Al descubierto ya 38 de los 56 metros de la torre de la Catedral de Granada
La empresa retira el andamio del segundo cuerpo, lo que permite ver el espectacular trabajo realizado en las cornisas, muy deterioradas
La empresa Dávila Fortress está acometiendo ya el desmontaje del andamio del segundo cuerpo de la torre de la Catedral, una vez culminada la restauración ... de todos los elementos pétreos. De esta forma, quedarán ya al descubierto 38 de los 56 metros. Según el arquitecto redactor del proyecto y director de la obra, Diego Garzón, la tarea se está realizando con las máximas garantías de seguridad «al tratarse de un trabajo en altura». «No se está precisando grúa;cada uno de los elementos se está retirando de una forma manual», explica Garzón, quien explica que todas las mañanas se está cortando la calle Al Pie de la Torre para garantizar aún más la integridad de los viandantes. El proceso comenzó el pasado lunes y se estima que dudará unos diez días.
Los operarios están liberando poco a poco el alzado, a la que estaba asido la enorme estructura que cubría por completo las cuatro fachadas. Para ello se desatornillan las argollas de las sillerías y los agujeros se tapan con mortero de restauración, de tal forma que el aspecto es uniforme.
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Los ciudadanos –hay visitantes asiduos– podrán observar ya totalmente reparadas las cornisas de este 'segundo piso', que se encontraban muy deterioradas tras la intervención acometida por Prieto Moreno en los años setenta. En ese momento se adoptó como solución la implementación de hormigón armado, que se corrompió mucho en estos cincuenta años por la oxidación del hierro.
El dato
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18 Los técnicos están trabajando ahora en la restauración de la superficie pétrea del primer cuerpo de la torre, unos 18 metros de altura. Esta parte es la más antigua, proyectada por Diego de Siloé, y cuenta con múltiples elementos escultóricos como metopas.
También se pueden ver como nuevos los aleros de la zona del Evangelio, donde no tocó Prieto Moreno, y que estaban muy desgastados como consecuencia de la arenización. «El equipo de Dávila Fortress y Julia Ramos han llevado a cabo un impresionante trabajo de reintegración de volúmenes, de tal forma que las piezas han recuperado la consistencia y el color dorado primigenio, teniendo en cuenta que en algunos casos los voladizos son de casi metro y medio», asegura Diego Garzón.
Ahora quedan los dieciocho metros de la parte inferior. La mitad ya está limpia. La piedra estaba muy afectada por la costra gris provocada por la contaminación ambiental –tubos de escape, calefacciones, condiciones ambientales...–. Ya están con la otra mitad, una superficie muy interesante por ser la más antigua y porque está llena de elementos escultóricos como metopas, triglifos y cabezas de león. Esta sección fue proyectada por Diego de Siloé.
Segunda fase
De forma paralela, y mientras que llegan los fondos del 2% Cultural, ya ha arrancado también la segunda fase de la rehabilitación de la torre campanario. Se están tratando los forjados y se ha eliminado toda la tabiquería moderna de la vivienda de los campaneros –donde se hallaba el estudio de Alonso Cano–. En las próximas semanas se actuará sobre la madera
También se ha quitado la solería del cuerpo de campanas, sobre la que se había extendido una capa de grava de unos treinta centímetros –se supone que para aislar las habitaciones superiores de los campaneros–, lo que generaba un sobrepeso. Está muy avanzado, además, el saneamiento de las escaleras de caracol que se usarán en el futuro para acceder a la terraza mirador de 360 grados, que ya está finiquitada.
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