«Hemos pasado página a la etapa de Torres Hurtado, no podemos estar lamiéndonos las heridas»

Sebastián Pérez vuelve a coordinar la campaña a nivel regional, con el reto de superar al PSOE. El presidente provincial del PP admite que el resultado de la capital será determinante y marca distancias con el exalcalde José Torres Hurtado, a quien -entre líneas- responsabiliza de la pérdida del gobierno de la Diputación por su mal resultado en las municipales de mayo de 2015.

En 43 minutos de entrevista ni siquiera menciona su nombre. Sólo en una ocasión se refiere a él como 'compañero'.

-Coordina la difícil campaña del PP en Andalucía. El 20D su partido rozó el empate técnico con el PSOE en la comunidad, pero ahora también tiene el riesgo de retroceder. ¿Qué cuentas echa en Granada para mantener el tercer diputado que el PP conservó por apenas 744 papeletas?

-Creo que vamos a ganar en Andalucía. Cada día queda más claro que Susana Díaz es un bluf. Tiene asentados sus criterios sobre cuestiones mediáticas, no de gobierno. Andalucía sigue siendo el furgón de cola. La primera derrota de Susana Díaz va a ser el día 26.

-Pero, ¿a nivel provincial qué expectativas tiene?

-La gente se ha dado cuenta de que votar a Ciudadanos es votar al PSOE. Muchas personas, molestas con nuestras políticas, creyeron que había una opción que podía ser centrada, y de ahí que en la capital y en la provincia Ciudadanos obtuviera un resultado respetable. Mi impresión es que va sufrir una merma porque nadie perdona que haya dejado el gobierno de la ciudad en manos de la izquierda más radical. Se comprometieron a que gobernaría quien ganara las elecciones, y el PSOE lleva más de 25 años perdiendo elecciones en Granada capital. Jugaron esa carta y en las urnas lo van a pagar. Además, mucha gente se ha dado cuenta de que viene una izquierda radical, la de Podemos, que representa el comunismo más rancio y arcaico que pueda haber en Europa y trae modelos bolcheviques, iraníes y venezolanos. Nos van a votar más que en diciembre.

-De hecho, necesitan mejorar el resultado. Porque con la unión de Podemos e IU, aquí en Granada, el 'sorpasso' se lo puede llevar el PP -la encuesta del CIS vaticina que Unidos Podemos conseguiría un segundo diputado por Granada en detrimento del PP-.

-Todo el mundo da por hecho que Podemos se llevará los votos de IU pero muchos dirigentes de IU en Granada no están contentos con este mal apaño ni por haberse entregado a cambio de nada. Mucho votante de izquierda se irá a la abstención.

-¿Uno de los dos partidos hasta ahora mayoritarios quedará tocado tras el 26J?

-Sin duda. Antes se sabía que quien ganaba en votos en la provincia tenía cuatro diputados y tres senadores. Ahora hay cuatro partidos y es lógico que uno de los dos mayoritarios tendrá un quebranto.

-Tras estos cinco meses, da la sensación de que el PP se ha quedado sin aliados...

-Sí, sí. lo que ocurre es que nos hemos quedado sin aliados porque la izquierda radical y el PSOE no nos van a apoyar. Y hemos visto una circunstancia que nos desconcierta absolutamente, como es la actitud de Ciudadanos. No les votaron para que el presidente fuera Pedro Sánchez. Estos cinco meses han venido muy bien para que sepamos quién es quién. Nadie va a engañar en estas elecciones. El único partido que se ha mantenido firme ha sido el PP.

-¿El rival del PP es el PSOE o Ciudadanos?

-El rival es el PSOE. A mi juicio, Ciudadanos es un partido que surge en un momento sociológicamente muy complicado por el enfado del votante del PP. Si sumas los votos del PP y de Ciudadanos obtienes nuestros votos en 2011. Es algo aritmético. Fueron votantes que confiaban en el PP y en las situaciones duras se han enfadado y se han ido, pero van a volver. España es bipartidista desde hace 200 años. Ya ocurrió con UPyD, que decía que venía para quedarse y casi no queda un concejal.

-Pero también tiene el PP un handicap interno. Para mantener el PP el tercer diputado en Granada será clave la capital y la situación tras la 'Operación Nazarí' no es la más favorable...

-Cuando llegué a la presidencia del partido en 2004 dije que la capital era la locomotora de Granada. No se pueden entender los resultados de la provincia sin ella. Si hay una merma en la capital tenemos un problema grave en la provincia. No voy a negar que lo que ha ocurrido en Granada en los últimos meses no es bueno, pero los granadinos saben que lo que vamos a votar es otra cosa y votarán en clave nacional.

-¿Y podría condicionarlo si se levanta el secreto de sumario?

-Evidentemente, pero -por lo que leo- creo que a corto plazo eso no ocurrirá. No niego que, si se produjera una apertura de sumario y hubiera una cuestión delicada, nos afectaría.

-¿La 'Operación Nazarí' y otras investigaciones de la fiscalía obedecen a decisiones políticas, como han insinuado algunas personas en su partido?

-Eso es un disparate colosal y un intento de lanzar una cortina de humo. Pienso igual que mi partido en Andalucía y en España: una operación de esa magnitud no es una operación política es una operación judicial. Cualquier persona que esté instalada en otro discurso lo hace o por mala fe o para desviar la atención. Una operación de la magnitud de la que se vivió en Granada es estrictamente judicial y policial y sin el más mínimo matiz político.

-Pero el propio exalcalde insinuó que podían estar detrás hasta sus compañeros de partido. ¿Se dio por aludido?

-En absoluto. Ni yo, ni la dirección regional, ni la nacional.

-¿Cómo marcará distancias el partido con la 'Operación Nazarí'? El vicesecretario de Organización, Fernando Martínez Maíllo, vino a la junta directiva provincial recientemente y ni mencionó al exalcalde. ¿El partido ha pasado página a la etapa de Torres Hurtado?

-Por su puesto. No podemos convertirnos en estatuas de sal mirando al pasado. Tenemos 25.000 militantes en la provincia. Lo ocurrido en abril ha sido un shock emocional durísimo. Y naturalmente que ha sido un quebranto político, no puedo negar la realidad. Pero, dicho eso, no puedo estar lamiéndome las heridas, tengo que mirar al futuro, que es Granada y España. Conseguir que Granada sea la primera provincia en inversión de España, como lo ha sido con Mariano Rajoy. Confieso que no lo hemos vendido bien. Pero es que Granada, por primera vez desde 1812, ha sido la primera provincia de España en inversión pública. Recuerdo cuando el PSOE salió diciendo que técnicamente era imposible acabar la A7 en esta legislatura. El AVE está a punto de llegar. Quiero mirar al futuro. Sin perjuicio de que cuando se abran los procesos internos de mi partido cada uno diremos lo que estimemos que tenemos que decir. Pero ahora tenemos que cerrar filas e intentar por el bien de Granada ganar las elecciones.

-Habla de la gestión. Pero en diciembre hicieron la campaña sobre la base de que el AVE llegaría en febrero, estamos ante otra campaña en junio y no se sabe cuándo estará acabado el AVE. Ese es un punto débil...

-No lo niego. Pero hay una ministra, Ana Pastor, que es presidenta de honor del PP de Granada, que es rigurosa y que vino a dar una explicación a pie de obra al entonces alcalde. Hay un conflicto con las empresas adjudicatarias. Me hubiera encantado que el AVE hubiese llegado en febrero pero las cosas son como son y la ley está para cumplirla. La ministra ha dado la cara y ha puesto dinero. Que llegue el AVE es cuestión de meses. En esta 'prórroga' ha habido empresas que han pedido modificados y por lo que en principio valía 10 han dicho que hay que pagar 15; y eso hay que revisarlo y hacerlo con la ley en la mano.

-Usted se reunió en Madrid con la ministra...

-(Interrumpe) Muchas veces.

-El alcalde, Paco Cuenca, ha conseguido cita en pocas semanas. Sin embargo, Torres Hurtado e Isabel Nieto decían que en el ministerio no le cogían ni el teléfono. ¿De quién era el problema, de Torres Hurtado o de la ministra?

-Pregunte usted a la ministra o a Torres Hurtado. Yo lo que le puedo decir es que cada vez que he llamado a la ministra, inmediatamente, me ha recibido o ha venido a Granada. Nunca he tenido un problema, sólo cariño.

-Isabel Nieto cuestionó a la ministra en octubre de 2015 y el partido le abrió un expediente. Por cierto, ¿en qué ha quedado ese expediente?

-Lo desconozco. Se encuentra en la dirección regional. Al haberse producido una suspensión cautelar de militancia -tanto a ella como a José Torres Hurtado-, el anterior estará paralizado.

Las municipales de 2015

-Hace hoy un año y un día que José Torres Hurtado tomó posesión como alcalde por cuarta vez. Visto lo sucedido, ¿fue contraproducente intentar mantener la alcaldía a toda costa? -Luis Salvador solicitó la renuncia de Torres Hurtado para mantener el apoyo al PP-.

-No, la volvería a salvar. Tengo una obligación como presidente porque soy capitán del barco. El partido decidió en su día que todos los alcaldes de capitales de España repitieran en mayo de 2015. Nosotros trabajamos con esa candidatura y los resultados no fueron los que esperábamos. Tengo un reto, que es devolverle a mi partido la alcaldía de Granada y la Diputación, que podíamos haber salvado. Pero hemos tenido una merma muy importante. (Se detiene unos segundos). Lo que nunca esperábamos era estar por debajo de los 40.000 votos. Hay que irse a la época de Kirkpatrick ('paracaidista' de Alianza Popular al Congreso en 1982) para encontrar un resultado así. En las autonómicas estuvimos en 45.000. Y en las generales, de 39.000 votos en mayo nos fuimos a 53.000. Estaba claro que había un desgaste, lógico y humano. Los gobiernos desgastan. El señor Cuenca sabe que cada día que pasa es un día menos.

Su marcha del Ayuntamiento

-Un poco de política ficción. Si el 16 abril, horas después de la 'Operación Nazarí', Torres Hurtado hubiese dimitido, como le reclamó el partido, ¿el PP mantendría hoy la alcaldía'

-Sinceramente, no lo sé. Yo tenía que propiciar, con mi decisión personal, que mi partido mantuviera el gobierno. Mi conciencia en ese aspecto está muy tranquila.

-Pero entenderá que su dimisión se vea como algo, cuando menos, extraño...

-Sin duda, no lo voy a negar. Me lo dice mucha gente. No entienden que alguien que no tiene nada que ver con lo ocurrido deje su acta. Soy un hombre de partido. No me habría perdonado que se hubiera interpretado que yo no quise irme. Digo lo que dije: no entiendo, ni personal ni políticamente, que cuando se estaba hablando de honestidad el problema fuera yo.

-¿Esa petición la hizo José Torres Hurtado?

-Sí, sí. Directamente a la dirección nacional. Manifestó que su voluntad es dejarlo pero que había una condición sine qua non, y era que yo tenía que irme. Yo le dirigí la campaña en 2002 con todo mi cariño. Ahí está mi trayectoria durante los años que he estado en el equipo de gobierno. Que busque en una radio, una televisión o un periódico un mal gesto por mi parte. Él, por las circunstancias que fueran, veía las cosas de otra manera. Fue un capricho personal. Hice lo que tenía que hacer y volvería a hacerlo. Yo sabía que al día siguiente se iba a producir una moción de censura y, si yo no renunciaba, podía propiciar que alguien dijera que la moción era por mi culpa. ¿Que quiso gratuitamente hacer daño al presidente o a Sebastián? Que cada cual que interprete lo que quiera.

-¿Se ha cerrado su etapa en el Ayuntamiento?

-O no. Eso nunca se sabe. Mi vocación siempre ha sido provincial y local. No merecimos pasar a la oposición en la Diputación por 1.300 votos (en la circunscripción de la capital). Me queda la tranquilidad de que yo había advertido de lo que podía ocurrir. Digo con absoluta sinceridad que lo que me hubiera gustado era seguir siendo presidente de Diputación.

-Sorprende en esta nueva etapa municipal el escaso protagonismo del anterior portavoz municipal y transitoriamente alcalde en funciones Juan García Montero...

-Hemos interpretado que Rocío Díaz es quien debe darle la impronta del partido a un nuevo proyecto en esta etapa tan compleja. No hay que extrañarse. Tenía que tomar una decisión, el presidente regional también, y creímos que lo mejor era romper las cuestiones del pasado y mirar con otra imagen, otras formas y otras conductas. Y sobre todo, Rocío es una mujer leal y de partido. Y eso yo lo valoro mucho.