Jorge Edwards presenta en Granada la nueva edición de 'Persona non grata'

La primera presentación del libro se realizará en Granada porque uno de sus autores, Ángel Esteban, es catedrático de Literatura Española de la UGR. La otra, Yannelys Aparicio, es cubana y profesora en Estados Unidos. Ambos son especialistas en literatura cubana.

Para Ángel Esteban, esta nueva edición de 'Persona non grata', 42 años después de su publicación original, «era necesaria». En primer lugar, porque, aun siendo la novela más conocida de Edwards, «nunca había tenido una edición comentada y crítica con un prólogo con referencias literarias e históricas de lo que ocurre en el texto». En esa introducción, Esteban y Aparicio se preguntan, por ejemplo, dónde encuadrar una obra que es una novela pero sin ficción, que relata hechos reales pero está narrada con ritmo y estilo literarios; a su juicio, se trata de una «novela testimonial».

La edición de Cátedra aporta datos nuevos sobre los hechos descritos, que sucedieron en 1970: ahora han sido desvelados algunos nombres que en ediciones anteriores aparecían ocultos detrás de unas iniciales, porque el autor quería proteger a esas personas de la represión. Ahora que han muerto, ha decidido sacarlos a la luz.

En segundo lugar, destaca Esteban, el libro ha cobrado actualidad tras los acontecimientos de los últimos meses, en especial el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. «Incluso ahora mismo, hay quien piensa que lo de Cuba no es para tanto, ahora que se han normalizado las relaciones con Estados Unidos y tras la visita del Papa -reflexiona el profesor-. Pero en Cuba sigue habiendo presos políticos en las cárceles, hay represión y, por ejemplo, no hay acceso libre a Internet. Este libro alimenta el debate y ayuda a que Cuba se conozca mejor».

Esteban resalta el interés de Jorge Edwards, tanto por su faceta literaria como diplomática. Así, es Premio Cervantes y uno de los escritores más representativos de la literatura hispanoamericana de las últimas décadas. A finales de los sesenta, cuando comenzó su carrera diplomática en París -luego sería destinado a Europa del Este- trabó amistad con Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Julio Cortázar, entre otros. Tras el golpe de Pinochet en septiembre de 1973, se exilió en Barcelona y volvió a tomar contacto con varios de los autores del 'boom'. Pero además, subraya el profesor granadino, Edwards, como diplomático, ha sido testigo de sucesos históricos trascendentales, tanto en Europa como en América, y tiene un vasto conocimiento de distintas lenguas y culturas.

'Persona non grata', recuerda el catedrático granadino, fue un libro que le salió muy caro a su autor, que se vio rechazado por publicar esta ácida crítica de la represión del régimen castrista sobre el pueblo cubano en general y los intelectuales en particular. «Él era un hombre de izquierdas, próximo al Gobierno de Salvador Allende, pero en Cuba vio que había muchas cosas del socialismo que no funcionaban», explica. Sus contactos con escritores disidentes irritó mucho a Fidel, que propició su salida.

El consejo de Pablo Neruda

Tras su misión en Cuba fue enviado por la administración de Allende de nuevo a París, donde Pablo Neruda era embajador, y este, que era su amigo, le aconsejó no publicar el libro todavía. «Neruda le advirtió de que iba a ser perjudicial para él y así fue. Él sabía que se iba a hacer muchos enemigos por criticar tan abiertamente la revolución cubana cuando aún tenía un halo de prestigio entre la intelectualidad de izquierdas del mundo latinoamericano y europeo», argumenta Esteban.

El catedrático se pone como ejemplo de hasta qué punto 'Persona non grata' abrió los ojos de mucha gente sobre la revolución cubana: cuando él mismo leyó el libro, hace años, ya había visitado la isla dos veces, y comprendió que lo que Edwards contaba no lo había visto él. No es fácil ver la realidad en una breve estancia. sobre todo cuando uno va invitado por el Gobierno.

Prueba de lo molesto que sigue siendo el libro de Edwards para el régimen cubano es que continúa prohibido en la isla. «Pero llegará, como llega todo, clandestinamente», asegura Ángel Esteban.