Dice que no quería hacer daño a su madre pese a que puso una bomba en su casa
Durante el juicio, la fiscalía de Granada eleva de nueve años y diez meses de cárcel a catorce años la petición de condena del procesado
El procesado fabricó un alambicado artefacto explosivo y lo colocó en la casa de su madre, en la localidad granadina de Santa Fe, para hacerlo ... estallar con un mando a distancia mientras ella dormía. Pese a ello, ha dicho en la vista oral, celebrada en la Audiencia Provincial, que no quería hacer daño a la mujer, que esperaba que su progenitora saliera indemne de la deflagración, que no llegó a producirse. Presuntamente, el autor de los hechos llegó incluso a apretar el botón que debía activar el ingenio, pero algo falló. Si embargo, la víctima, de avanzada edad, resultó intoxicada por la inhalación de gas. La rápida intervención de la Policía Local del municipio evitó males mayores, según manifestó el letrado que ejerce la acusación particular en este caso, que agradeció a los agentes su actuación. Fue la madrugada del 6 de febrero del pasado año y la afectada tenía entonces 82 años.
En la parte final del juicio, y tras escuchar las manifestaciones del imputado, la fiscalía elevó de nueve años y diez meses de cárcel a catorce la petición de condena del procesado. En este sentido, el representante del ministerio público entendió que el encausado cometió un presunto delito de intento de asesinato y no de homicidio en grado de tentativa, que era lo que había sostenido inicialmente.
Tras el suceso, el investigado cogió su moto y se desplazó hasta las inmediaciones de la población murciana de Cartagena. Era el final de la escapada. Aparcó cuidadosamente su vehículo en el arcén de una carretera cercana a la ciudad y se lanzó a contra un camión que en esos momentos circulaba por la zona. El conductor no pudo esquivarlo y el fugitivo sufrió heridas muy graves. No obstante, se recuperó y fue detenido por la Policía Nacional.
Un diario
El acusado había dejado escrito en un diario, que confiscaron los investigadores, su intención de quitarse la vida después de, supuestamente, perpetrar el atentado contra su madre.
Respecto al móvil del crimen, los testigos declararon que el encausado, que convivía con su madre, había agredido a una de sus hermanas porque esta le reprochó que tuviera la vivienda llena de cámaras. Había instalado dispositivos de vigilancia hasta en los aseos. Presuntamente, reaccionó violentamente a la reprimenda de su hermana y su madre lo echó de la casa.
Supuestamente, fue entonces cuando empezó a maquinar su venganza y confeccionó un artefacto explosivo para volar el inmueble de su progenitora con ella dentro. Los policías que atendieron a la octogenaria hallaron en el interior de la finca siete bombonas de gas con las espitas abiertas. Además, encontraron varios braseros eléctricos que habían sido programados para encenderse al mismo tiempo.
Al parecer, fue la propia víctima la que señaló a su hijo como el supuesto autor del montaje explosivo. La mujer, que había estado respirando el aire envenenado durante horas, presentaba claros síntomas de intoxicación y fue trasladada a un centro hospitalario. No obstante, recibió el alta poco después, ya que su estado no revestía gravedad.
Fue un vecino el que alertó de los hechos al ver a la anciana llorando y presa de un ataque de nervios.
Cuando terminó la vista, la madre del acusado dejó claro a los familiares que la acompañaban que no se había creído las afirmaciones de su hijo. «¿Que no quería hacerme daño? Pero si me puso cinco bombonas de butano».
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