«Me he encontrado diez proyectos diferentes del cierre del anillo. Esta ciudad podría tener una ronda, una superronda y una tercera ronda»
Marifrán Carazo, consejera de Fomento: «Hay 11 millones de euros para obras complementarias del metro que podrían estar invertidos y hemos dejado pasar unos años sin mucho interés ni por parte de la Junta ni del Ayuntamiento»
La consejera de Fomento conoce perfectamente cada bache y cada badén de la A-92. Marifrán Carazo la recorre varias veces a las semana para ... regresar a su casa, en Granada, donde también tendrá despacho propio en la sede de la Junta. El día que se hace esta entrevista -el 8M- le acaban de 'hackear' su cuenta de Twitter. Cuando la recupere escribirá: «Hoy y todos los días del año, comprometidos con los derechos de todas las mujeres y la igualdad de oportunidades». Dice que la educación juega un papel fundamental. Marifrán Carazo iba para consejera del ramo pero terminó en Fomento, una de las consejerías más potentes e inversoras. Aunque, de momento, se haya encontrado en las cuentas más socavones que en la A-92.
-Consejera de Fomento, podríamos decir, que por sorpresa. ¿Se alegra de que Cs se quedara la Consejería de Educación?
-He trabajado en los últimos años en Educación y sigo pendiente y atenta. Asumí esta consejería, que es claramente inversora. Pienso en las infraestructuras que son necesarias, algunas comprometidas e ignoradas y otras que podemos incorporar con el objetivo de vertebrar Andalucía.
-No deja de ser paradójico que lo primero que se encuentre la consejera de Fomento sea -según dice- un «socavón». ¿Cómo de profundo es ese agujero económico?
-La situación de las cuentas de la Junta no es fácil. Tenemos un presupuesto prorrogado y eso dificulta enormemente el día a día. El anterior gobierno socialista no tuvo la valentía ni el empuje suficiente para aprobar un presupuesto, a sabiendas de que iba a convocar elecciones. Lo primero es hacer un diagnóstico. Hay 239 expedientes que desde 2009 han estado parados, de los que tres afectan a la provincia de Granada. Al margen, también hay deuda firmada por los funcionarios. El consejero socialista lo negó pero de agujero hemos pasado a socavón, 1.028 millones de euros. Tenemos una consejería endeudada hasta 2041. De esos 1.028 millones, la mitad prácticamente corresponden a la Agencia de Obra Pública y la otra mitad a la de Vivienda; y hasta la Agencia de Puertos, que decían que era la saneada, tiene 15 millones.
-¿Qué papel han jugado las agencias? ¿Han sido un atajo? ¿Habla sólo de mala gestión o apunta algo más?
-Las tres agencias que menciono forman parte de la auditoría que encargó este gobierno. Estamos esperando el resultado. Desde luego, denota una mala gestión. No se pueden comprometer proyectos a costa de endeudar a la administración y pagarlos en tantos años. También ha habido falta de empuje. Nos hemos encontrado situaciones difíciles, como traspasos de expedientes o sentencias que no se han pagado. La última sorpresa es la sentencia de la línea 1 del metro de Sevilla, que diez años después obliga a los andaluces a pagar 162 millones de euros. Como esa, vamos a tener que hacer frente a una cascada de sentencias por contratos incumplidos.
Granada, 2027
-¿Qué protagonismo tendrá Granada en el nuevo plan de infraestructuras 2021-2027?
-Granada ha sido una provincia olvidada por el PSOE en infraestructuras. Desde que se inicia el metro hasta que se pone en servicio pasa más de una década. Esa es la media del PSOE. La obligación de un gobierno es vertebrar Andalucía social y económicamente. Existe un sentimiento en Andalucía oriental de que se ha padecido esa falta de inversión. Granada tendrá un papel fundamental en este gobierno del cambio; ya es un gesto que el PP proponga para una consejería como esta a una granadina.
-¿Y en ese plan volverán a aparecer proyectos recurrentes, como el tren de la Costa?
-Hay proyectos que han sido abandonados desde el primer minuto y están guardados en los cajones. El PSOE tuvo en sus manos el cierre del anillo y lo inició hace una década. Existen más de diez proyectos diferentes. Alguno de ellos, en las vacas gordas, podría haberse hecho. Esta ciudad podría tener una ronda, una superronda, una tercera ronda... como otras capitales. Hay que actualizar y revisar esos proyectos, porque se han quedado obsoletos. El problema de la movilidad en Granada debe ser atajado por todas las vías disponibles. Ya tenemos a un equipo técnico pensando en diferentes alternativas.
-El candidato del PP a la alcaldía de la capital, Sebastián Pérez, da por hecho el cierre del anillo...
-Lo lleva el PP en su programa electoral, es una deuda del PSOE con Granada que habría aliviado muchos problemas de tráfico. El PSOE no planificó y una vez que se puso en servicio el hospital del PTS, el Nevada y crece el Área Metropolitana... hemos visto que las infraestructuras no son suficientes. Ese proyecto se está desempolvando y el PP y este Gobierno quieren retomarlo, actualizarlo y, en paralelo, estudiar otro tipo de propuestas y medidas para mejorar la movilidad en el Área Metropolitana.
-Otra propuesta del candidato del PP es el teleférico, también lo llevaba su partido en el programa. ¿Es factible y viable ahora mismo?
-Es viable y factible siempre que un grupo inversor, un proyecto privado, desee invertir. Hubo una oportunidad y el PSOE la dejó pasar. Sería un sistema fundamental para conectar nuestra ciudad y convertir a la Sierra en la mejor estación del sur de Europa. Habríamos aliviado muchos de los problemas de Sierra Nevada tan solo con que el gobierno andaluz no hubiera puesto dificultades y trabas cuando había un grupo inversor. Y por sentencia resultó que el proyecto hoy sería viable pese a las zancadillas del PSOE. La administración no puede poner zancadillas a proyectos que generan empleo y oportunidades.
-¿Sólo se contempla si hay inversión privada?
-Debe ser así. Este nuevo gobierno lo ha dicho claro. Hay que rescatar la inversión público y privada. Se hace en otras comunidades. La iniciativa privada puede venir a ayudar.
El futuro del metro
-El presidente provincial del PP auguró en su momento que el metro cerraría pero ha sido bien acogido por los granadinos. ¿Es sostenible? ¿Cómo se ha encontrado la gestión?
-En Granada fue otro caso de obra faraónica que contó con muchos inconvenientes: problemas de financiación, paralizó una ciudad, dañó al pequeño comercio... y eso parece que se ha olvidado y no ha habido ningún responsable. Existe un presupuesto de obras complementarias para compensar a los granadinos por los diez años que estuvo abierta la ciudad. Quiero comprometerme con poner celeridad. Contamos con casi 11 millones de euros que podrían estar invertidos y hemos dejado pasar unos años sin mucho interés ni por parte de la Junta ni del Ayuntamiento. Me refiero al parking de Arabial y al eje Arabial-Palencia, una obra para la que está el Ayuntamiento todavía preparando el proyecto y que tiene una inversión de casi 5 millones. No podemos tener proyectos parados por dejadez.
-¿Por qué no se ha invertido?
-Ha sido por falta de voluntad por parte de la Junta, de la que depende la dirección de la agencia, y del Ayuntamiento. Es una obra para una zona que hizo mucho daño y no entiendo por qué no se ha puesto en marcha. No solo nos hemos encontrado mala gestión sino falta de empuje. Hay que estar encima de los proyectos y no devolver un euro. ¿Cómo voy a pedir más dinero para infraestructuras si en esta Consejería no se ejecutaba el presupuesto? El 2018 no se ejecutó el 25%. Se devolvían fondos europeos. Los fondos Feder finalizan en 2020 y, en estos momentos, la ejecución es del 21%. Puedo dar un dato que me preocupa más, la obra certificada es un 10% a un año de finalizar. He dado todas las instrucciones para optimizar esos fondos al máximo.
-¿Qué se pretende con la nueva Ley de Suelo?
-El Gobierno anterior propuso una nueva ley de suelo. Hay que pasar de una planificación del siglo XX a la necesaria en el XXI. Reducir, simplificar, facilitar... es absolutamente necesario reducir los trámites. La maraña administrativa ha dificultado mucho la inversión en Andalucía. Hay 300 planes generales atascados en los cajones, con una tramitación de media de ocho años. Cuando se aprueba un plan ya nace obsoleto, la administración no puede ir por detrás de las necesidades de los municipios. Es absolutamente necesario contar con una nueva Ley de Suelo, pero su filosofía va a ser modernizar esa maraña urbanística.
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