Policía Nacional

Un dispositivo para detener en una discoteca de Granada a un fugitivo de la justicia

El objetivo del cuerpo, según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas al caso, era uno de los presuntos autores del apuñalamiento a un portero en la feria del Corpus de 2019. El pasado mes de octubre estaba previsto el juicio, pero no se presentó -sí lo hicieron los otros tres supuestos implicados-. En consecuencia, la Audiencia de Granada dictó orden de busca y captura e ingreso en prisión.

Volviendo al arresto, se produjo en la madrugada del pasado domingo, 22 de diciembre, en torno a las cinco de la madrugada. El susodicho es un varón español, de 28 años, miembro de un clan familiar. Aquella noche se disponía a salir de fiesta por el Centro de Granada y acabó en una discoteca con varias personas más. Pese a estar en busca y captura, se paseó por calles repletas de gente y entró en el local. Allí bebió y bailó sin saber que la Policía Nacional estaba siguiéndole la pista.

Sobre las cinco de la madrugada llegaron los primeros policías nacionales en un coche camuflado. Ellos también iban vestidos de paisano. Segundos después, accedieron otros policías, en este caso uniformados. Accedieron por la puerta de emergencia, situada en la parte trasera, después de solicitar al personal que les abriera la puerta.

Fueron apenas 30 segundos lo que tardaron en completar la intervención. Entraron, fueron directos a por su objetivo y se lo llevaron detenido. La discreción fue máxima. Al estar cerca de la puerta de emergencia, se lo llevaron sin causar escándalo en la pista de baile. Por otro lado, testigos señalan que el arrestado portaba en aquel momento «una navaja de grandes dimensiones». Fuentes judiciales confirman que ha ingresado en prisión.

El juicio por el que el joven se tiene que sentar en el banquillo fue suspendido por su incomparecencia. Se enfrenta a peticiones de siete años y seis meses de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, al igual que los otros tres presuntos implicados en la agresión.

Ante la ausencia de una justificación formal para no comparecer y dadas las elevadas penas que se solicitan, la fiscal del caso solicitó la suspensión de la vista y la busca e ingreso en prisión de esta persona para garantizar su asistencia cuando vuelva a señalarse el juicio, tal y como acordó el tribunal.

Los hechos se remontan a las cinco de la madrugada del jueves festivo de Corpus de 2019. La víctima, que ejerce la acusación particular y solicita la misma petición que Fiscalía, realizaba su labor de vigilante en la caseta 'Babilonia' del ferial de Almanjáyar cuando se dispuso a mediar en una discusión que iniciaron dos de los procesados, los cuales llamaron a su vez a otros dos familiares.

Los cuatro, junto a un menor que no está acusado en esta causa, se unieron al ataque contra el vigilante, al que presuntamente propinaron «toda suerte de brutales patadas y puñetazos», además de asestarle varias puñaladas con un arma blanca -una navaja o un machete- en distintas partes del cuerpo, según señala la Fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales.

Tras la agresión, y gracias al tumulto que provocó esta situación, los acusados pudieron abandonar el lugar a toda prisa dejando en parada cardiorrespiratoria a la víctima, que fue evacuada por los servicios sanitarios y operada de urgencia, logrando salvar la vida tras unos días en la UCI.