Las trabajadoras de un súper de Granada impiden por tercera vez que las atraquen
El asaltante huyó despavorido después de que una de las empleadas del establecimiento lo rociara con gas pimienta
«Para mí que tuvo que acabar en urgencias», aventura Felicidad el destino que pudo correr el atracador que, armado con una pistola (no se ... sabe si simulada o real), asaltó este pasado domingo el supermercado que regenta en el Camino Bajo de Huétor de la capital. Seguramente, su pronóstico no vaya desencaminado. La empleada que atendía la caja roció al asaltante con gas pimienta, que es uno artículo de defensa personal que está en boga en los últimos tiempos. El producto es cuestión causa una fuerte irritación y sensación de quemazón y picor en los ojos, la nariz, la boca, la garganta y la piel.
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El caso es que el delincuente huyó despavorido y sin botín. «El gas mostaza escuece un montón... El tío entró y empujó a unas clientas. Luego le dijo a mi compañera: 'Dame todo lo que hay en la caja o te mato'. '¿Pero qué te voy a dar?', respondió ella pensando que era una broma o algo así. Pero no, iba en serio. Fue entonces cuando sacó el spray y se lo echó en la cara. Salió corriendo... Después la chica estuvo llorando y le temblaba el cuerpo, pero se recuperó», recuerda Felicidad los pormenores del suceso, que ocurrió a las seis de la tarde en el Carrefour Exprés del Camino Bajo de Huétor. «La tienda estaba llena», precisa Felicidad a IDEAL.
Por fortuna, nadie –aparte del atracador– resultó herido.
Siendo llamativo este episodio, aún más lo es el hecho de que era la tercera vez que la plantilla del citado súper ahuyentaba a un ladrón armado. Ya en 2021, Felicidad y su hermana Isabel cobraron notoriedad por haber expulsado a golpes a un atracador que intentó desvalijarlas armado con un cuchillo.
Otro golpe
Se da la circunstancia de que aquel mismo tipo ya había intentado otro asalto un año antes , pero el resultado fue idéntico: cobró, pero no precisamente dinero. «Con la de este pasado domingo, ya hemos sufrido cuatro robos a mano armada. Ysolo se llevaron la recaudación cuando había un hombre en la caja. Las otras tres veces estábamos mujeres y no pudieron», indica Felicidad.
Al parecer, el delincuente repelido con el gas pimienta ya había dado otro golpe unos días antes en otro comercio de alimentación situado en la calle Bruselas de la capital granadina.
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