Granadinos y turistas, encantados: «Soy un enamorado de la Alhambra»

Gabriel Roig de la Parra estaba este miércoles a las ocho y media de la mañana dispuesto a entrar en la Alhambra, junto a Vanesa ... Hernández, una guía con la que suele desgranar la ciudad en busca de conocimientos autóctonos. Cuenta este vecino de El Realejo que, antiguamente, la Guía Michelín estaba equivocada y mandaba a los turistas al monumento alhambreño por el camino equivocado. Él se colocaba en la calle Molinos y los redirigía hacia la joya granadina por excelencia, que ahora él disfruta, casi en soledad, después de haberse enfrentando a una pandemia. «A mí no me da miedo... cumpliendo las medidas de seguridad...». En el patio de Los Leones, ya dentro de la visita, Vanesa le explicaba cómo ese calado de la yesería hacía de aire acondicionado y cuando fuera hay 40 grados, hay 23 en esos salones.

Noticia Relacionada

Más de mil entradas en la reapertura de la Alhambra tras tres meses

Gabriel ha sido uno de los primeros turistas en reinaugurar los palacios nazaríes tras el coronavirus. «Soy un enamorado de la Alhambra. He venido muchas veces, pero sé que esta es especial», ha indicado mientras que hacía una cola de una sola persona, antes de entrar.

Estos dos eran unos de los curiosos visitantes que han reabierto la Alhambra. Todos guardaban una historia curiosa y a todos era posible ponerles nombre y escuchar en el silencio sus exclamaciones típicas de un descubrimiento que sobrecoge. Algunos estaban embargados por la belleza y más silenciosos y otros eran un cúmulo de exclamaciones y de disparos con la cámara de fotos.