«Dirigiré un Festival que innovará, sin dejar de lado las raíces culturales de nuestra tierra»
El maestro granadino afronta su nueva etapa al frente del Festival, a partir del 1 de septiembre, con ilusión, sin prejuicios y feliz por el reto
JOSÉ ANTONIO MUÑOZ
Martes, 21 de febrero 2017, 16:55
Tras la rueda de prensa donde se le presentó oficialmente, Pablo Heras Casado atendió a IDEAL en el propio Palacio de Carlos V, llamado a ... ser escenario de muchas noches de buena música en los cuatro años que marcan, en primera instancia, su compromiso con las instituciones que gestionan el evento.
¿Por qué cree que el Consejo Rector le ha nombrado director del Festival de Música y Danza de Granada?
No lo he pensado. No sé por qué. Imagino que debe ser porque, tras 21 años dirigiendo, tengo una manera abierta de trabajar en cuanto a repertorios, coherente con mi forma de entender la música, pensando siempre en la proyección internacional de lo que hago. También ha tenido algo que ver mi arraigo en Granada, que es la ciudad en la que nací y a la que amo con pasión. Y luego, creo que ha pesado también mi relación con Madrid, con el Teatro Real, con las instituciones artísticas granadinas y de fuera...
¿También porque no es usted un director de orquesta al uso?
Probablemente. Saben que me gusta tomar la iniciativa, implicarme, trabajar duro en la creación de los programas. Que me gusta hablar de mi trabajo, comunicar, crear sinergias entre artistas para mejorar las propuestas, el repertorio, y que me gusta aunar diversas formas de entender el arte. Y un Festival debe expresar justamente eso, ser plural.
Ya sabemos por qué piensa que le quieren. ¿Qué les va a dar?
Justamente eso. Mi ambición y mi deseo es ese. Granada es un núcleo histórico, cultural y social en el que confluyen muchos acontecimientos, muchos siglos de historia, personajes irrepetibles. Debe ser un núcleo que irradie ese espíritu hacia el exterior. Eso es lo que voy a intentar darles. Y voy a intentar hacerlo a través de programaciones coherentes, haciendo lo que he hecho desde que comencé con mis coros aquí en mi ciudad. Nunca me conformé con hacer programas cómodos. Me iba a la Biblioteca Nacional a investigar para recuperar obras no tan conocidas. Las posibilidades son infinitas. Y pienso honestamente que se puede hacer un Festival que innove, asentado sobre las raíces culturales de esta tierra.
¿Cómo tomó la decisión?
Rápido. Sin pensarlo mucho. Si lo pienso mucho, quizá nunca me hubiera decidido... (risas). Con mucho amor, con pasión por lo que significa este Festival en el contexto nacional e internacional. Conociendo perfectamente el respaldo que hay detrás. En definitiva, ha sido una decisión muy intuitiva. Un tirarse al barro, diciendo: vamos para adelante con todo, y con todos.
Granadino del Albayzín
¿Es consciente de que la última vez que hubo un director granadino al frente del Festival (Antonio Martín Moreno), usted estaba en EGB?
No había caído en la cuenta. Madre mía... Pues sí, aunque para mí no es lo más importante. El objetivo es que el Festival sea el mejor posible. Pero si encima soy granadino, vivo allí enfrente (en el Albayzín), veo todos los días este imponente Palacio de Carlos V, pues pienso que no hay fortuna más grande que poder estar al frente de este evento.
¿Pesa más la responsabilidad por esa circunstancia?
No especialmente. Lo acepto con alegría.
Esta ciudad puede ser muy cainita...
Quizá, pero trato de no tener prejuicios ni ideas preconcebidas. Me ocurre igual con las orquestas, que en muchos casos tienen famas que las preceden. Intento ser yo mismo siempre, y ver qué pasa. Se habla mucho del 'ser' granadino, pero por ahora, sólo albergo gratitud. Trato de ser un buen granadino, como trato de ser una buena persona.
Parafraseando a Mecano, ¿hay marcha en Nueva York?
En Nueva York he pasado, sobre todo, muchas horas trabajando... Muchas reuniones con patrocinadores, con filántropos, cuidando mucho esa imagen externa. En el caso del Festival, vamos a trabajar también duro en ese aspecto, como en todos los que rodean ese acto artístico que es el concierto. No es sólo diseñar un programa, es todo lo que hay alrededor. Así que marcha sí que la ha habido, pero muy distinta de la de la canción.
Aquí en Granada, el patrocinio tiene un papel cada vez mayor...
Soy consciente de ello. Debemos conectar con ese grupo de empresas que confían en el Festival para asociarlo a su imagen, y sumar a muchas más. Y no me cansaré de estar allí donde se demande mi presencia. Y ojo, para mí, un patrocinio es mucho más que algo mercantil, es un voto de confianza, un acto de voluntad que hay que apreciar mucho.
¿Qué hará para potenciar la dimensión musical del Festival, y que no sea para muchos sólo un evento social?
El Festival es lo que es. Todos son ambas cosas. No es malo que sea un evento social, pero tiene que tener un poso cultural importante, un nivel, conexiones con el entorno y con la historia musical. Pienso que hay que hacer pedagogía, ofrecer programas interesantes y que formen al público. Y luego, todo el mundo es bienvenido. Es una fiesta.
¿Festival de nombres o Festival de sonidos?
Tiene que venir todo junto. No hay que obsesionarse con los nombres, porque un nombre sin contenido no va a ningún sitio. Hay nombres que son una garantía, pero todos tienen que tener un porqué.
Su nombramiento ha tenido un amplio consenso. ¿Será igual cuando les pida más dinero?
Ja, ja, ja... Espero que sí. Porque pienso pedirlo. Si queremos hacer un buen Festival, necesitamos dinero. Y si queremos internacionalización, como se nos ha pedido hoy, necesitaremos más dinero. Ello no estará reñido con usar la imaginación y racionalizar los recursos, por supuesto.
¿Habrá alguna incorporación externa en su equipo?
No. El Festival tiene una gerente, y tiene un equipo fantástico. No necesitamos ninguna incorporación. Vamos a cuidar lo que tenemos. Ejerceré como director artístico, y estaré cada día en la gestión también, porque estoy acostumbrado a afrontar los proyectos en su globalidad. Me apoyaré en Elena Cazorla para el día a día económico, Nina von Krogh será mi mano derecha en lo artístico... Hoy tenemos medios para trabajar juntos, aunque estemos cada uno en un extremo del mundo. Y lo haremos.
Ha firmado por cuatro años. ¿Suficiente para desarrollar el Festival que quiere?
Pienso que sí. Es un plazo de tiempo en el que daré todo de mí para conseguir que el Festival esté donde se merece.
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