El emotivo adiós de Granada College a uno de sus fundadores: «Seguirá siendo una inspiración»
Alumnos y profesores guardaron un minuto de silencio en memoria del profesor Manuel Ruiz, «un ejemplo de amor por la educación»
«Despedimos a una persona que ha dejado una huella imborrable en nuestras vidas y en la historia de Granada College. Manolo Ruiz fue mucho ... más que un profesor excepcional, fue un ejemplo de dedicación, generosidad y amor por la educación». El director de Granada College, Javier Jiménez, recuerda con estas palabras a Manuel Ruiz, profesor y amigo que estuvo a su lado desde la fundación del colegio en 1999. Su muerte, a los 68 años, ha supuesto un mazazo para la comunidad educativa del centro.
Mientras se celebraba el funeral del profesor, en el colegio todos los alumnos y los profesores salieron al patio para guardar un emotivo minuto de silencio seguido de un sentido aplauso.
De origen motrileño, Manuel Ruiz (1956-2024) fue profesor en los colegios Mulhacén, San Isidoro y formó parte de la historia de Granada College desde su inicio. «Su compromiso con sus alumnos era absoluto, entregando siempre lo mejor de si para inspirar, guiar y enseñar, no solo matemáticas, física o química, sino también valores. En los momentos en los que el colegio más lo necesitó, estuvo ahí como profesor y como director de Secundaria y Bachillerato, demostrando que su vocación iba más allá de las aulas», recuerda Jiménez.
«A nivel personal, me honró con su amistad y apoyo incondicional en todos los proyectos que emprendimos. Siempre estuvo a mi lado, y su ejemplo seguirá siendo una inspiración para mí y para todos los que tuvimos el privilegio de conocerlo», apunta.
También destaca su ejemplo de entereza en los últimos meses, tras conocer el pronóstico fatal de su enfermedad. «Nos ha dado una lección de vida, era él el que nos animaba a todos», afirma Jiménez emocionado.
Y concluye: «Hoy, aunque su ausencia nos duele profundamente, su legado permanecerá vivo en el corazón de todos aquellos que tuvieron la suerte de aprender de él y de compartir su camino. Gracias Manolo por tu cariño, por tu honestidad, por tu exquisita educación, por tu buen hacer, por tu sonrisa hasta el último momento… Ha sido una bendición sentirte cerca durante tantos años. Nunca te olvidaremos. Descansa en paz».
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