Ensayan maniobras de pilotos y controladores aéreos para un viaje virtual entre la Costa del Sol y Granada

Y es que estas instalaciones serán de las primeras de España en contar con estos servicios, puesto que sus profesionales están liderando el desarrollo de la nueva movilidad aérea en España. El centro de I+D de Enaire en Madrid ya ha comenzado la fase de pruebas en simulador de operaciones con vehículos e-Vtol, que es acrónimo de aeronave eléctrica de despegue y aterrizaje vertical. Y SUR estuvo allí para contarlo.

En estas pruebas participan los máximos responsables de la torre de control de Málaga, junto a técnicos de Aena, pilotos e ingenieros aeronáuticos, dentro de un grupo de trabajo internacional. Los ensayos se enmarcan en el proyecto Opera, de I+D+i, de cielo único europeo, en el que también participan empresas aeronáuticas de referencia, como Indra; junto con los aeropuertos y las torres de Málaga y Granada.

«Lo que buscamos es la integración entre la aviación comercial de medio y largo radio, y la nueva movilidad urbana o regional, que te pueda llevar a un pueblo, al centro de una ciudad, a tu resort, a tu villa o a tu finca», explica Raúl Delgado, coordinador de Torres de la región Sur de Enaire, que es uno de los profesionales que lidera este proceso. «Estamos investigando cómo se aplicaría esto al caso de Málaga, con un corredor U-Space, de espacio aéreo para vuelos dron», comenta César Nava, especialista en este tipo de aeronaves del equipo de Innovación de Aena. «Lo que estudiamos es que ese corredor pueda estar ocupado continuamente con tráfico operativo, dentro del espacio U-Space, segregado del espacio aéreo controlado», añade Delgado.

El primer ensayo con los simuladores de vuelo y de torre ha establecido la ruta para una futura conexión entre los aeropuertos de Málaga y Granada. Y ya ha permitido despejar una de las primeras incógnitas sobre el futuro de la aeromovilidad de corto y medio rango: la ubicación prevista para el vertipuerto (similar a un helipuerto, pero equipado para aerotaxis). Este se ha ubicado inicialmente –por acuerdo de Enaire y Aena– cerca de la cabecera de la pista 13 (la antigua) y de la Hiperronda (A-7), donde esta el 'parking' de larga estancia, en el entorno de la barriada Zapata (Alhaurín de la Torre) y la terminal de carga. «Esta podría ser una de las posibles ubicaciones reales», apunta el jefe de los controladores.

La ruta que se ha trazado (de momento, de manera virtual) hacia Granada discurre hacia Playamar, en Torremolinos, y de ahí al mar, para separarse de las maniobras instrumentales de aterrizajes y despegues. Cuando ya ha recorrido unos ocho kilómetros de línea de costa, se va en dirección a la fábrica de cemento de La Araña y La Cala del Moral, por donde entra en tierra. Posteriormente, ya busca la capital nazarí por la zona de Loja, para evitar las montañas más altas. El viaje tendrá una duración de 35 a 40 minutos.

En estos primeros ensayos, en el aeropuerto y su entorno se está volando a 500 pies (150 metros) sobre el mar, «que es muy bajito», para que pase por debajo de las maniobras de llegada y salida. «Estaría llegando un avión de pasajeros al aeropuerto desde el mar, y en cierto punto veremos pasar por debajo los aerotaxis, parece de película...», destaca David González, jefe de la torre de control de la capital malagueña.

Estas nuevas aeronaves eléctricas pueden subir hasta 15.000 pies (4.500 metros), pero la idea es que vuelen en capas más bajas y eviten las montañas. En la ruta a Granada, sobre el nivel del suelo siempre van a viajar a entre 1.000 y 2.000 pies (600 metros); aunque sobre el nivel del mar llegarán a subir hasta 7.000. Además, al ser vehículos eléctricos, tienen mucho en cuenta el consumo, la altura donde el viaje es más eficiente. «Para eso también tenemos a personal que ha estado desarrollando las máquinas, para que aporten esa visión».

Puesto que es un proyecto de I+D+i, los especialistas trabajan con un baremo de madurez de la tecnología que es el mismo que utiliza la NASA. Lo llaman Technology Readiness Level, esto es, el nivel de madurez para la puesta en servicio. «Es una escala que va hasta el 9, que es el nivel máximo, y nosotros con este proyecto queremos llevarlo a nivel 7, que es justo el anterior al de las pruebas reales, y el 9 será la puesta en servicio. Lo vamos a llevar a un nivel de madurez alto».

De manera que en esta fase se están haciendo simulaciones de vuelo previos a volar realmente; aunque este paso decisivo ya también está muy cerca: el primer vuelo real está previsto que se hará en el mes de enero de 2026, aunque este se tendrá que hacer de momento con un helicóptero convencional, y no con un eVtol, como estaba inicialmente previsto.

Y es que, como en todas las carreras por desarrollar tecnologías pioneras, ha habido contratiempos. En la iniciativa estaba implicada la compañía Lilium, que estaba certificando su aeronave e iba en muy buen camino, por lo que en enero estaba previsto volar con su aeronave. Sin embargo, esta empresa ha quebrado, aunque el proyecto ha rescatado a algunos de sus profesionales. Es el caso del ingeniero alemán Marvin, que formaba parte del consorcio y ahora participa como consultor autónomo. Lo mismo ha ocurrido con el piloto probador que participa en estos primeros ensayos, que es estadounidense.

En consecuencia, la primera prueba en vuelo se efectuará todavía con un helicóptero, aunque ya volará por los corredores que ahora se están diseñando, con maniobras visuales e instrumentales, con hasta cinco escenarios que se van a probar. Para César Nava: «En la escala de madurez, con esto vamos al nivel de despliegue o casi de puesta en operación. Volar con una aeronave real y en un entorno real, fuera de lo virtual, nos permitirá aprender varias lecciones».

De manera que, una vez superada esta última fase, ya se quedará todo listo para que una iniciativa privada decida ponerlo en práctica en Málaga, algo para lo que no faltan 'novios'. «Por nuestra parte estaría prácticamente preparado para empezar a a hacer pruebas reales». Aunque inicialmente se está diseñando una primera ruta al aeropuerto de Granada, los aerotaxis podrán ir a cualquier vertipuerto que se establezca en el centro de la ciudad, ya que las aeronaves están preparadas para un aterrizaje y despegue en vertical, y con menos turbulencia que los helicópteros.

De hecho, empieza a haber movimientos para la ubicación de vertipuertos en el entorno urbano de las ciudades. En el caso de Málaga, aunque todavía está verde, ya se estudia una plataforma de este tipo en el muelle de San Andrés del puerto, que sería la mejor opción para acceder al Casco Histórico. Una de las claves es que necesitan puntos de carga con una potencia alta, y la Autoridad Portuaria ultima el proyecto de una nueva subestación eléctrica justamente en ese entorno.

Como conclusión, Málaga, su aeropuerto y sus controladores, de la mano de Enaire, Aena y las empresas implicadas, están siendo pioneros, dentro del Espacio Aéreo Europeo, en los procedimientos de vuelo que permitirán ver aerotaxis a bordo de drones para pasajeros volando por las ciudades en un horizonte cada vez más cercano. «Somos de los países que vamos más avanzados».