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La huella final de Bolt
opinión

La huella final de Bolt

@Martí Perarnau es periodista, fue atleta olímpico y director de comunicación de Barcelona’92.

Martí Perarnau

Sábado, 13 de agosto 2016, 21:58

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Los 100 metros lisos se dividen en cuatro fases:

La reacción al disparo

La aceleración

La velocidad máxima

La caída de velocidad

La primera es la menos importante es la primera (pesa un 5% en el crono final), pero como es el único dato que ofrecen las televisiones recibe una trascendencia errónea. Usain Bolt reacciona bastante bien al disparo del juez. En sus dos victorias olímpicas, Pekín y Londres, lo hizo en 165 milésimas. En la primera ronda de Río reaccionó en 156 milésimas, mejor que su gran rival Gatlin (160).

Pero ocurre que sus primeros pasos son menos explosivos que los de muchos contrincantes porque sus largas extremidades no pueden ser movidas a mayor velocidad. Bolt arranca muy bien si tenemos en cuenta su morfología. A menudo se dice que si mejorase la salida podría lograr mejores récords y no es así. Su morfología no le permite mejorar esos cuatro primeros pasos: son así y siempre serán así. Además, los 100 metros son una prueba de equilibrio aunque no lo parezca: toda la energía que quemas al principio probablemente te faltará al final.

La fase trascendente es la de aceleración, que en Bolt dura hasta los 60 metros. Es el mejor porque logra llegar a dicho punto a más velocidad que nadie. En su vigente récord mundial marcó 6.29, un paso inalcanzable para ningún otro humano. Esta fase pesa un 60% en el cronómetro y precisamente es donde Bolt más ha perdido en los últimos años: difícilmente sea capaz de correr por debajo de 6.40.

Entre los 60 y los 80 metros Bolt es capaz de mantener la máxima velocidad, que en su caso promediaba los 43,9 km/h (aunque en el récord logró una punta de 45 km/h) y ahora debe rondar los 43,5 km/h. Su mejor faceta es la última: nadie consigue reducir tanto la caída de velocidad como él, por eso parece que acelera, cuando en realidad mantiene la velocidad mientras los rivales la pierden.

El Bolt de Rio ya no es el mejor Bolt, pero continúa siendo formidable. Como siempre cubrió las series en 41 zancadas porque se deja ir, relajado. En semifinales y final hace una más (42) porque ya no se relaja. Imagino que correrá más lento que en 2008 (9.69) y en 2012 (9.63), o sea similar al Mundial 2015 (9.79). Ganará o perderá, pero dejará su definitiva huella.

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