Moratalla y Pinilla pidieron la voz y la palabra en el FEX

El espectáculo visto anoche tiene, pues, muchas diferencias con respecto al original. La primera y más importante es su reformulación, que acorta su duración en una cuarta parte. Con todo, la espina dorsal y discursiva se ha mantenido intacta, como afirma Enrique Moratalla. «También hay diferencias en alguno de los arreglos y las formas de interpretar los temas. En general, supone un avance con respecto a la versión anterior, es un espectáculo más maduro», comenta.

El hándicap que supone la muy diversa procedencia del combo de músicos que acompañan al cantaor y al cantautor se ha visto rápidamente superado por la conexión entre ellos. «Nos entendemos nada más que con mirarnos», aseguraba ayer Moratalla después del ensayo. «Y a esta circunstancia se une el hecho de interpretar este espectáculo, cargado de poesía, en el Centro Lorca. De hecho, hemos musicado dos de las gacelas del 'Diván de Tamarit', con lo que el nexo es aún más fuerte», afirma.

Gira internacional

Desde el estreno del 'La voz y la palabra' sus responsables habían acariciado la posibilidad de llevarlo de gira. Sin embargo, la apretada agenda de Pinilla había impedido hasta ahora que tal empeño cristalizara. Será en otoño, tal y como aseguró ayer el cantautor, cuando varias ciudades andaluzas y la marroquí de Fez puedan contemplar este espectáculo que revisita muchos de los hitos de nuestra cultura reciente, desde los poemas de Fernando Pessoa hasta las sardónicas sentencias de Groucho Marx, pasando por letras de escritores contemporáneos como Juan José Téllez o José Carlos Rosales. Y entre ellos se mezcla con fortuna la alegría con el llanto desgarrado.

Para Juan Pinilla, «este espectáculo es, en parte, un acto de desagravio hacia tantos creadores que lo han pasado muy mal con esta crisis económica que ha devastado la cultura. Los creadores debemos encontrar formatos distintos, que atraigan a públicos diversos a las salas».

Para el cantaor hueteño este está siendo un gran año, después del hito que supuso en su carrera la nominación al Grammy Latino en 2014. Estar en el Festival supone para Pinilla, «una gran alegría, porque siempre he reivindicado el papel del flamenco en este evento. En su día, alcé la voz en contra de la desaparición de los Trasnoches Flamencos de la Peña La Platería y el Sacromonte, y pienso que el programa de este año arriesga poco, pero también aprecio la presencia de figuras de calado en el elenco».

El verano va a ser complicado para el cantaor, ya que serán 16 los países que visitará. Una gira con dos hemisferios, ya que más o menos la mitad de las fechas las ocuparán los espectáculos vinculados al festival '7 soles, 7 lunas' que le llevará por países del Mediterráneo y centro de Europa, mientras que la otra mitad la integran propuestas propias, en las que, como es norma de la casa, realizará una labor divulgativa de los distintos palos del flamenco.