Un ecologista que empezó en el CDS

Melómano y ecologista convencido, se le puede ver en su tiempo libre sembrando árboles con una de sus hijas, afición que combina con su otro gran amor, la abogacía, profesión que ejerce desde 1985. Rodríguez toma la batuta y 'planta la semilla', esta vez del cambio, en los despachos de Joaquina Eguaras. Su encumbramiento político se fraguó en las aulas de la Facultad de Derecho, donde se especializó en varias áreas. Es letrado Especialista en Urbanismo, Derecho Administrativo, Civil, Hipotecario y Agrario.

La andadura de Rodríguez por el farragoso camino de la política comenzó en el partido Centro Democrático y Social (CDS) en el Ayuntamiento de Santa Fe. Inspirado por el difunto Adolfo Suárez, estuvo en el Consistorio entre 1987 y 1991. Su círculo cercano asegura que tras sufrir un desengaño durante aquella etapa decidió que la mejor opción era continuar su carrera como jurista, que alcanzó un nuevo hito tras su nombramiento como consejero externo del órgano de administración de Caja Rural.

El ahora responsable de Regeneración Democrática retomó su actividad política en las elecciones municipales de 2015, esta vez bajo las siglas de la formación naranja. Un telefonazo del comité provincial de Cs sacó a Gustavo de su letargo político y le incluyó entre los fichajes granadinos para las listas.Rodríguez aceptó el reto, según Luis Salvador, líder de Ciudadanos en Granada, porque era seguidor de Albert Rivera y compartía su punto de vista, lo que le ayudó a dar el paso. Gustavo fue cabeza de lista de la candidatura con éxito. Tras los comicios ocupó el cargo de portavoz de Cs en el Ayuntamiento santafesino. Salvador, que lo conoce bastante bien, asegura que es una de las personas de referencia en la provincia por sus cualidades de liderazgo y su diligencia: «Se ha ganado el respeto de todos los compañeros de partido». Incluso los sectores más críticos con la gestión del diputado granadino lo definen como un gran hombre.

En el ámbito personal, Rodríguez toma clases de piano, es amante de la música clásica y del arte dramático. Siempre encuentra un hueco para sentarse en una butaca a ver una función teatral o leer. A sus 58 años, padre de dos hijas, continúa practicando senderismo y disfruta de sus escapadas a la naturaleza, interés por el medio ambiente que ha defendido en los juzgados.

Los compañeros de tribunales del nuevo delegado destacan su compromiso y entrega en todas las causas en las que se implica. «Su ímpetu y experiencia como abogado y portavoz en el Ayuntamiento de Santa Fe le van a convertir en un gran delegado. Le conozco desde hace más de 20 años y sé que va a sufrir porque se va a dejar la piel haciendo lo que le gusta en servicio de los demás» , explica uno de sus amigos cercanos.

Aunque la Junta de Andalucía aún no ha borrado de la página web el nombre de Vivancos, Rodríguez completa el equipo de seis delegados que, junto a su máximo representante –Pablo García–, conforman la representación del Gobierno andaluz en la provincia.