El eco campus de la UGR en la Azucarera conectará Granada con un corredor verde
El proyecto de recuperación de este espacio BIC plantea un gran atrio, una sala de congresos, espacios para investigación y la generación de energía para autoabastecerse a través de la geotermia
La gran fábrica en la que se trabaja cada día con remolacha se convertirá en un gran eco campus de la Universidad de Granada (UGR) ... donde habrá investigación puntera, innovación y cultura. La sostenibilidad será clave. El recinto tiene 88.000 metros cuadrados de parcela y cerca de 20.000 metros cuadrados construidos de naves industriales. Una nueva vida para esta zona de la capital (Bobadilla-carretera de Málaga). El antiguo complejo industrial será campus universitario.
Este jueves, la rectora, Pilar Aranda, las máximas autoridades políticas y representantes sociales han vuelto al considerado como uno de los 100 mejores edificios industriales de España. Abandonado desde 1984. Declarado BIC en 2015. La Azucarera, ese gran conjunto de naves que el granadino identifica fácilmente porque destaca en esta zona de la vega, ha sido objeto de limpieza (matorrales, vallado y borrado de algunas pintadas) así como de intervenciones de emergencias (destilería, chimenea y capilla) por el enjambre sísmicos. En los últimos dieciocho meses ha cambiado su imagen, aunque queda mucho y será necesario mucho dinero.
Desde que la Universidad la compró (diciembre de 2021 por 2,7 millones de euros) el trabajo no ha cesado tanto en las acciones directas como en la redacción de estudios. Para el futuro el proyecto es muy ambicioso. El arquitecto Juan Domingo Santos plantea un proyecto con «tres escalas». La primera está centrada en la conexión con la ciudad a través de un gran corredor verde (necesita de la intervención en el PGOU). Enlazaría la Estación de Andaluces con la vega.
La segunda escala se fija en el entorno. Un parque ecológico, agrario, sostenible y de memoria con múltiples actividades. Una especie de campus de Fuentenueva abierto a los vecinos. El agua jugará un papel crucial. La intención es no solo recuperar los edificios, también el agua (bolsa subterránea-explotar el geotermalismo) para que este nuevo campus se pueda autoabastecer.
Y, la tercera gran acción se centra en los usos concretos fundamentados en las labores de investigación y extensión universitaria. Una de las naves principales podría acoger un gran atrio; y la nave de calderas, una gran sala de congresos. Son solo algunos ejemplos que comparó con otras fábricas recuperadas en otros países. Espacios abiertos y polivalentes.
Dentro de la AzucareraVer 44 fotos
El arquitecto Juan Domingo Santos, catedrático del departamento de Expresión Gráfica Arquitectónica y en la Ingeniería de la UGR y director del equipo redactor del proyecto de rehabilitación, fue el encargado de exponer este proyecto, que está abierto para que se pueda colaborar y aportar ideas. En el primer eco campus la idea es que haya espacios residenciales y pueda tener una actividad continua. El occidente de la ciudad tiene en la Azucarera su gran proyecto. Para ello será necesaria la colaboración pública y privada. Está presentado a la Junta y el Ayuntamiento.
Los primeros moradores de este antiguo complejo industrial serán los investigadores. El grupo del catedrático Antolino Gallego, que investiga con el chopo, será de los primeros. La nave, que se construyó en los sesenta (no es BIC), se está adecuando. Después llegarán otros científicos que estudian sobre clima, inteligencia artificial, usos agrarios, entre otros.
La nave principal de producción de azúcar fue el escenario elegido para presentar la nueva Azucarera. En primera fila la rectora Pilar Aranda, que recibió múltiples elogios por dar el paso de comprar este «templo». El vicerrector de Extensión Universitaria, Víctor Medina, fue el encargado de conducir el acto y de pedir colaboración a las instituciones y empresas. Y, por supuesto, que el metro llegue hasta esta zona.
Los primeros moradores de este antiguo complejo industrial serán los investigadores
La rectora se mostró feliz de poder presentar «este sueño» a la sociedad. Dijo que había sido posible comprar la Azucarera con el esfuerzo de los investigadores (un 30% ha crecido la captación de recursos en sus años de mandato). Es un proyecto que requerirá tiempo y la colaboración (fue la palabra más repetida en todos los discursos) de todos. Recordó que la negociación fue «muy dura». Dio la palabra, aunque no estaba previsto, al rector electo, el profesor Pedro Mercado. «Yo ya soy pasado», dijo Aranda.
Mercado estuvo en el proceso de negociaciones y compra porque era vicerrector de Política Institucional. «No hay futuro sin memoria y este es un lugar de memoria», valoró. Y repasó los grandes proyectos transformadores de la UGR: Ifmif-Dones, Inteligencia Artificial, Arqus y Horizonte 2031.
Tomaron también la palabra el vicerrector de Investigación, Enrique Herrera, que apostó por que Granada sea el centro de referencia de la investigación en sostenibilidad porque hay buenas mimbres. El delegado, Antonio Granados, no dudó: «La Junta estará». Lo mismo dijo el presidente de la Diputación, José Entrena: «Queremos estar con la Universidad». La subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, lo calificó como «un día histórico». Y el alcalde, Francisco Cuenca, avanzó que «este es un espacio de oportunidades para la ciudad».
El campus UGR-Sostenibilidad en la Azucarera de San Isidro, que fue motor de cambio de la ciudad en el siglo XX, se presenta en el siglo XXI como un espacio que facilite nuevos usos a la vega en un gran proyecto que prime la sostenibilidad y la innovación.
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