Un descenso por los cañones de Granada: agua verde esmeralda, pozas y aventura
Se trata de la ruta de Río Verde, que desde Otívar ofrece uno de los recorridos más interesantes de la provincia para realizar en verano
Una aventura cargada de saltos de agua, barranquismo, senderismo y poas de agua verde esmeralda. Eso es lo que ofrece la ruta de Río Verde ... de Granada, un recorrido descendente por los terrenos de media montaña de la Sierra de Almijara de dificultad moderada que ofrece un plan inmejorable para realizar durante los meses de verano.
Esta ruta es exigente y puede alargarse entre tres y cinco horas para completarla. Además, si se quiere practicar el barranquismo y realizar la ruta al completo, es necesario vestir traje de neopreno, utilizar casco, arnés y un calzado que se pueda mojar para completarla de forma segura.
Para acceder a la ruta de Río Verde hay que tomar la conocida como 'Carretera de la Cabra'. Su inicio se encuentra en el conocido como 'Collado de Chortales', junto a la señalización que indica el kilómetro 28,7 de la carretera Granada-Almuñécar. El recorrido es extenso, pudiendo superar los 20 kilómetros de distancia, aunque existe una versión más pequeña de unos 7 kilómetros de ida y vuelta.
Todo el recorrido discurre de forma íntegra dentro del término municipal de Otívar. La ruta está perfectamente señalizada. Durante el primer tramo encontramos impresionantes vistas de la Sierra de Almijara y de cañones kársticos, que son relieves originados por la descomposición de rocas a lo largo de miles de años, en este caso caliza.
Poco después del comienzo de la ruta no se tardará mucho en llegar a uno de los puntos más interesantes de todo el itinerario: la 'Cascada de los Árboles Petrificados', también conocida como las 'Chorreras de los Palos'. Eso sí, para acceder a esta zona es necesario superar un tramo con una pendiente descendente que exige cierta precaución para no acabar en el suelo.
En esta zona las raíces de los árboles han descendido y depositado su peso sobre la roca montañosa. Además, el agua carbonatada de los acuíferos ha mineralizado la vegetación, que se mimetiza con el resto del paisaje. Bajo la cascada existe una poza de agua ideal para refrescarse y huir, aunque sea momentáneamente, de las altas temperaturas.
Más adelante los aventureros se toparán con la fuente de las Cabrerizas, un manantial que cuenta con agua durante todo el año. Y en un tramo más avanzado de la ruta aparecen las cascadas del barranco de Funes. de 30 metros de caída. Además, los barrancos de los Madroñales, Rambla Seca, de las Chorreras y del Lagarto se suceden conforme se van recorriendo kilómetros de este itinerario senderista. Una ruta que puede disfrutarse en forma de descenso de cañones o barranquismo para los más aventureros.
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