El mal sueño se convertirá en un buen recuerdo querido y buscadoNoemí Pérez Ureña
Emilio Martín Linares
Miércoles, 10 de julio 2024
Nuestra queridísima Noemí, encontró su merecido descanso el pasado martes día 2, a primera hora de la tarde.
Esta jovencísima, maravillosa y magna persona, se ... aferró a su vida hasta el último aliento, con dignidad, empatía, animo, ilusión, respecto y sobre todo esperanza, pero aunque creas que te has ido al infinito o por lo menos lejos de nosotros, muy al contrario, te has quedado mucho más cerca que antes, estás en todos los corazones que te han querido y te siguen queriendo.
La vida es bella, pero difícil e injusta, y sobre todo cuando pasa un anacronismo, que nuestra humanidad más simple no logra nunca entender y mucho menos aceptar, dicen que el tiempo moldea y sanas heridas, pero quiero entender, que dentro de este mal sueño, todo ha sido para bien, y el mal sueño se convertirá en un buen recuerdo, querido y buscado.
Seguirás cumpliendo años en nuestros corazones, recordando cada momento vivido y compartido con la gente que te quiere y te siente, y por qué no, amado y mucho, tienes todo el derecho al descanso, pero una vida tan corta, aunque intensa y magna, no merece irse de esta forma, lenta y no exenta de lucha y sufrimiento, pero eso sí, con dignidad, muchísima dignidad y amor.
Quizás no tenga todo el derecho a escribir sobre ti, pero te he sentido desde el primer momento que te conocí, como a toda tu extraordinaria familia.
El verdadero sentido de la vida es precisamente este, sentir que tenemos un patrimonio, lleno de buenas personas que han contribuido y ayudado a que tu lo seas un poco más.
Esto no es un simple homenaje ni palabras oportunas, correctas o simplemente huecas, es un sentir, es mi esencia, mi alma, somos todos, los que agradecemos que personas como tu existan y nos den un poco de esperanza en la humanidad y sentido a nuestras vidas, haciéndonos creer que merece la pena.
No te engañes, esto es egoísmo y autocomplacencia, y algo de envidia sana, porque no percibo, si alguna vez será digno de tanto cariño, admiración, respecto como el que has esparcido y conseguido en tu pequeño o gran mundo, y por supuesto has compartido.
La vida, como quiero transmitirte, no se ha acabado para tí, ya que te vemos, te sentimos y contigo somos todos.
Tienes una familia maravillosa, que te quiere profundamente, has disfrutado del amor de tu vida, has compartido amistades eternas, y has conseguido mi respeto, admiración y siempre mi cariño.
Descansa en paz, querida Noemí, pero no te olvides de los que te quieren, siguiendo compartiendo tu cariño, bondad y humanidad.
¡Te queremos siempre!
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