El día que a nadie deja indiferente
La Virgen de las Angustias vuelve a procesionar por las calles de Granada, entre rezos, emociones y plegarias.
Encarna Ximénez de Cisneros
Lunes, 29 de septiembre 2025, 00:00
Son ya, afortunadamente, muchos años contándoles el día grande de nuestra Patrona, cuando sale a las calles en procesión desbordando los sentimientos de quienes, por ... encima de todo, quieren acercarse a ella, rezarle, agradecerle, pedirle y, claro, acompañarla.
Se superan todas las dificultades: la fe es buena medicina. Yo misma, este año, la he vivido por fuera y por dentro, en este caso ocupando un lugar en el cortejo –con muleta, pero feliz–, acompañando a la Archicofradía del Rosario Coronada, gracias al honor de ser mayordoma de la misma. Y cumpliendo con mi labor de contarles esas otras cosillas que ocurren alrededor de la cita tan especial. Dentro de la Basílica, nervios contenidos y mucho trabajo detrás. Saludé al prefecto de ceremonias, Manuel Alejandro Amador, que me contó días antes preciosas anécdotas de nuestra Patrona, como el grabado que posee en el que se puede leer –ya en el siglo XVII– que se la veneraba como «generala defensora de Andalucía». Ahí es nada. Una gran devoción que viven muchas personas, algunas, caras conocidas con pequeñas historias. La de Noemí Barbero, que no estaba en el cortejo porque espera su segundo hijo en tres meses, tan feliz. Como lo estaba Pepe Quiles viendo la primera salida de su nieto David. Y con Curro Carrasco me fundí en un abrazo a tres, porque su padre, mi amigo Paco, también estaba en nuestros corazones.
Historias vividas en las calles, como la de Manuel y Carmen Fernández, en primera fila de una de las vallas situadas en la propia Carrera de la Virgen; y muchas más caras habituales, alguna llegada desde localidades cercanas, caso de Nieves Ubago. Saludé a las autoridades, entre ellas, a la consejera de Fomento, Rocío Díaz; al presidente de la Diputación, Francis Rodríguez; y al nuevo coronel jefe de la Base Aérea, Joaquín Aguirre, que se estrenaba tras su reciente toma de posesión.
Y estaba el teniente general jefe del Madoc, José Manuel de la Esperanza, que –como les contamos en el especial que ha publicado IDEAL, magnífico, por cierto el trabajo del equipo– presidía la procesión ostentando la representación de S. M. el Rey, y acompañado del hermano mayor de la hermandad, Antonio González, y la alcaldesa, Marifrán Carazo.
Se cumplieron todas las tradiciones, todos los ritos y, sobre todo, Granada demostró que nuestra Patrona, nuestra Virgen de las Angustias, no deja indiferente a nadie. Ni en el día de su salida, ni en el resto del año.
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