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Distintas concentraciones y movilizaciones han llevado a cabo colectivos y vecinos del barrio para pedir que se acabe con esta problemática. RAMÓN L. PÉREZ

«Los vecinos de Norte quieren vivir con dignidad, pero no les dejan»

El Defensor del Ciudadano y el párroco de La Paz comienzan un encierro de una semana para reclamar el fin de los cortes de luz en el distrito

Sarai Bausán García

Granada

Lunes, 30 de septiembre 2019

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Manuel Martín –Defensor del Ciudadano– y Mario Picazo –párroco de La Paz– pasean la vista por la que será su casa esta semana. Escudriñan cada rincón de este consagrado lugar en busca del mejor punto en el que extender su saco de dormir y preparar su particular acampada. Para pasar el trago, sus conocidos les han preparado bolsas de gominolas y frutos secos, «para endulzar la lucha». Su original hostal esta semana será la Iglesia de San Francisco, situada en Camino de Ronda. Y la finalidad de esta velada no es pasar un rato entretenido entre amigos, sino reclamar el fin de una «vergüenza» que lleva asolando el Distrito Norte casi una década: los cortes de luz que sufren de forma constante los vecinos. «Siempre se pone el punto de mira en la marihuana, y en ese asunto lo que tienen que hacer las administraciones es acabar con estos cultivos, pero también hay que dejar de castigar a estos vecinos que pagan su luz y que quieren vivir honradamente», indicó el cura.

Han llevado a cabo distintas concentraciones, peticiones, manifestaciones... Pero aseguran que nada ha cambiado: los vecinos de Norte se sienten «aislados, desamparados y sin respaldo de las administraciones». Por ello, han decidido cogerse una semana de vacaciones e invertirla en encerrarse desde este lunes hasta el próximo domingo 6 de octubre en la Iglesia de San Francisco como protesta. Si no consiguen ninguna solución por parte de Endesa o de las instituciones competentes, afirman que realizarán otro encierro indefinido que podría ser en la sede de Endesa, la Subdelegación del Gobierno o el Ayuntamiento, «para que no tengan más remedio que oírnos».

Cuando decidieron emprender esta medida, los participantes enviaron una carta comunicándole el encierro y pidiendo explicaciones y soluciones al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el director general de Endesa, el presidente de la Diputación y la subdelegada del Gobierno en Granada, entre otras personalidades «responsables» de esta situación en el Distrito Norte.

Sin luz, sin vida

«Norte, no te cortes: ilumínate». Esas palabras, pintadas en una enorme pancarta blanca, presiden desde este lunes la entrada de la Iglesia de San Francisco como muestra de su ánimo a la causa de Picazo y Martín. Un apoyo que pudieron recibir de primera mano de los cerca de medio centenar de vecinos y representantes sociales y políticos que se quisieron acercar al lugar para acompañarles en ese primer día. «Mucho ánimo» o «así se hace» son algunas de las frases que los vecinos gritaban al Defensor del Ciudadano y al párroco a su entrada a la iglesia. «Es una pena que tengamos que llegar a este punto, pero es un orgullo que se alcen por nosotros», comentaba otro.

Una de las personas que no quiso perderse el momento fue María Ruiz, vecina afectada por los cortes. Tal y como ella mismo contó, paga sus facturas religiosamente, pero eso no le asegura que tenga suministro todo el mes. «El no tener luz te para la vida. No puedes hacer nada porque en cualquier momento llega un apagón. Los niños no pueden comer caliente porque se quedan sin electricidad, los padres no podemos trabajar muchas veces porque no hay Internet y el barrio se vuelve más inseguro porque los cortes también apagan las luces de las farolas», explica la vecina.

Debido a estos cortes, los vecinos tienen que vivir «al día». Así lo señala María Ruiz, que indica que en estos hogares se debe comprar únicamente lo que se vaya a consumir en la jornada, porque no se puede guardar en el frigorífico por si se va la luz. «Y si sobra algo de comer, sabes que, por más pena que te dé, tienes que tirarlo a la basura», incide.

Ella es una de las alrededor de 10.000 vecinos que sufren los cortes de luz de forma constante en el Distrito Norte. Los barrios más afectados son Cartuja, La Paz y Molino Nuevo. «Esto se ha convertido en una emergencia humanitaria, porque es inhumano e ilegal tener a los vecinos como están por la dejadez y el abandono del barrio. Y el problema es que esto va a peor, porque hay familias que todo el verano han tenido que darles de comer a sus hijos en la calle porque no había luz», indicó al respecto Manuel Martín.

Isabel Salinas, vecina del Distrito Norte, se levanta cada día sin saber si esa jornada tendrán o no luz en su vivienda. «Los cortes son constantes, y es una vergüenza, porque están jugando con la vida de familias enteras que tienen su vida paralizada. Al final, van a conseguir que se vacíe el barrio, que parece que es lo que quieren», añadió.

Los niños son los principales damnificados de esta problemática, según Thalía, trabajadora de uno de los centros educativos de apoyo del Distrito Norte. Tal y como indicó durante el primer día de encierro, a su centro van los niños por la tarde para reforzar materias, ampliar conocimientos y pasar un rato entretenido con sus compañeros fuera de las calles del barrio. Pero los cortes de luz se han convertido en un impedimento constante desde hace unos años: «Hay días que nos quedamos a oscuras y tenemos que mandarlos a casa. O que tienen que hacer actividades en el ordenador y no se puede porque no hay electricidad». «Esto les crea mucha frustración y desasosiego a estos pequeños porque salen del centro por los cortes de luz, pero llegan a unas casas en las que tampoco hay suministro eléctrico».

«Estamos ante un problema que causa vergüenza e indignación. Es un problema encallado y enquistado que no hacen nada por resolver, y para eso hoy nos encerramos», aseguró el Defensor del Ciudadano ya dentro de la iglesia, momento en el que quiso dejar claro que «esto no es una heroicidad, pues los verdaderos héroes son las familias que están sin luz y sin saber qué hacer para solucionarlo».

Para visibilizar la lucha que todos ellos están realizando y que han plasmado el Defensor del Ciudadano y el párroco de La Paz con este encierro, algunos estudiantes de Psicología darán este martes su clase del día en la Iglesia de San Francisco.

Una oportunidad

Cuando comenzaron a planificar el encierro, Martín y Picazo dudaron de si debían encerrarse ellos solos o animar a acompañarles a otros vecinos del Distrito, que les habían mostrado su intención de apoyarles en esta iniciativa. Finalmente, decidieron emprender este camino solos, aunque respaldados por decenas de vecinos que han querido animarles a las puertas de la iglesia antes de encerrarse, debido a que muchos de estos vecinos tienen una edad avanzada y puede ser complicado para ellos estar una semana encerrados en la parroquia, así como que otros tienen que ir a trabajar y esto podría suponerles demasiados contratiempos. «Este primer encierro lo haremos los dos. Esperemos que no tengamos que hacer más, pero si no, ya se verá si participa más gente», indicó al respecto Martín. Para Mario Picazo, la lucha incansable de estos granadinos por tener un bien básico que se ha convertido para ellos en un lujo es algo heroico, pues «solo quieren vivir con dignidad, pero no les dejan». Junto a esto explica que: «pedimos a toda la sociedad que no les deje a oscuras, sino que les den una oportunidad».

Mario y Manuel pasaron toda la jornada recibiendo a distintas personas que querían acompañarles en este importante día. Pero al llegar la noche, se quedaron solos. Había llegado la hora de descansar. Pero solo por un día, pues aún les queda mucha batalla por delante.

Vecinos con solo 22 horas de luz en todo un mes de verano

La lucha de los vecinos de la zona Norte deGranada se ha recrudecido en los últimos años, cuando los cortes de luz se han incrementado y hecho más frecuente, hasta dejar a cientos de vecinos sin luz soportando tanto el fuerte invierno como los sofocos del verano sin apenas electricidad. Así lo denuncia el Defensor del Ciudadano, que asegura que son unos 10.000 los vecinos de Cartuja, Molino Nuevo y La Paz los que están soportando en esta situación. Un hecho que ha provocado que durante este verano haya habido vecinos de Cartuja que han contado con 22 horas de luz en todo agosto, «ni una hora de luz al mes».

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