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La fusión flamenca de Lucas Carmona, de Mont y de Los Vecinos del Callejón concentró la atención en Plaza Nueva .
Que la cultura les acompañe

Que la cultura les acompañe

La Noche en Blanco desborda calles y plazas y convierte Granada en un escenario permanente

Daniel Olivares

Domingo, 26 de marzo 2017, 03:56

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En la parte que toca a la cultura, la Noche en Blanco de Granada puede apuntarse un tanto. O casi 300. Sobre todo si se tienen en cuenta comentarios como el que espetó una mujer a su pareja al salir del Centro Federico García Lorca a eso de las siete de la tarde: «Nunca había entrado ahí». Una frase así resume el éxito de la jornada. Pero no solo eso. El centro urbano de Granada derrocha cultura -y también ocio y deporte- en la Noche en Blanco. Y lo más relevante, calles y plazas desbordan gente de todas las edades por sus esquinas y aceras. Desde Fuente de las Batallas hasta la Romanilla, andar por la ciudad en la tarde-noche de ayer era un ejercicio para especialistas en marabuntas.

«La verdad es que es una locura, en positivo. La exposición está teniendo éxito en general desde que se abrió hace una semana, pero hoy se ha notado mucho más. Además, se ve que disfrutan visitándola, por lo que me dicen las personas que vienen», comenta Visi Morales. Es azafata de la exposición 'Abstracción Andaluza 1957-1982', muestra que reúne 68 obras procedentes de colecciones particulares, galerías de arte, artistas e instituciones, que suponen un completo panorama de la pintura abstracta en Andalucía.

Esa misma 'locura por la cultura' se aprecia dos manzanas más allá, en la calle Oficios. La cola para acceder a la Capilla Real, antes incluso de que sus puertas abran al público en la Noche en Blanco llega ya a Gran Vía. Son las siete y media de la tarde y faltan treinta minutos para la apertura. Una ristra similar empieza a formarse enfrente, en el Palacio de la Madraza. La espera se ve amenizada por uno de los Coros de los Centros de Participación Activa de Personas Mayores, que ha hecho una de sus paradas justo en la fachada de la Capilla Real. El aplauso de los que guardan cola es masivo.

«Hay cosas como para que esto dure una semana. Deberían hacerlo al menos durante todo el fin de semana, o más», propone a los periodistas la primera persona que inicia fila en la puerta de la remozada Capilla Real, una mujer que lleva en su mano un listado de las 280 actividades que se desarrollaron ayer. Las horas se quedan cortas para poder disfrutar de todo lo que ofrece la Noche en Blanco granadina. Hay que seleccionar. Hasta los niños se ven obligados a elegir ante tanta oferta de diversión.

Mientras en la plaza del Carmen el 'speaker' Javier Espina ruega silencio para no romper la concentración del grupo de personas que va a comenzar una exhibición de Taichí, kimono blanco incluido, en la plaza Birrambla, José Ramón Navarrete, profesor de educación especial en el Colegio CajaGranada, que también es maestro de baile, pide que se forme un corro para iniciar la 'batalla de freestyle'. El hip hop del Bronx y del Harlem de los 70 se apodera del espíritu de jóvenes y niños.

El más pequeño, unos siete años, viste al uso: cazadora de cuero negra, gorra de visera plana del mismo color, camiseta y zapatillas rojas. Dj Kool Herc hincharía el pecho si pudiera presenciar esta escena cuarenta años después de aquella primera fiesta callejera que organizó en el nº 1520 de la avenida Sedgwick del Bronx Oeste de Nueva York, cuna del breakbeat y los ritmos 'hip-hoperos'. «Me parece una propuesta muy buena para que todo el arte de Granada salga a la calle este día. Tiene mucho éxito y es muy divertido», comenta el 'profe' Navarrete.

A 400 metros de allí el 'rollo' es bien distinto. Otro estilo, otra música. Del 'bang bang boogie, boobie to the boogie' del Rapper's Delight de The Sugarhill Gang pasamos a las guitarras en El Bar de Eric. Es imposible entrar. Dentro, a través de los cristales, aparte del siempre sonriente Eric Jiménez, se atisba el pelo rubio de Paco Román, el tímido vocalista de Neuman. Es la Granada del rock, el pop y lo indie, que también se suma a la iniciativa por obra y gracia del baterista de Los Planetas y Lagartija Nick. La Noche en Blanco cala hasta los huesos, a pesar del frío que envuelve los abrigos.

Flamenco fusión

Para entrar en calor viene bien la fusión flamenca de Lucas Carmona, de Mont y de Los Vecinos del Callejón. Plaza Nueva de palmas, guitarras y sonidos del cajón peruano que Rubem Dantas, 'granadino' del Realejo, introdujo en el nuevo flamenco que resuena a jazz y sabe a Caribe. La puerta de la Audiencia Provincial aparece llena de público con el escenario aún en pleno montaje. Minutos después se hace extraño ver en la plaza un escenario, músicos y mil personas alrededor escuchando música sin palio.

Otro tanto para la Noche en Blanco, que es capaz de meter un cantante en el escaparate de una zapatería y que decenas de personas se detengan a mirar por encima de los tacones. O que en el mercadillo de artesanía de la plaza Isabel La Católica se escuche hasta un 'piropo' a una representante política. «Creo que el Ayuntamiento ha puesto mucho de su parte para ayudarnos. La concejal Raquel Ruz se ha portado muy bien. Hay que felicitarla», señala Gema, de la asociación de artesanos El Suk, que se ha unido a la asociación San Nicol-Art del Albaicín para montar el mercado artesano en este punto. Granada, Noche en Blanco... y que la cultura les acompañe.

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