José Enrique Morente hereda 'Omega'

La primera actividad del curso convocada por la Cátedra Manuel de Falla estuvo dedicada a ese totémico disco. Programación lógica habida cuenta de que al frente de la Cátedra está el musicólogo Fernando Barrera, cuya tesis doctoral en 2014 versó sobre aquel trabajo (publicada luego con el título de 'Un rockero llamado Enrique Morente' en la editorial del UGR). Barrera hizo una pequeña introducción a los antecedentes y los consecuentes desde los años 50 del siglo pasado, a través de géneros tan populares como el jazz flamenco o el rock andaluz hasta llegar a la actualidad (la más rabiosa, del fin de semana pasado, es el acercamiento del cantaor Juan Pinilla al 'London Calling' de The Clash). Estudioso del fenómeno del acercamiento entre el flamenco y las músicas contemporáneas, considera Barrera que el 'Omega' supuso «un triunfo», a diferencia del recorrido comercial de experiencias anteriores como el disco de 'Veneno' o 'La leyenda del tiempo' de Camarón, que fueron dos fracasos de ventas a corto plazo. Cuenta que fue en su estreno en el extinto Espárragorock cuando Granada se volcó sobre el proyecto, catapultándolo hacia el éxito (relativo: hay que recordar que ninguna casa de discos 'oficial' apostó por él), y que desde ese momento comenzó a ser «aclamado por el público y elogiado por la crítica». Según el ponente, esa grabación aportó «raíces y currículum al flamenco», y fue un «viaje de ida y vuelta entre Fuente Vaqueros y Nueva York».

La guinda al acto fue el recital 'de bolsillo' de Kiki Morente, Soleá Morente y Antonio Arias, con Popo y Melón y al que se sumo muy emotivamente al final también Aurora Carbonell, madre de la saga. En tono acústico, casi de cámara, (salvo Arias, siempre enchufado a sus distorsiones) interpretaron 'Manhattan', 'Aleluya', 'Pequeño vals vienés' y el genuino 'Omega' para terminar' con un José Enrique desatado entre su madre y su hermana. Una pequeña noche excepcional para un disco inagotable.