Los títeres de Etcétera se despiden del Parque de las Ciencias
La exposición, que ha sido vista por 700.000 personas en los dos años que ha permanecido en el museo, puede visitarse hasta el 31 de agosto
Inés Gallastegui
Viernes, 1 de agosto 2014, 00:51
El violinista refunfuñón de la exposición 'Títeres' tiene su corazoncito. Por un día, dejó de lado sus prisas por hacer callar a todo el mundo ... y su afán por exhibir su virtuosismo como intérprete. Ayer por la mañana invitó a medio centenar de niños y sus padres a desayunar para anunciar lo inevitable: la muestra que conmemora los 30 años de la compañía Etcétera toca a su fin, aunque, eso sí, aún queda un mes para disfrutarla en el Parque de las Ciencias.
Yanisbel Martínez, comisaria de la exposición y ayudante de dirección de Etcétera, actuó como portavoz del violinista y de toda la compañía, al dar las gracias por su cariñosa acogida al Parque de las Ciencias, a las instituciones que lo gestionan y, especialmente, al público. Los títeres, recordó, son el fruto del diálogo entre la ciencia y el arte, viven «en una encrucijada de saberes», y por eso se han encontrado tan a gusto en el museo interactivo de Granada.
Desde que se inauguró en junio de 2012, más de 700.000 personas han pasado por la muestra. En ella no solo están presentes personajes y espectáculos que han hecho historia en la compañía -por ejemplo, la primera marioneta que construyó su director, Enrique Lanz, con solo 15 años-, sino que también se rinde homenaje a toda una cultura. Así, se muestran las diferentes tradiciones del mundo, se revelan las distintas técnicas de manipulación o se recuerda la herencia de los títeres de cachiporra que Hermenegildo Lanz -abuelo del director de Etcétera- realizó para Federico García Lorca y Manuel de Falla en 1923.
'Títeres' ha sido una exposición viva, con más de mil sesiones de demostración de movimiento de títeres y talleres de teatro de sombras, y ha constituido un auténtico laboratorio escénico: en el marco de la muestra, la compañía ha creado dos nuevos espectáculos, 'El alma del pueblo' y 'El sastrecillo valiente', ha ensayado 'La serva padrona' y 'Soñando el carnaval de los animales', y ha interpretado 'Pedro y el lobo'. Con todo, uno de los hitos más importantes fue la representación de 'El retablo de Maese Pedro' en el Festival de Música y Danza de 2013.
El mejor premio
Con este esfuerzo, la compañía no solo ha visto reconocida su trayectoria; ha recibido recompensas mucho más tiernas. Como la de Félix, un niño de 3 años que se aprendió de memoria la música y el libreto de 'El retablo...', o la de María, una adolescente sevillana que hizo un proyecto escolar sobre la exposición, o la de aquel bebé cuya primera palabra fue el nombre de uno de los miembros de la compañía... «Que un niño nos diga que quiere ser titiritero es el mejor premio para nosotros», dijo por boca de Yanisbel el violinista, al que acompañaron en el desayuno escénico el dromedario de 'Historia de Babar el elefantito' y Julián, la última marioneta construida por Etcétera.
En el desayuno, además de cerezas, chocolate, zumo y tostadas con aceite, hubo una sorpresa: el violinista anunció que se quedará para siempre en el Parque de las Ciencias. Yanisbel no pudo contener la emoción ante esa noticia agridulce. «Nunca nos había pasado. Nos habían abandonado muchos titiriteros, pero jamás un títere», reconoció Enrique Lanz.
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