El Defensor del Ciudadano recibe cuatro quejas diarias por cortes de luz en la Zona Norte
El 15% de las reclamaciones que pusieron los vecinos de Granada en el ente se referían a la interrupción del suministro eléctrico
«Soy la única de todo mi bloque que tiene la electricidad de forma legal. Y eso que somos diez viviendas». Laura llegó hace ... doce años a Granada capital con su marido y sus cuatro hijos para buscar un futuro mejor y eligió la Zona Norte de la capital para echar raíces. Ha pasado por diferentes barrios y pisos, pero finalmente la Junta le concedió uno de sus alquileres sociales para personas con menos recursos, pues su situación económica empeoró al quedar su cónyuge y ella en paro. Cuando llegaron a su nuevo hogar, sus vecinos fueron tajantes: ante ninguna circunstancia debían contratar el suministro eléctrico. Todos ellos estaban enganchados al tendido público de forma fraudulenta y ella debía seguir esas mismas normas. Pero se negó. Quería ser un buen ejemplo para sus hijos. Ahora, vive las consecuencias de su elección: «Cuando llegué a este piso nuevo, mis vecinos no dejaban de decirme que no contratara la luz, que todos la tenían enganchada y que no iba a llegar yo para ponerla. Ahora, siempre están con quejas por haberlo puesto, todos los días tengo que escuchar malos comentarios por haberlo hecho, pero no me arrepiento, todo sea por educar en valores a mis hijos». Además, según ella misma cuenta, cada poco tiempo se les va la luz por la sobrecarga del tendido y los incendios se han convertido en una realidad constante en su barrio.
Laura no es su verdadero nombre. Como sucede con otros muchos vecinos que cuentan su realidad sobre la situación de los enganches ilegales en Almanjáyar, el miedo a las represalias de sus congéneres les provocan no querer ser reconocidos o incluso no atreverse a relatar su experiencia. Pero estos episodios derivados de la vulneración de derechos en la Zona Norte, como lo designa el Defensor de la Ciudadanía de Granada, Manuel Martín García, es un problema no sólo real y palpable, sino cada vez más extendido.
Así lo muestran las cifras que recoge año tras año el Defensor: en 2015, las reclamaciones por los cortes de luz suponían el 12% de todas las llamadas que recibían. Al año siguiente, la cifra subió al 14%. El pasado año, ya iban por el 15%. De ese modo, la cifra total de las quejas recibidas sobre los cortes de luz asciende a unas 1.640. En cada una de ellas, el Defensor se encuentra la misma situación: vecinos que, aun teniendo en regla sus suministros eléctricos, sufren cortes de luz por los enganches ilegales que, en muchas ocasiones, se deben a las plantaciones de marihuana que hay diseminadas por la ciudad.
Diariamente, el Defensor de la Ciudadanía de Granada recibe entre tres y cuatro llamadas enmarcadas en este asunto. «Los vecinos ya están aburridos de quejarse una y otra vez de lo mismo y ver que no encuentran solución. Los escuchas desesperados porque la luz se corta en su casa un día sí y otro también y no pueden disfrutar de la electicidad como cualquier otro vecino de Granada», expresa Martín.
Manolo -también nombre ficticio- es uno de los miles de vecinos de Granada que se han puesto en contacto con el Defensor para mostrar su rechazo a estas interrupciones del servicio. Tal y como explica en un escrito enviado a la institución, en una misma noche se le había ido la luz hasta en cinco ocasiones. Su queja no sólo se centraba en lo incómodo que es perder el suministro cada pocas horas sin que el problema radique en su propia persona, que también, sino en el hecho de que duerme con un respirador que necesita de la luz y que se apaga cada vez que esta se va. «Debo dormir conectado a una botella de oxígeno, sin ella no puedo vivir, por lo que cada vez que me quedo sin luz me despierto sin poder respirar, asfixiándome porque me falta el aire. Amén de otras molestias y daños al mis electrodomésticos», afirmaba. A esto añadía: «A Endesa yo le pago mis recibos cada mes religiosamente, ¿a quién le reclamo que he dormido una hora en toda la noche? ¿A quién reclamo el deterioro que sufre mi salud por el motivo de los cortes de luz?».
Sin respuesta
Otro de los vecinos que se puso en contacto en las últimas semanas con el ente puso de manifiesto otro de los problemas para los que cada vez más granadinos reclaman solución: al quejarse a la empresa de electricidad, no obtienen respuesta ni mejora. «Llevamos prácticamente toda la noche sin luz. Donde vivo hasta hace poco era un lugar relativamente tranquilo. Sin embargo, ya no se puede vivir. Estamos sin luz casi todos los días. Llamamos a la empresa de electricidad y ni caso. Los vecinos no nos atrevemos a decir nada ni a denunciar por miedo», explicaba.
Para Manuel Martín, se trata de una situación «extremadamente grave» que se ha convertido en el principal problema de Granada. Según su experiencia, la Consejería de Economía, Innovación y Empleo debería tomar medidas urgentes y eficaces, así como elaborar un informe sobre las causas de estos cortes y las medidas que han adoptado o van a adoptar. Además, pide que Endesa realice un informe sobre las causas reales de estos cortes y entregue un listado completo de las reclamaciones recibidas por estos hechos. Manuel reclama, asimismo, que Fomento y Vivienda acabe con el mercado negro de viviendas y se actúe de urgencia para restituir los derechos básicos de los vecinos. Porque todos ellos sólo quieren poder tener las velas guardadas y disfrutar de la electricidad que ellos mismos pagan.
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