Cereza de Oro 2025 al duque de San Pedro de Galatino

A él, a pesar del tiempo transcurrido, se le quiso otorgar la Cereza de Oro 2025, que recogía su sobrina nieta y heredera del título, Teresa de Medinilla y Bernales, tan ligada a Granada que ya la consideramos una más entre nosotros, y que agradeció la distinción reivindicando la puesta en marcha de nuevo de este medio de transporte, que, entre otras cosas, fue «una obra de conexión cultural, económica y humana», toda una obra de ingeniería avanzada que cumple ahora cien años.

La entrega tuvo lugar en el Palacio de los Condes de Gabia, en el marco de las XV Jornadas Gastronómicas de la Cereza Guejareña, a la que asistió la Corporación Municipal y en la que actuó como maestra de ceremonias la portavoz del Gobierno y concejal de Turismo, Elisabeth García Calvente, además de la delegada de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Lidia Reyes.

Un bonito acto en el que participaron vecinos de la localidad, entre ellos María Jiménez, presidenta de la Asociación de Mayores de Güéjar Sierra, que disfrutaron también del homenaje a «una empresa –la más antigua del municipio– que no sólo ha resistido el paso del tiempo, sino que ha sabido convertir su historia en un legado vivo para todo el pueblo».

Les hablo de la carnicería Conchi Medina, fundada en 1940, en la que, además de este nombre, destacan los de Antonio, Encarni, José Manuel o Toni, toda la familia Sánchez Medina, como destacaba el alcalde en el reconocimiento realizado por la Asociación de Empresarios Vereda de la Estrella, que preside Encarni Pérez, a la que pude saludar.

Dos detalles, uno, la portada de IDEAL –en blanco y negro– que hablaba de esa historia y la suerte que tuvimos porque, al concluir la entrega, disfrutamos de las chacinas y quesos de la empresa homenajeada. Una degustación –riquísima– que dejaba claro, como dijo también José Antonio Robles, la importancia de «los productos hechos con cariño», gracias a las recetas tradicionales del padre de Conchi.

No faltaron el secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, Juan Manuel López, y su antecesor, Antonio García, gran amigo de la duquesa, que acudió con su hija Almudena, con la que pude recordar a su padre, el teniente general Juan García, marqués de Benalúa, que nos dejó hace dos años y al que también le gustaba, y mucho, venir por tierras granadinas.

Antes del acto de entrega de las distinciones, hubo una ofrenda muy especial: un ramo de flores que se depositó en la Catedral, donde reposan los restos del duque de San Pedro. Un acto en el que participó el deán Eduardo García. Una bonita mañana en la que, entre cerezas y chacinas, se rindió homenaje a personas de ayer y de siempre que, con su esfuerzo, han dejado un gran legado que debemos recordar y, en su caso, cuidar.