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Un vecino de Granada pinta en lugares protegidos del Albaicín contra los que se comportan de forma incívica

Denunciado un vecino del Albaicín por pintadas en lugares protegidos recriminando conductas incívicas

La investigación se ha desarrollado durante varios meses ante la aparición de unas pintadas en fachadas de edificios, muchos de ellos especialmente protegidos

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Jueves, 20 de agosto 2020, 11:48

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En Granada, en vecino del histórico barrio del Albaicín, mayor de 60 años, ha sido denunciado ante el juzgado de guardia por la Policía Local acusado de efectuar pintadas en numerosas fachadas y en bienes protegidos de este barrio reconocido por la Unesco en las que precisamente recriminaba distintas conductas incívicas.

La investigación se ha desarrollado durante varios meses ante la aparición de unas pintadas en fachadas de edificios, muchos de ellos especialmente protegidos por tratarse de inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural (BIC).

Entre estos atentados contra el patrimonio que, según la Policía deterioran la imagen del entorno y ponen en riesgo la continuidad de la inscripción del barrio en la lista de Bienes Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se encuentran la iglesia de San José, el Aljibe del Rey o la Casa Morisca de la calle Horno del Oro.

Las pintadas denunciadas consisten en textos rimados que inducen a pensar que su autor pudiera ser una persona «con cierta formación en literatura y dominio del lenguaje», y que hacen alusión a las conductas de propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus animales: «Con desprecio se acumulan, ante vista tan hermosa, las muchas KKS (cacas) de perros, en placeta La Victoria«.

La Policía Local ha detallado que, curiosamente, el hombre ya había sido denunciado hasta en cinco ocasiones en 2014 por negligencias con su propio animal, unas conductas incívicas que ahora recriminaba a otros ciudadanos mediante grafiti en las paredes.

Con la información recopilada durante varios meses, a partir del testimonio de vecinos y el visionado de cámaras de seguridad, los agentes se personaron en el domicilio del investigado, de edad avanzada y que iba acompañado de un perro.

El denunciado fue instado a que cesara en sus acciones y fue informado sobre la instrucción de diligencias para poner en conocimiento de la autoridad judicial lo ocurrido, que podría constituir un delito de daños contra el patrimonio histórico castigado con penas de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses.

Según la Policía, los jueces o tribunales también pueden ordenar la adopción de medidas encaminadas a restaurar en lo posible el bien dañado, con cargo al autor del daño.

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