El Centro Artístico rejuvenece
Un niño de 9 años es el socio más joven de la centenaria institución cultural, que ha conjurado de momento el riesgo de cierre al duplicar su número de miembros
Inés Gallastegui
Jueves, 25 de diciembre 2014, 10:15
La pasada primavera, el Centro Artístico, Literario y Científico de Granada lanzaba un SOSdesde las páginas de IDEAL: si no ocurría un «milagro», la institución ... a la que pertenecieron un día Falla, Lorca o Santa Cruz, que fue germen del Festival Internacional de Música y Danza y dinamizó la vida cultural de la ciudad durante décadas, no llegaría a su 130 cumpleaños. Su entonces vocal de Cultura y hoy presidenta, Celia Correa, lamentaba que, con los únicos ingresos de las cuotas de los socios, el Centro no podía hacer frente a sus gastos corrientes de luz, agua, comunidad, seguros y limpieza y el salario de su único trabajador. Ocho meses después, el Centro ha conjurado aquella amenaza inminente, tras duplicar su número de socios, que ya alcanza los 150. Entre ellos, uno muy especial, Manuel Luis Quero Prados. Con solo 9 años, simboliza el rejuvenecimiento de una institución que quiere abrir su oferta cultural también a los más pequeños
Manuel, que estudia cuarto de Primaria en el Colegio CajaGranada, empezó hace un año a acudir a presentaciones de libros y conciertos de la mano de su tía, Carmen Prados, vicepresidenta del Centro Artístico. La atención y la madurez con las que seguía estas actividades culturales destinadas al público adulto pronto despertaron la admiración de los mayores. «Me gusta la literatura», asegura el chaval, que ha hecho amistad con el autor y socio Francisco Gil Craviotto. De hecho, a Manuel le encanta escribir y hace poco ganó un premio en su colegio con un relato navideño. No descarta ser escritor en el futuro. «A lo mejor», aventura.
El socio más joven, sin embargo, espera ansioso que le entreguen su carné, porque algunos compañeros no acaban de creerse que pertenezca a tan ilustre institución. Y eso que se trajo a un par de amigos, por ejemplo, a la función de títeres del Auto de Reyes Magos el 2 de diciembre.
«Es admirable. Para nosotros es una alegría, porque queremos acercar el Centro Artístico a los más jóvenes», explica Celia Correa. Por ello, el Centro ofrece cada vez más actividades pensadas para este sector del público, desde unas clases de ballet los sábados por la mañana, a cargo de una bailarina rusa, hasta visitas escolares a la exposición de ilustración de cuentos, pasando por una función de La niña que riega la albahaca y el príncipe preguntón. «También queremos montar un coro infantil», anuncia la presidenta, que confía en que el ejemplo de Manuel anime a otros niños.
Porque el Centro Artístico, advierte, aún no ha salido de la zona de peligro. En los últimos meses se han incorporado más de 70 socios, entre ellos también pintores, escritores y fotógrafos que quieren apoyar al Centro, pero haría falta alcanzar los 200 o 250 miembros para afrontar el futuro con tranquilidad.
Dado que la institución no recibe subvenciones, se mantiene exclusivamente con las cuotas: 24 euros para los socios de pleno derecho, 12 para los colaboradores y 5 para niños, jóvenes o adultos en delicada situación económica. Por eso la directiva confía en que las personas que acuden regularmente a las actividades gratuitas decidan, por fin, asociarse para contribuir a su sostenimiento «Tenemos que hacer juegos malabares para cubrir gastos. Si se da de baja un socio, nos echamos a temblar, porque ya no nos llega para comprar lápices», destaca Correa, quien alaba la gran labor que han hecho tanto el tesorero actual, Francisco Lopera, auxiliado por Francisco Luque, como el anterior, Francisco Onieva.
Intercambio
Y eso que todos los profesores, escritores y artistas que imparten conferencias, presentan libros o exponen sus obras lo hacen sin cobrar. «En Granada hay muchísima gente valiosa que nos está regalando su saber, pero nos gustaría tener acceso a personas que viven fuera y, aunque no nos cobraran por su intervención, tendríamos que pagarles el viaje y la estancia. Y no podemos asumir ese gasto», lamenta la presidenta, que intenta establecer algún intercambio de conferenciantes con otras instituciones culturales, como el Ateneo de Málaga, la Residencia de Estudiantes o el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
La buena noticia es que el Ayuntamiento ha renovado por 5 años más la cesión del local de la calle Almona de Campillo, 2, al considerar que el Centro mantiene la actividad cultural a la que le obliga el convenio suscrito en 1987. En aquella fecha, el gobierno local se hizo cargo de las deudas a cambio de quedarse con todas las propiedades del Centro, que atravesaba una grave crisis. «Me gustaría negociar para que el convenio sea a más largo plazo, no cada 5 años», asegura Celia Correa, que agradece la «sensibilidad» de todos los grupos municipales.
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