Colas en el centro de Granada para probar el dulce típico de Budapest y Praga: «Es exclusivo nuestro»
En Los Kürtos de la Abuela presumen de ser la única tienda que vende kürtőskalács, una elaboración típica de países como Hungría, Eslovaquía o República Checa, en toda la ciudad
Un nuevo local que acumula colas y colas para probar el producto que han puesto de moda en Granada. Quienes hayan estado en Praga, Budapest ... o Bratislava seguro que han visto o probado los kürtőskalács, un pastel húgaro con forma cilíndrica que se cocina a la vista de los clientes y que se sirve espolvoreado con azúcar y relleno de helado o diferentes salsas y cremas. Uno de los dulces más típicos del centro y este de Europa que desde hace varias semanas también puede comprarse en la capital granadina.
Esto es posible gracias a Los Kürtos de la Abuela, un negocio ubicado en el número 64 de la céntrica calle Pedro Antonio de Alarcón que presume de ser los primeros en traer esta elaboración a la ciudad. Llevan abiertos desde el pasado 4 de octubre y la acogida, al menos por el momento, no ha podido ser mejor, con grandes colas para disfrutar de este dulce tan típico en otros países europeos.
«La idea nace de nuestros viajes, de verlo en otros países. Somos los únicos que lo ofrecemos en Granada, lo tenemos en exclusividad», cuentan a IDEAL Estefanía Palma y Alberto González, propietarios de Los Kürtos de la Abuela. Según explican, hacen la elaboración de los kürtőskalács de manera «totalmente artesanal» porque no querían trabajar con productos congelados.
«Queremos llegar a diferentes puntos de la provincia poniendo los kurtos en heladerías y también en eventos»
Estefanía y Alberto
Propietarios de Los Kürtos de la Abuela
«Los ofrecemos de muchas maneras, desde solo con azúcar y canela, que es el clásico y como se come allí, hasta con helado y cremas de diferentes sabores». De este modo, puede disfrutarse de este dulce en su versión clásica o con sabores como el chocolate Dubai, galleta Lotus, Oreo o Pantera Rosa, entre muchos otros. Todo a precios que parten desde los cuatro euros y que se incrementan entre 50 céntimos y un euro por cada ingrediente extra.
Sobre si los kürtőskalács están gustando mucho a los granadinos o no, Estefanía y Alberto comentan que por el momento están siendo todo un éxito: «A la gente le están gustando mucho, algunos días incluso nos quedamos sin producto porque lo vendemos todo y no hay más hasta el día siguiente». «La verdad es que la acogida no ha podido ser mejor», aseguran.
De cara al futuro, la idea que tienen los propietarios de Los Kürtos de la Abuela es «que toda Granada disfrute» de su producto. «Queremos llegar a diferentes puntos de la provincia poniendo los kurtos en heladerías y también en eventos. También nos gustaría poder ser franquicia, lo vemos como un negocio muy escalable», finalizan.
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