Maestra Ave María Casa Madre
Doña Paquita, otra estrella que nos cuida desde el cielo del AlbaicínDedicada en cuerpo y alma a los parvulitos, se aplicó durante cuatro décadas a la enseñanza
Francisca Pérez Guerrero, Doña Paquita del Ave María Casa Madre, ha fallecido con 96 años de edad. Su vida ha sido larga y fecunda, como ... fue la de su madre, que también murió a la avanzada edad de 99 años. No solo la siguió en vida larga a su madre sino también en vocación de enseñar.
Doña Paquita nace en Alcalá la Real, porque su padre Zacarías era funcionario de prisiones y por lo visto estuvo destinado en al zona hasta que se instalan en Granada. El padre de Zacarías, a su vez, fue director de la cárcel de Granada. Vivieron en el barrio de Fígares, donde se instalaron.
Francisca, como decíamos, estudió Magisterio en La Normal siguiendo la tradición de su madre, que también había sido maestra de escuela, y se sacó las oposición muy jovencita. Siempre contaba que su primer destino fue dar clases en la enfermería de la plaza de toros de Baza. Luego, tras distintos testimonios, llegó al Ave María Casa Madre en la Cuesta del Chapiz.
Doña Paquita era parvulista, especialista en párvulos, los niños pequeños. Y desde los años sesenta estuvo una larga temporada. De hecho trabajó más de cuarenta años dedicada a los barrios del Albaicín y del Sacromonte, siguiendo la estela de don Andrés Manjón.
Enseñanzas manjonianas
«Quien no sepa amar no sabe educar ni a sí mismo ni a los demás. El gran medio de la educación es la bondad, es el amor (...) el más desdichado de los hombres es el que menos ama; el más desdichado de los educadores es el que seca la fuente del amor», dejó escrito Andrés Manjón y practicó Doña Paquita junto a don José Montero, un sacerdote avemariano con el que coincidió. Hicieron mucho trabajo de promoción social y humana de la gente del barrio, de muchas generaciones de estos dos barrios.
En la última etapa de su vida, para estar más cerca de casa, término siendo parvulista del colegio de la Inmaculada, que se ubica donde está Fray Leopoldo, frente al Hospital Real. Finalmente terminó en el Luis Rosales, un colegio de niños de Infantil frente a los Comedores Universitarios. Este fue su último destino.
Doña Paquita, tras una vida dedicada a los parvulitos, los más pequeños de Granada durante tantas generaciones, es ahora otra estrella que nos cuida desde el cielo del Albaicín.
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