Una cuenta anónima señala a artistas de Granada por supuestas agresiones sexuales

Al igual que ocurrió con el político madrileño, una denuncia anónima en una red social ha señalado a artistas locales por haber cometido supuestas agresiones sexuales. No ha trascendido si alguna de las presuntas perjudicadas ha acudido a la justicia o a las fuerzas de seguridad, pero parece que no.

A diferencia de lo que sucedió con Errejón, el asunto no ha 'emergido' aún con nombres y apellidos. Pero ahí está y se ha convertido en la comidilla de Granada y su repercusión ha crecido aceleradamente. En apenas unas horas, ha sumado 5.000 seguidores y ha reunido medio centenar de testimonios de mujeres jóvenes que aseguran haber sufrido abusos o agresiones por parte de los denunciados, a los que solo se menciona de forma indirecta. No obstante, las revelaciones de las afectadas están salpicadas de pistas para identificar a los presuntos autores de los hechos.

Algunas de las presuntas víctimas dan a entender que los señalados llegaron incluso a suministrarles drogas para someterlas a su antojo, una práctica conocida como sumisión química. «Hace mucho tiempo de esto y no lo recuerdo con pelos y señales, pero estábamos de 'after' –fiestas que comienzan al amanecer– en un bar y se fijó en mi amiga. La invitó a varias copas y mi amiga ahí comenzó a comportarse extraño (sic), más desubicada que borracha. Yo siempre pensé que le echó algo en la copa. Lo siguiente que recuerdo es ver cómo él la seguía cuando iba al baño. Me metí en medio y le dije a él que se fuera, y recuerdo que se puso algo agresivo, pero gracias a Dios la cosa no fue a más», detalla una de las personas que ha aportado su experiencia a la cuenta.

El patrón se repite en los demás testimonios:noche, alcohol... y encerronas. «Siguió el 'modus operandi' que he visto que ha seguido con otras: me invitó a un supuesto 'after' en una casa en la que habría un montón de peña. Luego resultó no ser nada de eso, sino una encerrona para acostarse conmigo. Yo me quise marchar y él me dijo que no le podía haber calentado tanto y luego dejarle. Me sentí bastante intimidada y coaccionada. Quiso hacerlo sin condón y ahí ya fue cuando me negué. Me agarró de los brazos como para forzarme y ahí fue cuando le solté un rodillazo en los testículos. Se quedó como en cuclillas por el dolor y aproveché para pirarme de la casa, mientras oía sus amenazas e insultos. '¡Deja que te pille!; 'Tú no sabes con quién está tratando'», relata otra joven que cuando ocurrió el incidente tenía solo 17 años.

El perfil de internet ha recibido ya medio centenar de declaraciones de este tipo que apuntan siempre en la misma dirección.