Así se eligieron a los linces para garantizar el éxito de la repoblación en Granada
Un genetista estudió previamente los ejemplares disponibles, Solera, Ilexa, Terre, Saturno y Sotillo, y los emparejó para que sus descendientes sean viables
Granada tiene la combinación genética y la receta ambiental para que la reintroducción del lince sea un éxito. Hace al menos 40 años que este ... felino desapareció de la provincia. No quedó ni un solo ejemplar por culpa de la mano del hombre. Pero ayer la historia de la especie y su suerte cambió. Saturno, Sotillo, Solera, Ilexa y Terre, tres machos y dos hembras, son los primeros linces que pueblan Sierra Arana.
Hace dos décadas la extinción del lince dejó apenas dos núcleos de individuos en Andalucía, uno de ellos en Doñana y otro en Andújar- Cardeña, diferentes genéticamente entre ellos pero con muy poca variabilidad en cada uno, cuya mezcla «ha sido todo un acierto». Los linces que corren por el monte han tenido que superar un test de compatibilidad para acabar en Granada. Un genetista estudia previamente los ejemplares disponibles y los empareja para garantizar la viabilidad de sus descendientes. Javier Salcedo (Sevilla, 51 años), ambientólogo, coordinador del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía y director de Life Lynx Connect, explica que se seleccionan las parejas para evitar la baja diversidad genética, un factor que pone en peligro la supervivencia de la especie.
«Se optimizan los cruces para mantener la poca diversidad genética. De todas las especies con genoma conocido, el lince es la especie con menos diversidad genética. Se emparejan y se deciden qué individuos se van a soltar pensando en las cualidades que tienen para vivir en libertad», cuenta. «La mayoría de los cachorros van a ser soltados y a partir de una edad se trabaja con ellos para comprobar que tienen aptitudes, como que recelan de las personas o que saben cazar», añade.
Estrictas pruebas
Del trabajo y el examen de los expertos se eligió a dos machos, Saturno y Sotillo, que vivían en cautividad, en un centro de cría, y se capturó a las dos hembras que, en el caso de Ilexa veía con una cría de 10 meses, porque no había felinas disponibles.
Salcedo señala que, a pesar de que algunos pasan parte de su vida en cautividad, se adaptan bien al medio. «La tasa de supervivencia es superior a las de otros felinos y el trabajo previo de selección garantiza que sea un sitio óptimo», indica. Sabe bien de lo que habla. Trabaja en la recuperación del lince desde 2002, cuando fue consciente de la realidad. Se censó a los ejemplares y solo quedaban dos poblaciones una en Doñana y otra en Andújar- Cardeña, entre Córdoba y Jaén, y se pusieron manos a la obra para parar la «sangría».
El ambientólogo y su equipo no solo pusieron a prueba a los animales, también comprobaron que la Sierra Arana cumplía con todos los requisitos. «Este felino tiene capacidad de colonizar nuevas áreas y aquí en Granada se trabaja desde 2015 para observar si cumple una serie de variables que son innegociables como son la abundancia de presas, el 80% de su dieta son los conejos y la calidad del hábitat», manifiesta.
Además, el equipo tiene en cuenta las amenazas que la especie encontraría en la zona. «Si es frecuente la caza furtiva, se elaboran estudios sociales para evaluar la concienciación de los vecinos, así como la cantidad de denuncias por caza ilegal y se recorre la zona por si se emplean métodos prohibidos. El riesgo cero no existe, pero hay que minimizarlos», apunta. Una de las causas de mortandad de los linces son los embalses agrícolas y los atropellos por carreteras,en el caso de la Sierra de Arana, la carretera más peligrosa es la A-308.
Medidas de seguridad
El alcalde de Iznalloz, orgulloso de que a su pueblo le haya tocado este «magnífico regalo de Navidad», afirma que se actuará en las principales vías para alertar a los conductores «Esto es un hecho importante para la fauna ibérica y nos sitúa como referente. En otras provincias ha sido un revulsivo económico y será un motivo más para visitarnos. No hay que olvidar que el lince es una especie amenazada y se señalizarán las principales carreteras para disminuir riesgo, Nos hemos reunido con los cazadores y también son sensibles con esta iniciativa», dice Mariano Lorente
Después de la liberación, la actuación de la Junta continúa. Cada animal porta un collar de identificación con una frecuencia que indica por donde se mueve y en qué estado se encuentra, si muere emite un pitido y una onda distinta, además de eso se pondrán cámaras de fototrampeo, una por cada kilómetro donde se mueven los felinos, para seguirles la pista. Con las cámaras, huellas y letrinas los expertos podrán saber en qué estado se encuentran y el número de crías. Y si el animal muere, la necropsia del cuerpo y su estudio permite averiguar las causas, que se tienen en cuenta en futuras repoblaciones.
De crítica a vulnerable
Salcedo y su equipo prevén otras reintroducciones en 2023 y 2024. En un plazo de quince años, Granada contará con varios núcleos viables de linces, que estarán cercanos entre sí para que pueda haber «intercambio de individuos». Todo esto supondrá que se cuenten cerca de 30 hembras territoriales, que suponen la representación de un 20% de la población. Aproximadamente, Sierra Arana podría contar con alrededor de 150 linces si todo va según lo previsto.
El acto de ayer contó con la presencia de Giuseppe Aloisio, director general de Medio Natural de la Junta, que anunciaba además que, a pesar de seguir amenazado, la evolución de las poblaciones del lince en Andalucía y en España iba a hacer que desapareciera pronto de la «categoría de crítica para ser solo vulnerable». «La sierra de Arana se convierte en otro punto de introducción de especies amenazadas. Es un éxito de esta tierra haber logrado multiplicar por cinco el censo que había hace 20 años«, añadió acompañado por el delegado territorial de Medio Ambiente, Manuel Francisco García. Actualmente en la comunidad autónoma hay cerca de 522 linces censados.
El Plan de Recuperación del Lince Ibérico inició su andadura en España hace dos décadas con una situación lamentable, pero ya se pueden encontrar linces en la parte oriental de Sierra Morena, en Doñana, en Extremadura, en los Montes de Toledo y en la zona sur de Portugal.
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