Denuncian el mal estado de una torre declarada BIC en Cijuela
Cultura no tiene previsto ninguna mejora y el Ayuntamiento trata de expropiar el terreno en el que se encuentra, una propiedad privada
Expertos en patrimonio denuncian el mal estado en el que se encuentra la Torre de Bordonal, en Cijuela. «Presenta dos grietas en su estructura y ... está en riesgo de derrumbe», detallan en un escrito remitido a este periódico. Alertan, además, de la pérdida de volumen de la edificación en comparación con imágenes de 1999 y advierten de que «el proceso de ruina está en curso y que, sin ninguna intervención inmediata, desaparecerá en pocos años». Apelan a la delegación de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía en Granada, así como a las instituciones locales competentes, para que promuevan estas actuaciones sin demora.
No obstante, desde la administración autonómica afirman que no tienen previsto ningún trabajo en este punto. El Ayuntamiento de Cijuela, por su parte, asegura que intentaron mantener la torre, pero que al estar en un terreno privado no pudieron continuar con su labor. No obstante, explican que contactarán con la delegación para ver si tienen alguna ayuda para expropiar el terreno en el que se encuentra y que sea suyo el perímetro del Bien de Interés Cultural, además de la propia Torre de Bordonal.
En un catálogo de Bienes de Interés Cultural emitido por la Universidad de Granada en 2013, ya se indicaba que existía un «peligro inminente de caída de la parte más alta conservada» y que tenía grandes grietas verticales en uno de sus laterales.
Información del monumento
La única vista que se tiene de la Torre del Bordonal es desde fuera de la propiedad privada en la que se encuentra. Construida entre lo siglos XIII y XIV, debe su nombre a que se sitúa en el cerro de Bordonal, aunque también se le denomina Castillo del Paraje Hoja de la Torre. Su función era vigilar los antiguos caminos hacia Láchar y fue catalogado como Bien de Interés Cultural en 1985. Al estar situada a las afueras de la localidad, no es uno de sus monumentos más conocidos.
Se trata de una torre de alquería, estructuras que servían de refugio a los habitantes de estas zonas que no disponían de acceso rápido a un castillo o fortaleza de mayor entidad donde refugiarse en caso de peligro. Estas edificaciones son generalmente de planta cuadrada o rectangular, de bastante mayor tamaño que las atalayas y con más espacio de habitación. La entrada se sitúa al nivel de la planta baja y, principalmente, en la parte inferior se situaba el aljibe. Normalmente se construían con tapial de hormigón. No obstante, para comprobar si cuenta con un aljibe, habría que ejecutar una excavación.
No existen indicios interiores aparentes de los forjados que separaban las distintas plantas de la torre, ni de posibles huecos al exterior. La altura mayor conservada es de unos 5,00 metros en el ángulo suroeste. En todos los alrededores, especialmente en el cerro, se encuentra gran cantidad de cerámica superficial, así como restos de ladrillos y tejas, correspondientes a la alquería del mismo nombre que aquí existía.
Estas torres de alquería tienen su origen en las primeras etapas de Al-Andalus. Comienzan a adquirir en la época almohade un papel importante en el engranaje administrativo y territorial de la zona. Desde ellas, además, se centralizaba la producción y se recaudaban los tributos de sus respectivos distritos rurales o alquerías, por lo que su uso se mantuvo a lo largo de los siglos.
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