporcionado una vitalidad que él mismo no se imaginaba. «Cuando me dijeron que tenía esclerosis múltiple y no esclerosis lateral amiotrófica (ELA), me puse a saltar de alegría». Este maracenero de 48 años lleva casi una década enfrentándose a la realidad de su enfermedad.
Cuando un médico le confirmó el diagnóstico y alejó los fantasmas de la ELA, sintió que tenía nuevas esperanzas para seguir adelante. «La ELA te mata y tenía miedo de tenerla». Hasta ese momento, su vida estaba entre Madrid, donde trabajaba como comercial, y Granada, donde pasaba sus fines de semana.
Un día, su pierna derecha empezó a fallarle. «Se me quedaba rígida y recuerdo que una vez iba andando, me sentí muy fatigado y tuve que pararme porque el cuerpo me pesaba muchísimo». Con aquellos primeros avisos, Fran pasó por la consulta de diferentes doctores que no acertaron a darle el diagnóstico final. De hecho, los síntomas comenzaron a manifestarse en la vista cuando empezó a perder la visión de uno de sus ojos.
En 2013 le diagnosticaron. Fran supo que algo tenía que empezar a cambiar. «Mantuve mi ritmo de vida, hasta que mi cuerpo dijo basta». Como no puede andar con facilidad, utiliza una silla de ruedas eléctrica que no se pliega, por lo que necesita ir en un medio de transporte que le permita ir con ella. En parte, por ese capricho de la vida, supo que se uniría a la AGDEM.
Como vive en Maracena y AGDEM está en Armilla, el día que se estrenó el metro de Granada, Fran lo tuvo claro: «Me uní a la asociación». La conoció gracias a su hermano, que también sufre esclerosis múltiple y forma parte de esta gran familia.
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