Descubren que 1.234 'riders' trabajaban en Granada como falsos autónomos

Y los resultados de esta estrategia, a nivel provincial, ofrecen cifras abultadas de fraude. La campaña específica de vigilancia de la Inspección detectó durante el pasado año 2022 que 1.234 riders trabajaban como falsos autónomos para plataformas de reparto en la provincia, según los datos ofrecidos a IDEAL por la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Granada.

Las plataformas de reparto concentraron así el grueso de las actuaciones para perseguir el fraude de los falsos autónomos, que destaparon que un total de 1.261 trabajadores se encontraban en esta situación. De ellos 1.234 eran riders (1.207 hombres y 54 mujeres) y los 27 restantes trabajaban en empresas de otros sectores.

La Inspección ha reclamado a las empresas empleadoras de estos falsos autónomos, a las que se ha ordenado que regularicen su situación, un total de 1.972.777,18 euros en cuotas a la Seguridad Social y otros conceptos de recaudación conjunta. Las plataformas han recurrido estos expedientes sancionadores.

«En el caso, por ejemplo, de un periodista que trabaja como falso autónomo la situación es mucho más fácil de detectar, pero el caso de los riders presenta complejidades que tienen que ver con el empleo de logaritmos e inteligencia artificial para elegir a los trabajadores. Estos trabajadores están sometidos a medios de control por sistemas digitales«, esgrime el jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Granada, Jesús Rodríguez Garvayo.

La actuaciones, realizadas por la unidad de Seguridad Social y enmarcadas dentro de la estrategia nacional de lucha contra el fraude en este sector, investigó los datos de facturación de las plataformas digitales que trabajan en Granada y las condiciones de los empleados, con entrevistas a los propios riders.

«El problema que se daba en Granada es que, en muchas ocasiones, la persona que se daba de alta como autónomo en la plataforma no hacía el trabajo sino que a la vez lo vendía a trabajadores extranjeros sin permiso de residencia en el país, por lo que había un negocio sumergido paralelo con una degradación absoluta de las relaciones laborales. Combatirlo es un objetivo prioritario de la inspección«, subraya el jefe provincial.

Las motos, bicis o patinetes en las que reparten son del propio trabajador, pero un autónomo tiene que poder decidir sus clientes, horario o precio de su trabajo y en la práctica, para estos repartidores dados de alta como autónomos en las plataformas, no era así, sino que entraban en el modelo y era la aplicación la que gestionaba su trabajo, en función de un algoritmo. La mayoría de los riders aprovechaban la tarifa plana de autónomos, con cuotas reducidas de 60 euros los doce primeros meses, para funcionar dentro de este sistema.

«Nos hemos encontrado con todo tipo de situaciones. Había una empresa, Just Eat, que desde primera hora sí cumplió la norma, lo que nos anima más aún a perseguir el fraude para combatir la competencia leal. La Inspección no solo vela por los derechos de los trabajadores sino por los de los empresarios que cumplen con las normas«, concluye el Jefe de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social de Granada.