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El bipartidismo remonta en Granada

El bipartidismo remonta en Granada

Los votos de PP y PSOE aumentan en cuatro puntos con respecto al resultado del 20D

Antonio Sánchez

Martes, 28 de junio 2016, 00:19

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Desde las elecciones europeas de mayo de 2014 la política es diferente. Ese día, el bipartidismo -la suma de PSOE y PP- sufrió una importante merma de votos que aupó a dos formaciones emergentes (Podemos y C's), dio aire a IU y cavó la tumba de una recién nacida UPyD. Sin embargo, dos años y cuatro elecciones después ha quedado demostrado en la urnas que el lobo 'antipartidista' no era tan fiero como en su día se pintó. Los resultados del 26J reflejan una evidente fuerza de los partidos tradicionales en la provincia, que remontan el vuelo y le advierten tanto a Podemos como C's de que tendrán que sudar para poder optar a una victoria electoral en Granada.

Las elecciones europeas de 2014 las ganó a el PSOE en la provincia. Con el 35,23% de los votos superó en cerca de siete puntos al PP (28,33%). Entre ambos sumaban entonces un 63,56% de los sufragios emitidos, lo que le suponía al bipartidismo una pérdida de más de 23 puntos porcentuales con respecto al año 2009, cuando en las mismas elecciones europeas entre ambos aglutinaron un 86,9% de los sufragios. Fue algo que los partidos tradicionales vieron, como explica el secretario general del PP de Granada y coordinador de esta última campaña electoral, Santiago Pérez: «Fue un toque de atención importante. Detectamos que el electorado había cambiado y que demandaba otras cosas. Sabíamos que teníamos que adaptarnos a esas circunstancias y ser más cercanos al votante y eso nos ha valido para recobrar fuerza».

La fractura del bipartidismo pasó su primera reválida en la elecciones andaluzas del año pasado. Tanto PP como PSOE acudían a la cita electoral autonómica conscientes de que iban a perder votos con la entrada en el escenario político de Podemos y C's, pero aspiraban a 'taponar' la sangría. Lo hicieron e incluso llegaron a mejorar en unas décimas el resultado obtenido en la provincia un año antes.

Dos meses después tocaron las elecciones municipales. En ellas el bipartidismo sabía que partía con ventaja, al estar implantado en todos los municipios de la provincia. A pesar de que Podemos -aliado con IU o con una marca blanca, como ocurrió en Atarfe o Granada- y C's trataron de acelerar al máximo para presentar candidaturas en un número importante de pueblos, sólo pudieron hacer sombra a PP y PSOE en los municipios más poblados. El porcentaje de votos de populares y socialistas superó el 66%, obteniendo así dos de cada tres sufragios emitidos.

Seis meses después llegaron las elecciones generales. Era el fin a un año con una frenética actividad electoral, en el que Podemos y C's ya habían asumido que la penetración de ambos entre los votantes de Granada no se iba a producir de la noche a la mañana. Sin embargo, las encuestas, que inflaron a C 's en las semanas previas a la campaña, y la tendencia ascendente de Podemos volvían a dibujar un nubarrón sobre PP y PSOE, que al final sólo dejó un pequeño chirimiri sobre las formaciones tradicionales, que perdieron votos y escaños, pero volvieron a demostrar que tenían un importante suelo político en todo el país, especialmente, en provincias como Granada. El 20D, no obstante, dejó el peor resultado para la suma de PP y PSOE, empeorando incluso el resultado de las elecciones europeas de 2014. La suma de ambos sólo alcanzó el 62% de los votos, casi tres puntos menos de lo que ambos partidos obtuvieron en toda la comunidad autónoma andaluza y la suma más pequeña de sufragios desde las elecciones europeas. El porcentaje, no obstante, era importante para ambas formaciones, ya que el resultado acumulado de PP y PSOE en Granada era diez puntos superior si se comparaba con la media de todo el país.

Tras el resultado del 20D, aunque con menos fuerza de la esperada, se dibujó un nuevo tablero político en el que parecía complicado formar Gobierno. De nuevo con las encuestas asumiendo un papel protagonista, Podemos se vio desde antes de que Pedro Sánchez intentara ser presidente con opciones de sobrepasar a los socialistas y la posibilidad de crear una unión de izquierdas con IU empezó a valorarse con seriedad en Madrid, a pesar de que en lugares como Granada no existía ambiente de confluencia entre ambos partidos.

Así se llegó a una nueva cita electoral, la de antes de ayer, en la que el bipartidismo pasaba de nuevo una reválida. Aunque se daba por hecho que el PP iba a mantener o a mejorar los resultados electorales cosechados el 20D, el PSOE, el segundo elemento de la ecuación bipartidista, sí llegaba más 'tocado' a la cita con la urnas y se presumía incluso que podría perder la segunda posición en algunas provincias.

Granada, no obstante, no era una de ellas y Unidos Podemos -la suma de Podemos, IU y Equo- se marcó como objetivo conseguir un segundo diputado por Granada a costa del PP, el partido que consiguió el último escaño el pasado 20D.

La coordinadora de la campaña electoral en la provincia de Unidos Podemos y parlamentaria andaluza de Podemos, Carmen Lizárraga, reconoce que a la coalición le «habría gustado que nuestra número dos, Leticia García, fuera a Madrid». La realidad, sin embargo, fue otra.

La noche del domingo

Los votantes le otorgaron al PP más confianza de la que habían depositado en este partido hace sólo seis meses, pero también manteniendo el mismo porcentaje de voto del PSOE en la provincia. La suma de ambos se situó en el 66,3% de los sufragios, cuatro puntos más que el 20D, y se situó más de diez puntos por encima de los votos obtenidos por populares y socialista en el total del país.

Así, los granadinos reforzaron en las elecciones del domingo al bipartidismo, dándole el mejor resultado desde que hace dos años los ciudadanos acabaron con las mayorías absolutas y dibujaron un nuevo escenario político

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