El paseo del segundo sueño americano
Javier Bragado
Jueves, 28 de agosto 2014, 19:45
Los Juegos Olímpicos de Barcelona había alumbrado el más excelso y maravilloso equipo de baloncesto de la historia y los Estados Unidos planeaban mantener su ... hegemonía en todos los campos del deporte de la canasta. Al equipo de ensueño que reunió Magic Johnson le sucedió un conjunto de jóvenes valores de la NBA altivo y descarado que estaba dirigido a prolongar la dinastía. Incluso el escenario había ganado en grandilocuencia con la reconversión de un estadio de béisbol en un pabellón de baloncesto con una capacidad para más de 22.000 espectadores.
En el aspecto deportivo pocas selecciones podían plantar cara a los norteamericanos con los desmembramientos de la Unión Soviética y Yugoslavia. Sin embargo, esta fiesta planeada por los estadounidenses tuvo un comienzo amargo y con aires de fracaso. En su primer partido se encontraron con España, una selección en plena reconstrucción y sin estrellas reconocibles para los NBA que forzó a los de Don Nelson hasta un estrecho resultado (115-110) que supondría un aviso.
El fracaso de la renovación
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El primer mundial de Lolo Sainz como seleccionador comenzó con el gran partido ante Estados Unidos (115-110), pero se resquebrajó con la derrota en el tercero ante China /76-78) después de desperdiciar una ventaja de 15 puntos al descanso. Fuera de la lucha por las medallas después de esa primera fase acabó en el décimo puesto.
A partir de ese momento, el 'Dream Team II' se acogió a la superioridad física de Shaquille O'Neal y al talento de un Reggie Miller en forma para saquear a todos sus rivales hasta la medalla de oro. Aquel equipo dejó tan buena huella en el país por su acogida que supuso la afirmación de un proyecto para que Toronto dispusiera de una franquicia NBA en futuro.
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