Edición

Borrar
David Ferrer.
Ferrer, una llama que se resiste a apagarse
tenis

Ferrer, una llama que se resiste a apagarse

El alicantino se encuentra sumido en una crisis de resultados y de juego que a sus casi 35 años le planta ante el dilema más difícil de su carrera

MANUEL SÁNCHEZ

Lunes, 27 de marzo 2017, 17:26

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay tenistas que viven de un gran saque, otros de un buen revés y algunos de su juego de volea. En definitiva, jugadores que lo fían todo a un genial truco. Ferrer nunca fue así. Nunca vivió de un golpe, nunca tuvo un arma visible a la vista humana. Fue todo sentimiento. Siempre ha basado su vida tenística en la regularidad, en la constancia, la garra y la pelea. Ahora, al borde de los 35 años, el de Jávea está en el momento más bajo de su carrera; así al menos lo refleja su ranking y sus resultados. Ferrer es el número 32 del mundo, su peor posición desde 2005, y no gana un set desde el pasado Abierto de Australia, cuando alcanzó la tercera ronda. Tres victorias en lo que va de año no son los registros habituales de uno de los mejores tenistas de España y uno de los mejores del mundo de entre aquellos que nunca consiguieron un Grand Slam.

Las estadísticas no engañan. A estas alturas, Ferrer acumuló doce victorias en 2016, 21 en 2015 y 19 en 2014. Por ello, los siguientes meses se antojan importantísimos en la carrera y vida de 'Ferru'. Al término del Masters de Miami, y tras los cuartos de la Copa Davis, la tierra batida le brindará un último baile a Ferrer. Una última oportunidad de danzar sobre la arcilla que le vio hacer final en Roland Garros 2013 y que le catapultó a ser competitivo en todas las superficies.

En los próximos meses, defenderá octavos en Madrid, Roma y Roland Garros, lo que unido a las semifinales en Ginebra, da un total de 450 puntos. Una marca perfectamente batible para quien atesora doce títulos sobre polvo de ladrillo en su carrera. Aunque para ello necesite un cambio, más mental que técnico, ya que el tenis, como montar en bicicleta no se olvida nunca. Si bien no podrá reinventarse como otros, David necesita creer en sí mismo y volver a poner una bola más en juego, lo suficiente para que, con una victoria, su cabeza haga 'click' y vuelva el Ferrer de siempre. El objetivo no es que el alicantino se dé cuenta de que no debe retirarse, sino que encienda la mecha de su confianza y regale los últimos años de su carrera al mejor nivel, al estilo de lo que ha hecho Roger Federer a sus 35 años, Ivo Karlovic, con 38, o incluso su amigo Feliciano López, con 35.

¿El verdadero objetivo de Ferrer? Mandar un mensaje, pedir que no se le entierre, que, tras 17 años de carrera, 26 títulos, 1.031 partidos jugados y 696 ganados, casi seis años consecutivos en el 'top ten' mundial y alcanzar el número tres en 2013, David Ferrer se ha ganado el respeto y el derecho, por méritos propios, a despedirse del tenis cuando él quiera.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios