Claves del adelanto electoral, la charla acalorada y el expediente a Cayetana

«Existe un informe técnico que habla de que en junio se producen contrataciones y, en octubre, despidos», apuntan desde dentro del Gobierno andaluz. El documento es de un consejero, que deja claro que la decisión –obviamente– compete al presidente. El misterio no entraña excesiva dificultad. El responsable de Hacienda, Juan Bravo, se ha decantado esta misma semana por el mes del Corpus para poder disponer de un nuevo presupuesto cuanto antes. Mientras tanto, prepara ya la prórroga de las cuentas para empezar a ejecutar los fondos europeos –buen acicate preelectoral–.

Moreno consultará la fecha con pocos y uno de ellos será su vicepresidente y socio de gobierno, Juan Marín. Ciudadanos resolverá sus primarias en cuestión de semanas. Los compañeros que amagaron con disputar el liderazgo parecen autodescartarse y será Marín quien intente salvar un partido en retroceso ante un nuevo ciclo electoral. Sacar la mitad de los casi 700.000 votos de 2018 le mantendría como llave de San Telmo. Pero en ese nivel ya se quedó en las últimas generales de 2019 y han pasado dos años. En Ciudadanos prefieren final de septiembre, con la Virgen de las Angustias; con tiempo para rentabilizar todavía algunas de las acciones respaldadas desde el Gobierno andaluz –como la Copa del Rey de baloncesto en Granada, por ejemplo– y el maná de los Next Generation.

Lo que está claro es que se ha activado una larga precampaña. La consultora Cotesa realiza estos días un sondeo para el Centro de Estudios Andaluces –dependiente de la Consejería de Presidencia– y pregunta expresamente por el adelanto electoral. También si el entrevistado considera que el responsable del bloqueo de los presupuestos es Vox o el PSOE. Y, por primera vez, también pide valoración sobre Macarena Olona, que esta semana ha estado –otra vez– de ruta por Andalucía.

En el PSOE andaluz se han activado; aunque al ritmo de Juan Espadas. El secretario general, candidato a la Junta y todavía alcalde de Sevilla ha citado esta semana en San Vicente a los ocho secretarios provinciales para «ponerse las pilas». Los socialistas hacen una peculiar lectura positiva del preanuncio de Juanma Moreno y consideran que ha desvelado la única baza que tenía en exclusiva: la convocatoria electoral. El PSOE maneja datos internos del último mes que apuntan un cambio de tendencia, donde el PP sigue fuerte –pero en retroceso– y acusa las disputas internas en Madrid.

De eso también es consciente Juanma Moreno, que por eso se ha parapetado en su marca más que bajo las siglas del partido.

El jueves se celebraron los premios Duque de Galatino de la Federación de Hostelería y Turismo, con la asistencia de Juan Marín. Hubo desembarco visible de Ciudadanos y también estaba por allí Luis Salvador, al que el vicepresidente saludó con un apretón de manos –sin efusividades– por lógica educación y cortesía, pero sin abrazo.

Antes de entrar a la gala, el alcalde mantuvo una conversación apartada con el líder de los empresarios granadinos. Paco Cuenca y Gerardo Cuerva compartieron opiniones y, a simple vista, no parecía que estuvieran precisamente de acuerdo. Cuando se subió al escenario, Cuerva todavía estaba en tensión y pronunció un enérgico discurso reivindicativo, donde apeló al inconformismo para luchar por Granada sin aplaudir, por ejemplo, ese tren que le han concedido a la provincia para que vengan los madrileños a pasar el puente de la Inmaculada. El 'tren del consuelo'.

De Carlos Rojas siempre han dicho algunos de los suyos que se tira a una piscina y sale seco. No es que no se moje, sino que tiene una habilidad para esquivar las guerras internas, cruzarse con alguien que pretenda apuñalarlo por la espalda y aparentar –incluso, de manera creíble– que se alegra de verlo. Contundente cuando sube a la tribuna, prefiere escuchar cuando conversa en corto. Si fuera un duelo a pistola ya habría muerto porque nunca habla el primero. Y hasta ahora le ha ido bien para no meter la pata más de lo que se le presupone a cualquier político.

Pero el motrileño tendrá que exponerse en esta ocasión a cuenta de su compañera Cayetana Álvarez de Toledo, de quien fue colaborador estrecho en su etapa de portavoz. La controvertida política desveló en una entrevista que votó en blanco en el pleno para elegir los nuevos miembros del Tribunal Constitucional, en contra de la directriz del grupo popular. Romper la disciplina de voto se considera, según los estatutos del partido, una falta grave. Sobre todo, si se cuenta.

El PP ha abierto expediente sancionador a Cayetana y ha nombrado instructor a Carlos Rojas, que tendrá que resolver las alegaciones y proponer una resolución. Si también sale de esta sin un rasguño solo puede ser atribuible a una habilidad innata. O al carácter de la Costa Tropical.