«Cuando el informador plasma sus nervios se convierte en un periodista de bufanda»
director de Cuero y Tinta
césar guisado
Sábado, 25 de julio 2015, 01:27
Criado en el Barrio de La Chana, José Luis Sánchez Maldonado emigró joven a Madrid. Con 20 años ya tenía claro que su vida profesional ... iba a estar ligada a la claqueta por lo que fue en la capital donde se especializó durante un lustro en las diferentes áreas de lo audiovisual. En formato documental, debutó con el Santo Manuel en 2010.
Regresa ahora con un nuevo trabajo, Cuero y Tinta, donde analiza los derroteros que ha tomado el periodismo deportivo en los grandes medios. Estrenó en cines de Madrid el mes pasado y tras la buena acogida se prepara para dar el salto a la pequeña pantalla.
Explíquenos qué es esto de Cuero y Tinta.
Es un largometraje, un documental y una radiografía al periodismo deportivo y más concretamente al mundo del fútbol que, como todos sabemos, copa el 90 por ciento de la información deportiva.
Para llevarlo a cabo ha sido capaz de entrevistarse con algunas de las caras más reconocibles de la profesión como Manolo Lama, José Ramón de la Morena, Josep Pedrerol o Tomás Roncero, ¿Le costó mover cielo y tierra?
Tuvimos la suerte de contar desde el principio con Ramón Ramos, quien escribió el guión conmigo. Él, al haber sido un periodista deportivo con bastante bagaje en la profesión, me consiguió algunos contactos. También tengo que dar las gracias a Javier Rufete, jefe de prensa del Granada CF, quien también nos facilitó hablar con otros. Hubo casos en los que unos sí nos recibieron y otros no.
Imagino que tratándose de ponerle los puntos sobre las íes a la profesión encontraría alguna puerta cerrada...
No es que nos dijeran que no. Es que algunos periodistas deportivos se han convertido prácticamente en una empresa. El caso más flagrante fue el de José María García, lo rodean tantas personas que hasta hoy no sabemos si él mismo se llegó a enterar de que estábamos haciendo un documental y queríamos entrevistarlo.
Ya han estrenado en cines de Madrid, ¿Qué tal la primera acogida?
Mucho mejor de lo esperado porque a nivel de prensa la promoción ha sido muy fuerte. Hemos tenido la suerte de que programas como Días de Cine o gente tan importante como Carlos Boyero y Carles Francino de La Ventana, en LaSer, les pareciera muy interesante nuestro trabajo y nos entrevistaran.
¿Y para quien no pueda desplazarse a la capital?
El pasado día 8 de julio se estrenó en la plataforma Filmin y la puesta de largo ha sido en Canal Plus y Yomvi, lo que le da repercusión nacional.
¿Ha recibido ya la crítica de los protagonistas?
De algunos sí, como Bernardo Salazar, que me dijo que le encantó. De otros todavía no hemos tenido feedback.
Hay quienes no salen muy bien parados...
Estamos muy tranquilos. Hemos realizado un documental bastante objetivo y por así decirlo, muy académico, dejando mucho espacio en las respuestas de los entrevistados. Realmente, si hay alguien que se sienta mal será porque alguno de sus compañeros no lo tenga en buena estima.
Granada es un personaje más en este documental...
Teníamos claro desde el principio que el hilo conductor de la historia tenía que ser un periodista local, de Granada, Bilbao o cualquier otro sitio, pero había que mostrar qué es realmente el periodismo deportivo, lo que dignifica esta profesión y la saca adelante. Yo había seguido durante años a Rafael Lamelas a través de leerlo mediante prensa escrita y me pareció el personaje idóneo para incrustarlo en el documental. Es uno de los puntos fuertes; la contraposición a toda la vorágine que se vive hoy en día. A través de él vemos, qué es el trabajo periodístico de verdad.
¿Qué es el periodismo de bufanda?
La función de un informador es tener la capacidad de analizar y plasmar lo que ha visto de la forma más objetivamente posible. Cuando este se convierte en la misma persona que la que está en un bar viendo el fútbol y plasma en papel sus nervios y sus pulsaciones altas, sin filtros, se convierte en periodista de bufanda.
¿Es el público el que demanda este tipo de prensa?
Creo que no. El público se acostumbra a lo que le das. Hubo una época en la que este tipo de programas cohabitaban con otro tipo de información, lo que pasa es que este tipo de prensa se lo ha comido todo.
¿Murió la literatura para dar paso a una narración simple, fácil de ser fagocitada por las grandes audiencias?
Sí. Quedan bastiones como Ramón Besa en El País, Segurola en Marca o Trueba en el As. Se trata de gente muy buena que cada día aparecen más escondidos entre la basura.
¿El periodista que no exhibe sus colores está engañando al público?
Yo no veo mal que un periodista diga cuál es su equipo para que me parezca buena su crónica.
¿Y de qué equipo es usted?
Del de mi ciudad, del Granada.
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