El Villarreal se derrumba en Europa

Una sonrisa que parece no perder nunca alguien que, a pesar de los duros momentos vividos en Portugal -jugó un total de cuatro partidos en un año y apenas contaba para un Lopetegui que le reclutó tras el descenso a Segunda con Osasuna-, reconoce ser «un privilegiado por disfrutar de esta profesión». Lejos quedan los días en los que Andrés Fernández deslumbraba en cada partido y del que, se llegó a rumorear, se habían interesado los grandes equipos españoles.

Quizás tenga algo que ver su manera de ver la vida. Refugiado en los libros, el murciano fue inspirado por su madre en el budismo desde bien pequeño. Cedido por el Oporto de Casillas, intenta en El Madrigal volver a hacerse un nombre entre los mejores porteros del panorama español. No lo tiene sencillo a sus 29 años, pues el rendimiento de Asenjo en el Villarreal parece mejorar por semanas.

Tampoco ayudan demasiado los errores cometidos en la Liga Europa, competición en la que Andrés es titular indiscutible. El grave error de Bucarest y su actuación en Ankara dejan marcado a un portero que reconocía hace una semana que para él «disputar cualquier partido es especial». El objetivo es «ayudar al equipo».

Este jueves, ante el Osmanlispor, y con el apoyo de un público que siempre le muestra su cariño, buscará redimirse y ayudar al Villarreal a acercarse a una clasificación cada vez más cercana, a pesar de haber sumado únicamente dos empates en sus desplazamientos. Como ya ocurriera en Turquía, Fran Escribá volverá a contar con jugadores menos habituales, en los que ha asegurado que confía «al cien por cien».

El técnico valenciano, que admitió que no quiere volver a sufrir como «en los primeros minutos» en Ankara, confesó que desean dominar el partido «desde el primer minuto y controlar el juego y el contragolpe» del Osmanlispor.

Con la buena noticia del regreso del brasileño Pato, un jugador clave para el equipo en este inicio de competición europea, afronta el 'Submarino' un partido crucial para sus intereses en la Liga Europa. Una cita ilusionante para todos. Especialmente para un Andrés Fernández que, como su admirado Gandhi, cuenta con su propia filosofía del esfuerzo.