Reinventarse o la nada

Bunbury ha seguido un camino único, podría decirse que no ha fracasado nunca, ya que esa vía no la tomaron otros antes, no hay reglas, no hay límites, sino que se hace camino al andar.

El aragonés errante siempre esta yéndose hacía otro lugar, como si viviera en un contínuo Viaje a ninguna parte, una de las publicaciones más importantes de su carrera que sin duda lo catapultó a una nueva dimensión que muchos seguidores de la vieja España no le perdonan.

Cádiz será la oportunidad para Bunbury y para sus seguidores. No Sin Música brinda una ocasión perfecta, ya que la ciudad fronteriza ha sido un enlace histórico entre distintos enjambres culturales. Puede que allí Bunbury se sienta acogido por su pasado y por su presente, sobrecogido por el rock de Héroes del Silencio, por la brisa que llega del Marruecos de Radical Sonora, añorando el sentimiento mediterráneo de Pequeño o soñando con los ritmos que le lleven de nuevo al centro y al sur de América.

Nadie sabe nada sobre qué hará Enrique Bunbury en el futuro, pero lo cierto es que los humanos que lo persiguen tienen marcado en rojo la fecha del concierto de Cádiz. No Sin Música ha reunido a una veintena de artistas y el aragonés será uno de los artistas encargados de cerrar un festival que pone a Cádiz en la agenda estival para cualquier aficionado a la buena música.