Albuñuelas 'greatest hits'
El prestigioso productor inglés Youth da vida en su casa-estudio del Valle a álbumes de las mejores bandas de rock
DANIEL OLIVARES/ VANESA SÁNCHEZ
Lunes, 12 de junio 2017, 01:53
La carretera que conduce hasta Albuñuelas desde la A-44 es perfecta para los amantes del ciclismo. Buen asfalto, curvas suaves y leves subidas y ... bajadas que abren a los ojos la cola azul del embalse de Béznar. Aquí, en la 'pequeña Toscana' granadina, en el Valle de Lecrín, entre olivos, naranjos y viñedos, se respira otra vida, otros sonidos y otra luz. Esos ingredientes son los que empujaron a Martin Glover (Farnworth, Lancashire, Inglaterra, 1960), más conocido como 'Youth', a levantar una casa sobre el Barranco Luna, entre esos olivos y algunos pinos, con la vista 'perdida' sobre el Valle y con las montañas de Sierra Nevada vigilantes al fondo. «Aquí el silencio se oye distinto», musita Youth en la terraza.
En este rincón, al que se llega atravesando un camino pedregoso no apto para vehículos delicados en su tramo final, decidió hace veinte años que debía montar un estudio de grabación. «Llegué aquí a través de mi amigo Keith Webb, 'The Baron'. Él me enseñó este valle y me presentó a una pareja amiga que vivía aquí. Yo estaba buscando un sitio como éste. En Nueva Zelanda había estado grabando en un estudio que se encuentra en plena naturaleza, junto a una playa de arena negra. Me encantó la luz que había en ese sitio y quería algo así para mí. En Inglaterra no lo encontraba, siempre llueve. Y lo encontré aquí, en este valle mágico», explica Glover. 'The Baron', fallecido en 2007 a la edad de 73 años, era un baterista británico de blues de los años sesenta que llegó a sustituir en algunas ocasiones Charlie Watts en los Rolling Stones.
¿Y quién es Martín Glover? Youth fue bajista fundador de Killing Joke, banda británica rock de principios de los ochenta que dio sus primeros pasos bajo la influencia del post punk y que terminó abrazando el 'new wave', el rock gótico y el llamado 'industrial metal'. Fue uno de sus creadores en 1978 pero duró poco en la formación. En 1982 fue sustituido por Paul Raven y la carrera de Glover empezó a tomar otros derroteros. Entre otros, el oficio que le ha otorgado el verdadero reconocimiento: la producción musical. Su firma se encuentra en algunos de los trabajos de grupos míticos como Pink Floyd, U2, Guns and Roses, Bananarama, Echo and The Bunnymen, Primal Scream o The Verve. Con este último grupo alcanzó uno de sus mayores éxitos como productor, con la producción de la canción 'Bitter sweet simphony'. Es el gran 'hit' del álbum 'Urban Hymns', uno de los clásicos del pop británico de finales de los noventa, premiado como el mejor disco del año en los Brit Awards de 1998 y que hasta la fecha ha vendido 10 millones de copias, gracias en cierto modo a aquel tema.
El vecino 'Blow Monkey'
Al llegar a la casa se oyen sonidos lejanos de guitarra eléctrica, batería y un leve suspiro vocal. Nadie responde al timbre, pero una pequeña puerta que da a la cocina está abierta. Al fondo, en la terraza, se observa la figura de un hombre.
-«Hola, ¿habla español o inglés?», inquiere el periodista.
-«Las dos cosas», responde con acento inglés el fornido hombre de flequillo moreno.
-«Busco a Youth. Soy periodista de IDEAL y he quedado con él para una entrevista».
-«Ah, sí. Está abajo, enseguida sube. Soy Robert, músico también, cantante de The Blow Monkeys», se presenta estrechando la mano.
Abajo está el estudio. El lugar que Youth ideó y construyó para grabar discos en pleno Valle de Lecrín. The Blow Monkeys es una banda inglesa de los ochenta que gozó de gran éxito en la segunda mitad de esa década gracias sobre todo a un disco y un sencillo: 'She Was Only a Grocer's Daughter' (1987) y 'It Doesn't Have to Be This Way', tema que alcanzó el número 5 de las listas britanicas, que en España sonó durante varias semanas en el verano de aquel año en Los 40 principales y que acabó incluido en la banda sonora de la película 'Loca academia de policía 4'. «Vivo aquí, en el Valle, desde hace tres o cuatro años», responde Robert Howard. «Ante estuve viendo unos años en Almuñécar», añade. Youth y unos jóvenes asoman por la terraza. Ellos son los componentes de un incipiente grupo de Leeds que está grabando en el mismo lugar donde a principios de este año lo ha hecho uno de los mitos del 'indie' británico, The Jesus and Mary Chain. 'Damage and Joy', el último trabajo de los hermanos escoceses Reid -Jim y William- se grabó aquí, en Albuñuelas, bajo la producción de Youth (salvo dos de las canciones del disco).
El Laurel Canyon español
«Siempre he tenido en mi cabeza la idea de crear una comunidad de artistas similar a la que se creó en los setenta en Laurel Canyon, en California, o en Woodstock después, con Bob Dylan. Y este valle, su naturaleza y su ambiente, es perfecto. Es una inspiración para crear, para músicos y para artistas. El primer disco lo grabamos en 2005. Fue con Embrace, una banda británica. Y después han pasado por aquí muchos artistas, alguno de ellos locales, como Soleá Morente, Antonio Arias o Los Planetas», detalla Youth.
'This New Day' es el nombre del primer álbum que recogió la mesa de mezclas de Glover en Albuñuelas, un trabajo que llegó a ser número uno en la lista oficial de ventas de álbumes de Gran Bretaña y que recibió un 'disco de oro' por vender más de 100.000 copias. Por entonces, Youth hacía llamar a su casa 'Blue Skies Studio' (Estudio Cielos Azules). Hoy Youth ha cambiado la denominación y ha pasado a bautizarla como 'Space Mountain' (Montaña del Espacio), aunque también se le conoce como Casa Estudio El Mirador o simplemente La Casa Estudio. El recinto cuenta con una sala de control compacta, un gran área de grabación y tres cabinas de aislamiento. Grandes ventanales de cristal dejan entrar la luz natural durante todo el día, esa luz que tanto inspira a Martin Glover.
Youth, a camino entre su estudio de Londres y el de Albuñuelas, donde pasa varias temporadas al año, cuenta en su retiro granadino con la colaboración de un técnico y productor de la tierra. Se trata de Iván Moreno, que gestiona la contratación de la casa para cantantes y formaciones locales. «Por tratarse de Youth o por el hecho de que han venido aquí muchas bandas internacionales, la gente piensa que es un sitio poco accesible, pero no es así», apunta Moreno. De hecho, por Albuñelas han pasado artistas locales como Luis Arronte, Soleá Morente, Los Evangelistas, Los Planetas y Niños Mutantes. Buscando, quizá, la «magia» que encontró Youth.
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