Una vida de la mano de Federico
La Sala Granero de la Casa Natal de Fuente Vaqueros inaugura la exposición 'Yerma. Perfiles', en torno a cuatro actrices que han encarnado el papel | El periodista Tico Medina recibió el Pozo de Plata por su difusión de Lorca y Granada por todo el mundo
Inés Gallastegui
Viernes, 6 de junio 2014, 03:41
Tico Medina recibió anoche el Pozo de Plata de manos del presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, en el Museo Casa Natal de Federico García ... Lorca en Fuente Vaqueros. Su labor de difusión de su tierra y del poeta granadino por todo el mundo le hicieron valedor del premio. «Ya me puedo morir tranquilo», afirmó el veterano reportero, en un abarrotado patio en el que la lluvia amagó con estropear un acto cargado de emoción, con motivo del 116 aniversario del nacimiento de Lorca.
«Yo sabía de Federico en el vientre de mi madre. Ha venido siempre conmigo, desde el día en que nací. Ha estado con una mano sobre mi hombro, como un pájaro de la tarde, toda mi puñetera vida. Ha sido mi pan y mi inspiración, mi sentimiento, mi memoria -dijo el cronista oficial de la provincia-. Cuántas veces acudí a Federico, como a un confesor, para que resolviera mis problemas de periodista y de aprendiz de poeta. Ha sido para mí un boca a boca».
Tico Medina rememoró distintos lugares del mundo en los que pronunció el nombre del poeta. En la plaza de Tiananmen se enteró de que Mao Tse-Tung había aprendido español para leer a Lorca, lo mismo que Ben Gurión, el padre de la patria judía, con el que charló en sefardí. En La Habana le habló a Fidel Castro del autor de 'Son de negros en Cuba'. Y en la primera entrevista que concedió el Príncipe de Asturias, cuando aún era un niño «rubio y bonito», él le preguntó qué estaba leyendo y el futuro Rey le respondió que 'La baladilla de los tres ríos'.
Pero el periodista también tuvo que decir el nombre de Federico en ambientes menos propicios, como el Patio de Armas donde la Guardia Civil le entregó el Tricornio de Honor. «De muchacho busqué su cuerpo arañando la tierra con las manos -aseguró-. He sido un coleccionista, un defensor de Federico. Ni un solo día de mi vida he dejado de pronunciar, por una cosa o por otra, su nombre».
El colaborador de IDEAL se congratuló de que el autor de 'Romancero gitano' haya regresado «a los pueblos, a las calles y a las escuelas». «Ha resucitado como poeta, aunque con un tiro en la cabeza». Para terminar, se mostró honrado con el galardón: «Mi vida se divide en dos partes: hasta hoy y a partir de hoy. El Medina también nace tal día como hoy».
Antes, el alcalde de Fuente Vaqueros, Francisco José Martín, había recordado que ese patio y esa casa eran «el centro del universo de Lorca», un poeta «marcado por el pueblo». El primer edil afirmó que para su municipio «es un honor saber que a partir de ahora este patio formará parte de esa colección de historias que le han dejado al maestro cicatrices en el alma».
El diputado de Cultura, José Torrente, aseguró que Lorca «no necesita vivir para cumplir años y vida, porque está entre nosotros de forma permanente». Subrayó que Tico Medina ya escribía con 8 años poemas de atmósfera lorquiana y que, a lo largo de su vida, ha difundido la voz del poeta por todo el mundo. La misma idea destacó el presidente de la Diputación, Sebastián Pérez, quien cerró la entrega del premio recordando que el periodista ha llevado siempre a gala su condición de granadino.
La velada siguió con el espectáculo 'De mar a mar', un encuentro poético y musical de Carmen Huete y Ramón Maschio en el que a través de la palabra hablada y cantada rindieron homenaje a dos ciudades de ambas orillas, Granada y Buenos Aires.
Los rostros de Yerma
Después se inauguró en la Sala Granero de la Casa Natal la exposición 'Yerma. Perfiles', en el 80º aniversario del estreno de la obra, a través de las protagonistas de los cuatro montajes más importantes que se han hecho en España: Margarita Xirgu, en 1934, Aurora Bautista, en 1960, Nuria Espert, en 1971, y Silvia Marsó, en 2012. Carteles, fotografías, discos y documentos componen esta exposición que, además, funciona como una instalación, explicó su comisario, Alejandro Gorafe. «El espectador entra a la sala y a través de los balcones ve el patio de butacas de un teatro en lugar de la calle Federico García Lorca, y, en vez de las ventanas que dan al patio, una imagen de una romería del Cristo del Paño, en la que se inspiró Federico para la obra», recordó el artista. En el centro de la sala está representado Macho, otro personaje de la obra, como un fauno. La muestra también rinde homenaje al pintor José Guerrero, que colaboró en el montaje de Espert y realizó un telón con una de las versiones de 'La brecha de Víznar' para el 50º aniversario del estreno en el Teatro Español.
La tradicional limonada con yerbabuena cerró el acto.
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