Cultura tumba la conversión en hotel de la antigua sede de la Junta en Gran Vía
El Ayuntamiento inició en marzo pasado los trámites para el cambio de uso con el fin de desbloquear un inmueble que lleva más de una década cerrado
La comisión provincial de Cultura de la Junta de Andalucía ha informado negativamente el estudio de ordenación presentado por el Ayuntamiento de Granada para el ... cambio de uso de la antigua sede autonómica en la Gran Vía. El dictamen impide por ahora la conversión del inmueble, que lleva más de una década cerrado, en un establecimiento hotelero, tal y como es la pretensión de sus titulares.
La iniciativa se dio a conocer a finales de marzo, cuando el equipo de gobierno informó del inicio de los trámites para el cambio de uso del edificio, que se ubica en el número 34 de la histórica arteria de la ciudad. El inmueble se levanta en una parcela con una superficie de 655 metros cuadrados en los que se han construido, en diferentes plantes, unos 3.018 metros cuadrados.
Aunque ahora se encuentra cerrado, el bloque albergó hace décadas una delegación de la Junta de Andalucía que, con la puesta en carga de otras sedes, fue trasladada. Aunque las instalaciones ya no albergaban oficinas públicas, mantuvo ese carácter en el planeamiento urbanístico, lo que lleva tiempo impidiendo que se promuevan otros fines allí.
Hotel u oficinas
A comienzos de 2025, como recoge la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, el consistorio recibió la propuesta para modificar el registro del edificio con el objetivo de que fuera empleado como hotel u oficinas. Fue en marzo cuando Urbanismo arrancó el proceso, que es similar al seguido en la antigua sede del catastro de la calle Mesones, otro de esos inmuebles bloqueados desde hace tiempo.
Como detalló públicamente el edil de Urbanismo, Enrique Catalina, al anunciar la aprobación del expediente de innovación necesario, lo que se pretendía era ampliar el uso del inmueble a residencial singular, una opción que abriría las puertas a las opciones que valoran sus propietarios.
Para ello, la modificación iba a implicar un incremento de los aprovechamientos urbanísticos del edificio ya que el coeficiente de uso aplicable a una dotación privada es 0,67, mientras que el correspondiente al uso residencial singular es 1. La consecuencia de esto era la obligación del promotor de ceder un 10% del mismo, aunque al no ser posible materializarlo en forma de suelo dentro del área afectada cabía la posibilidad de que la ciudad fuera compensada económicamente. Catalina, que descartó cualquier incremento de edificabilidad, de población o del nivel dotacional, detalló ya en marzo que las cantidades aún debían ser valoradas.
«Subsanación menor»
La decisión adoptada ahora por Cultura devuelve la pelota al tejado del Ayuntamiento, que puede realizar modificaciones para que el proceso pueda recibir luz verde. Fuentes municipales han señalado a este periódico que el obstáculo al informe favorable «es debido a una subsanación menor que hay que acometer en el edificio». Lo sustancial, que es el cambio del edificio a uso hotelero, «ha sido resuelto de manera positiva». El obstáculo al informe favorable es debido a una solicitud de ampliación de información para confirmar que algún elemento menor, como una pequeña cubierta, no formase parte de la estructura original del edificio.
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