El 'efecto vacuna' deja a cero los contagios en los centros residenciales de Granada

Así al menos se lo ha confirmado a IDEAL la responsable de la Unidad de Residencias de Granada, Mariola Soto, que tras actualizar la base de datos puede por fin celebrar que actualmente no hay ningún caso que afecte al que ha sido hasta ahora el eslabón más débil de la cadena en toda esta cruel crisis sanitaria, tal y como quedó en evidencia sobre todo en las dos primeras olas de contagio.

De acuerdo al último informe de centros residenciales publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), en la provincia de Granada solo quedaban ya 58 casos en residencias, de los que 52 eran usuarios y el resto trabajadores. Si bien todos ellos acaban de ser ya dados de baja por las autoridades sanitarias de la provincia, que llevan varios días sin novedades en un marcador que nunca ha estado mejor. Al menos no desde la primera quincena del mes de marzo. Desde entonces el virus no había dejado de atacar a las residencias, en las que ha habido muchas hospitalizaciones y también muertes. Pegó duro entre marzo y mayo, pero también entre octubre y noviembre, que fue cuando la Unidad de Residencias se vio obligada a medicalizar una decena de centros residenciales ávidos de apoyo sanitario a causa del daño atroz que esta infección les había infligido en las plantillas.

El personal ha sido siempre la correa de transmisión involuntaria entre el virus y el interior de unas residencias que han estado bunquerizadas prácticamente todo este año a excepción del enfriamiento de los meses estivales. Otro logro de la vacuna ha sido romper esta dinámica. La Junta de Andalucía dio la pasada semana la orden de volver a abrir las residencias para que los usuarios pudieran recibir visitas y también salir a casa de sus familiares sin miedo.

Ahora bien, la directriz solo es efectiva para aquellos centros en los que estén todos sus usuarios y trabajadores inmunizados. Es decir, que haya pasado una semana desde que recibieran la segunda de las dos dosis de la vacuna. Que es justo el momento en el que se alcanza el mayor grado de inmunidad posible y se puede decir ya sin miedo que las defensas adquiridas son infranqueables para el virus.

Actualmente en la provincia se encuentran en esta situación más del 95% de las residencias. Según explica Mariola Soto, que tenga constancia solo queda pendiente de la segunda dosis dos centros tras haber tenido brotes duraderos en esta tercera ola. La primera es Virgen de los Remedios, que está ubicada en Algarinejo, uno de los municipios más castigados de la pandemia. No obstante llegó a tener la segunda tasa más alta de incidencia acumulada de toda Andalucía. Con una transmisión tan alta en la calle, era previsible que el virus acabara llegando al interior del centro residencial, que le sorprendió un brote en enero, justo al inicio de la campaña de vacunación en residencias.

Actualmente la mayoría de sus residentes y trabajadores cuentan ya con las dos dosis. Pero aún quedan algunos rezagados a quienes no se les pudo completar la inmunización al estar contagiados. Una vez que todos están recuperados, las previsiones del distrito Granada-Metropolitano es que puedan acceder a la segunda toma previsiblemente el martes, que será cuando se desplace una de sus unidades móviles a la propia residencia. Asimismo ocurrirá un día antes, si no surge ningún imprevisto, en otro centro residencial que tiene también pendiente culminar este proceso. Se trata del Hogar San José de Baza, cuyo foco se dio por cerrado esta misma semana. Había 26 residentes infectados, quienes ya podrán completar el ciclo tras dejar atrás la covid. Cuando se inmunicen ambos centros solo quedarán los cabos sueltos.

Personas, ya sean usuarios o trabajadores, que por un motivo o por otro no han podido vacunarse todavía. Son los rezagados de la tercera y última vuelta que se ha dado a todos los centros residenciales, donde también se están realizando rondas de antígenos entre los profesionales. Un protocolo que no se ha variado a pesar de la inmunización y que así continuará hasta que se dicte lo contrario.

Aunque la inmunización sea un hecho e incluso se permitan visitas y también salidas, la orden es que todos los centros sigan respetando los protocolos anticontagio. Todo el mundo lleva mascarilla y a los usuarios se les reparte en grupos burbuja, al menos en las residencias de mayor tamaño. Tampoco se modificará el sistema de actuación en caso de contagio, tal y como explica Soto, que se congratula por haber alcanzando por fin el objetivo de los 'cero casos', pero que ante el desconocimiento que aún hay del virus, prefiere no bajar la guardia.