C215 deja su impronta en Granada
El artista urbano francés está en la élite mundial, e inaugura mañana una exposición antológica en el Cuarto Real de Santo Domingo
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ
Miércoles, 22 de febrero 2017, 17:30
Christian Guémy está en Granada. Quizá el nombre no les diga mucho, pero para los artistas urbanos -a muchos de ellos, como nuestro Niño de ... las Pinturas, llamarles grafiteros es una simplificación y casi un insulto-, C215 es una auténtica leyenda mundial, comparable a Banksy o al legendario Chaz Bojorquez. El artista inaugura mañana en el Cuarto Real de Santo Domingo una exposición antológica llamada 'Sobre todo, los objetos', organizada en colaboración con Alianza Francesa, y que permanecerá abierta hasta el 31 de marzo.
Guémy pintó en la tarde del pasado lunes un mural en una céntrica calle granadina. El protagonista, Federico García Lorca, un poeta que le encanta y al que conoce muy bien. «Al principio, el propietario de la tienda de al lado empezó a mirarme con desconfianza. Acabó a mi lado viendo cómo remataba el retrato y preguntándome por la técnica», comenta, divertido.
«Comencé en este arte como afición, nunca pensé que para mí sería una profesión», dice. Se subió al carro en plena efervescencia cultural del punk, el hip-hop, el scratch y la pintura con bombas. Ser padre le ha marcado en el lenguaje, quizá rebajando un par de grados su cinismo, pero sigue poniendo a la sociedad frente a su realidad, aunque no se considera un artista ideologizado.
Ha pintado en decenas de ciudades, y ha encontrado en todas ellas lugares idóneos para expresarse, a pesar de que el uso de los espacios, y la propia concepción de los mismos como soporte para el arte, es muy diversa. Su inspiración también lo es. Comenzó reflejando a personajes conocidos, investigadores como Pierre Curie o actores como Charles Bronson. Decoró el Borgo Pio y las calles adyacentes al Vaticano con imágenes religiosas y ha llegado a decorar altares de abadías, aunque si se le pregunta sobre su relación con Dios, le sale el francés celoso de sus opiniones y creencias que lleva dentro, y que forma parte inseparable de su esencia nacional.
El arte urbano, una salida
Jamás ha tenido problemas con la ley. No tiene denuncias en ninguna ciudad. Preguntado por los estragos que ocasionan, no artistas urbanos, sino personas consideradas como vándalos, en las calles de barrios históricos como el Albayzín, Guémy no justifica su forma de actuar, pero tampoco la censura. «Si no hubiera prohibiciones, no habría un deseo por lo prohibido. En ocasiones, es la represión y el luchar contra ella, lo que impele a muchos jóvenes a transgredir pintando paredes. Hay que saber dónde se pinta, y cuándo».
Reconoce múltiples influencias. «No tengo un único héroe en lo cultural, ni en ningún aspecto. Si sólo tuviera un espejo en el que mirarme, mi arte sería muy plano. Con múltiples influencias, de múltiples artes: la poesía, la música... mi arte es más completo, tiene más que ofrecer», comenta.
A partir de mañana, 50 piezas del artista francés, pintadas sobre los objetos más diversos, se exponen en el Cuarto Real. Y en una calle del centro, nos observa 'su' Lorca.
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