Un docente sordo de Granada denuncia el cobro de un intérprete para declarar al fisco
Se siente discriminado porque la Asociación de Personas Sordas de Granada solo ofrece este servicio gratis a sus afiliados e insta soluciones a la AEAT
José Pérez es un profesor sordo de Granada. Da clases en un colegio de la capital y en otro centro de Iznalloz. Según detalla, imparte ... asignaturas y orienta a otros docentes en la enseñanza a alumnos con su misma discapacidad mediante la lengua de signos. Las señas son, como es lógico, una herramienta de trabajo fundamental para él, así como su principal forma de comunicarse con otras personas con problemas auditivos y, en general, con el mundo. También con las administraciones, incluido Hacienda.
Estamos en plena campaña de Declaración de la Renta y José no ha presentado aún la suya. No lo ha hecho porque se resiste a pagar los servicios del intérprete que ha puesto ASOGRA (Asociación de Personas Sordas de Granada y provincia) a disposición de la comunidad sorda en los días en que un técnico de la delegación de Hacienda de Granada se desplaza hasta la sede de la entidad para atender a los integrantes de este colectivo de forma individualizada.
Según José, ASOGRA cobra «diez euros» a las personas sordas que se trasladen allí a hacer su declaración si no están asociadas. Él no lo está y se siente «discriminado» por tener que desembolsar dinero por el intérprete.
Aunque hace ahora pública su denuncia por este hecho, lo cierto es que la protesta de José no es de ahora. Acude al encuentro con IDEAL, que se desarrolla frente a la sede de la Agencia Tributaria del Triunfo, con una carpeta repleta de documentos ordenados cronológicamente y otras tres personas con las que comparte discapacidad y reivindicación.
Documentos
Los documentos que enseña a este diario son los numerosos escritos que desde julio de 2020 ha presentado para reclamar su derecho a un intérprete de lengua de signos gratuito para cumplir con sus obligaciones con el fisco. Su primera petición la dirigió a Hacienda. Luego hubo otras: al Ayuntamiento de Granada, a diferentes representantes de los grupos políticos municipales (PP, PSOE y Podemos), al Defensor de la Ciudadanía, al delegado territorial de igualdad y, por supuesto, a la propia ASOGRA.
De su relación de solicitudes y respuestas se desprende que, por ahora, nadie le ha dado una solución. Ha recibido varias veces contestación de la AEAT y de la asociación, pero su reivindicación aún no ha sido atendida. Por eso ya ha buscado, según comenta, «un abogado», a fin de pelear en los tribunales lo que, como recalca, es «un derecho» para los ciudadanos con discapacidad auditiva. Cuenta aparte con el apoyo de otras personas sordas no asociadas a ASOGRA.
De hecho, en uno de los últimos escritos que ha presentado ante la Delegación de la Agencia Tributaria de Granada, fechado el 6 de abril, aportó una treintena de firmas respaldando su demanda. En el documento, solicitaba «atención al ciudadano con discapacidad auditiva, mediante intérprete de Lengua de Signos Española, tal y como exige la ley».
En sus respuestas a este profesor, ASOGRA niega que se esté excluyendo o discriminando a nadie y defiende que se trata de un servicio para los asociados que pagan su cuota mensual
En sus respuestas a José, ASOGRA niega que se esté excluyendo a nadie en la asociación. «ASOGRA siempre ha velado y velará por todas las personas sordas, pero en términos de igualdad y equidad», indica la entidad en uno de sus escritos. Rebate así la alegación de un supuesto trato discriminatorio de este docente, dejando claro que las personas afiliadas pagan una cuota mensual por la que se benefician de determinados servicios, entre ellos el de la asistencia de intérprete en la declaración en su sede. Y si se extendiera este servicio a los no socios, a su juicio, se estaría tratando de forma discriminatoria a quienes sí lo son.
Al mismo tiempo la asociación le recuerda que existen varios recursos existentes para que él, «como persona sorda y usuaria de la Lengua de Signos», pueda realizar su declaración.
Por un lado, la asociación le informa que existe un «acceso especial en SVIsual para que aquellas personas sordas que deseen contactar telefónicamente con la Agencia Tributaria para solicitar cita previa, para asistencia en la confección de su Declaración de la Renta, o para realizar otras gestiones telefónicas, puedan hacerlo sin barreras de comunicación». Por otro, le indica que gracias a la Fundación Accesibilidad y Personas Sordas (FACC) puede disponer de un servicio de interpretación en Lengua de Signos para sus gestiones ordinarias, entre las que está incluida la realización de su Declaración de la Renta para desplazarse a la Delegación de la AEAT». Junto a ello le especifica un número de móvil.
José ha mantenido, según los documentos que exhibe, hasta una reunión con el delegado de la Agencia Tributaria en Granada, en la que le expuso la situación que denuncia.
Igualdad
Para este docente, que enmarca su acción en lograr la igualdad de oportunidades en el ejercicio de sus derechos y en cumplimiento de sus obligaciones tributarias, él y a los demás que representa se encuentran «ante una clara discriminación por razones económicas en un conjunto de ¡personas ante un trámite obligatorio en un servicio de carácter público».
Por eso este profesor está tocando a todas las puertas posibles «para que esta injusticia se solvente» antes de que finalice la actual campaña de declaración de la renta. La solución pasaría, por ejemplo, porque un intérprete estuviera de manera física durante una jornada completa en una de las oficinas de la AEATpara que cualquier persona de su colectivo acuda con cita previa a realizar su declaración «como cualquier otro ciudadano, de manera presencial y cercana». Eso sería una medida a corto plazo. A largo, propone modificar el convenio firmado con CERMI (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) y Fundación ONCE, en el que se encuadra el desplazamiento del técnico de Hacienda a la sede de ASOGRA, «de tal modo que reflejen la atención a asociados y no asociados, es decir, la atención a todas las personas con discapacidad sin distinción».
De lo contrario, él y quienes se encuentran en las mismas circunstancias, este año se verán obligados a contratar un intérprete por su cuenta que les asista cuando acudan a su cita con el fisco.
Contratar a un intérprete de Lengua de Signos cuesta «unos 20 euros la hora», dice el docente. Pero más allá del dinero, tras su reivindicación está defender un derecho que las leyes contemplan para quienes como él no oyen pero quieren ser escuchados. IDEAL ha tratado de recabar sin éxito la versión de ASOGRA.
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