Resueltas unas 14.000 demandas por cláusulas suelo en Granada desde el inicio de la avalancha

La bajada de demandas ha sido paulatina, pero hasta que comenzaron a distribuirse entre todos los juzgados civiles de los ocho partidos judiciales de Granada el ritmo de trabajo en el órgano de Primera Instancia 9 del Partido Judicial de Granada ha sido frenético. De ello da fe el Letrado de la Administración de Justicia (LAJ) de este juzgado, Jesús Leyva, quien calcula que desde que comenzó la avalancha se han podido resolver «unas 14.000 demandas» por cláusulas suelo.

En concreto, según cifras aproximadas facilitadas por Leyva a IDEAL, en 2017 (los primeros seis meses en los que operó el juzgado de cláusulas suelo, que se bautizó como el juzgado de Primera Instancia número 9 bis), se recibieron unas 4.200 demandas. Al año siguiente, se alcanzaron las 4.800. En 2019, fueron unos 2.000 los asuntos. En 2020, un año atípico por el parón judicial que conllevó el período de confinamiento de los primeros meses de pandemia, fueron aproximadamente unos 1.000. Y ya en 2021, la cifra fue de unos 1.800.

En 2022 las demandas que se han recibido por condiciones generales de la contratación en el antiguo juzgado exclusivo se han reducido a 82, aunque para saber el total provincial habría que preguntar la cifra juzgado civil por juzgado civil, como advierte el LAJ.

Aunque las cláusulas suelo están detrás de la mayoría de los casos ventilados, también hay demandas en las que se reclaman otros conceptos, como los gastos o el IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios), que es un indicador empleado en la hipoteca variable como alternativa al euríbor.

El aluvión de casos comenzó tras una sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el 21 de diciembre de 2016, que abrió la puerta al consumidor a poder reclamar a su banco todo lo cobrado de más desde la constitución del préstamo hipotecario si le había aplicado una cláusula abusiva sin transparencia y suficiente información.

Actualmente, han disminuido de forma extraordinaria los procedimientos pendientes de tramitación, a los que deben añadirse las ejecuciones correspondientes y los procedimientos suspendidos por hallarse a la espera de otro pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre las comisiones de apertura.

En el período en el que el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Granada lo asumió todo (2017-2021), ha contado con jueces de apoyo trabajando codo con codo con su magistrada titular. Hasta hace un año aproximadamente llevaba las riendas de este órgano Susana Álvarez Civantos y ahora es la magistrada Almudena Nadal Siles.

Cuando relevó en el juzgado a su antecesora, Nadal Siles era consciente de la situación de saturación que había soportado el órgano y de la carga de trabajo que le esperaba. Cuando llegó a la sede de Plaza Nueva, el juzgado tenía tres jueces de apoyo. Luego una magistrada concursó y se quedó con dos.

«Hemos seguido el plan de actuación y el ritmo ha sido frenético», indica la magistrada, al tiempo que detalla que actualmente, desde el 31 de diciembre, están ya solo ella y otro juez de refuerzo «para ultimar todo lo que sean condiciones generales de la contratación».

La titular del antiguo juzgado exclusivo confirma también que el número de demandas «ha bajado mucho», lo que no significa que en su juzgado haya menos trabajo, pues tienen que compaginar ahora los asuntos relacionados con las cláusulas suelo con todos los procedimientos civiles que entran a diario (reclamaciones de deuda, desahucios, divisiones de herencia...). En este órgano han venido entrando de hecho en los últimos tiempos unas 15 demandas diarias (ya de todos los asuntos).

Nadal Siles deja claro que los casos de cláusulas suelo u otro tipo de cláusulas abusivas «tienen su dificultad», aunque haya gente que piense que al tratarse de demandas en masa todas son iguales y todas se resuelven de la misma forma. «No es así, cada caso concreto tiene alguna peculiaridad y hay asuntos muy complejos. Se requiere un tiempo se estudio, porque cada préstamo hipotecario es diferente», subraya.

Tanto la magistrada como el LAJ corroboran que la avalancha de casos de cláusulas suelo ya casi es historia en Granada, puesto que la mayor parte de consumidores que podían reclamar ya lo han hecho, «y ya los bancos no introducen esas cláusula en los nuevos contratos de préstamos hipotecarios porque saben que es nula».