Desalojan un edificio de la calle Parrilla tras derrumbarse el tejado

Tan grave que todos los inquilinos fueron desalojados de inmediato por el peligro de colapso de todo el inmueble. En los dos días posteriores se fue cayendo la cubierta. El Ayuntamiento de Granada decretó el estado de 'ruina inminente' –todos los residentes viven en régimen de alquiler– y el acotamiento de la vía para evitar daños a las personas por posibles desprendimientos. Un siniestro que, además, tiene repercusión sobre una finca aledaña, porque escombros de la parte del hastial que se ha desplomado han caído sobre su terraza; sus muros son medianeros.

El informe de los técnicos municipales, firmado por la Dirección Técnica de Obras, la Subdirección de Arquitectura y el Servicio de Conservación de Edificios, no puede ser más concluyente. «El inmueble presenta derrumbe generalizado de la cubierta, caída parcial de la cornisa, caída parcial del alero y revestimientos con desprendimientos en fachada». «La finca se encuentra en estado de ruina inminente –prosigue– ya que amenaza con derruirse de modo inmediato, con peligro para la seguridad pública».

Y agregan tres circunstancias definitivas: «Los daños son de carácter irreversible», «la ejecución de las medidas de seguridad para el mantenimiento de la construcción resultan inútiles y arriesgadas» y «la demora en los trabajos de demolición implica un peligro real para las personas».

Por todo ello, se insta a la propiedad a que en el plazo de treinta días desde la recepción de la notificación realice el proyecto de desmonte y demolición de la cubierta con ejecución de una nueva provisional. Y posteriormente deberá proceder, entre otras medidas, a la reparación o sustitución de los techos interiores afectados, tabiquerías e instalaciones y la revisión de la estructura horizontal y vertical, colocando testigos para comprobar si se producen movimientos.

¿Era previsible que pasara lo que ha pasado? Pues a la vista de los antecedentes que expone el Ayuntamiento, la respuesta es sí. En julio de 2010 «se ordena a la propiedad actuaciones de reparación de la cubierta». En julio de 2013 «se requiere el informe de la InspecciónTécnica de Edificios y se ordena a la propiedad la reparación de la cornisa, la limpieza de la cubierta y la eliminación de elementos sueltos en la fachada».

Según el consistorio, las órdenes de estos expedientes «han sido incumplidas por la propiedad, lo que ha generado la situación de peligro para la seguridad pública actual». «Se da, por consiguiente, el correspondiente incumplimiento del deber de conservación y rehabilitación».