Cuatro veces más puntos de carga para coches eléctricos que antes de la pandemia
Los usuarios consideran que la mejora en las infraestructuras de carga es el principal desafío para los próximos años
El mercado del coche eléctrico en la provincia continúa ampliándose y es una opción cada vez más habitual. Las matriculaciones de vehículos que no usan ... combustibles fósiles se han duplicado en solo dos años. Una situación que ahora, además, se ve espoleada por la crisis de los precios de la gasolina. Como proposición puramente económica, los propietarios de estos coches afirman que sigue siendo rentable incluso a pesar del precio actual de la electricidad. El principal desafío sigue siendo la mejora de las infraestructuras de carga, sobre todo para quienes quieran usar el vehículo para viajar más allá del entorno urbano; por ejemplo, solo dos ayuntamientos de la provincia cuentan con un punto de carga municipal propio. Un panorama que pueden ayudar a solucionar las inversiones apoyadas en el dinero de los fondos europeos de recuperación y otras subvenciones estatales.
Uno de estos inversores es el granadino Juan Andrés García, de 56 años, y que conduce coches eléctricos prácticamente desde hace una década. Ya llevaba tiempo formando parte de grupos de mensajería «en los que nos quejábamos de la falta de infraestructura y la poca implicación de las empresas del sector eléctrico, que no estaban haciendo lo mismo que en otros países europeos». Y se pusieron manos a la obra. Conformaron en 2020 una cooperativa (ESM), que cuenta ahora con «unos 120 socios», con el objetivo de comenzar ellos mismos a construir y poner en marcha puntos de recarga para coches eléctrico. Aunque la pandemia lo paró todo durante muchos meses, ahora plantean recuperar su actividad. Ya han montado varios elementos de este tipo por toda España, y se preparan para hacer lo propio en los próximos meses con los dos primeros puntos en la provincia de Granada. El primero de ellos, en el nudo entre Albolote y Atarfe, «la encrucijada más importante entre la N-4 y la A-92», explica García, y otro en Cúllar para cubrir a quienes se desplazan hacia Murcia. «Además, serán los dos primeros de carga rápida», detalla. Esta es la principal demanda que los usuarios de coches eléctricos piden para lograr una mayor implantación, porque las dificultades a la hora de plantear viajes de larga distancia siguen siendo uno de los puntos que hacen dudar a potenciales compradores. Con una red amplia de carga rápida, para la que es necesaria una potencia de al menos 100 kilovatios por hora, según las fuentes consultadas, muchos de estos problemas desaparecerían. Pero hay mucho camino que hacer. Los puntos de carga que cumplen estos requisitos en la provincia de Granada se pueden contar con los dedos de una mano.
Cuatro veces más
«La explosión de instalación de puntos de carga, si es que se le puede llamar así, ha ocurrido en los dos últimos años», explica en conversación con este periódico Ismael Casado, granadino de 41 años residente en La Chana y una de las pocas personas en la provincia que pone su estación a disposición de quien lo necesite, porque, como explica Juan Andrés García, «cuando hay poca infraestructura, aparece la solidaridad».
Los datos certifican el incremento. Aunque no hay un registro público actualizado, las cifras de las diferentes plataformas dedicadas al sector indican que hoy hay en la provincia cuatro veces más puntos de recarga que antes de la pandemia. Entonces apenas eran 35 en todo el territorio, mientras que a mediados de marzo la cifra se elevaba hasta los 146, entre los efectivamente construidos y los proyectados para fechas próximas, de los que 61, cuatro de cada diez, se sitúan en la capital. Los enchufes son 278. Las fuentes consultadas esperan que la cifra crezca con fuerza en los próximos dos años por el influjo de dinero europeo y nacional, y creen que en ese plazo de tiempo la infraestructura puede estar «perfectamente preparada» para soportar un cambio de modelo a nivel masivo.
Ismael Casado, propietario de vehículo eléctrico desde hace cuatro años, enumera además otra serie de problemas relacionados, como que los cargadores no funcionen o estén 'en mantenimiento', que los puestos para coches que usen combustible no fósil estén ocupados por motores de combustión o que haya que llevar siempre varias aplicaciones distintas compatibles con los diferentes puntos de carga;«llevo una carpeta entera en el móvil de aplicaciones solo para cargar el coche», explica. Las fuentes consultadas indican, además, que consideran que las grandes operadoras eléctricas no están apostando «de verdad» por el cambio de sistema, y simplemente «ocupan los sitios a la espera de lo que pase», como explica García. Lo secunda Casado:«A veces parece que lo boicotean, pero en realidad no hacen más que prolongar su agonía», expone.
Los propietarios de coches eléctricos se quejan además porque entienden que la de la provincia granadina es una de las peores situaciones, incluso dentro del entorno andaluz, tanto por la falta de puntos funcionales como por la ausencia casi total de estaciones de carga rápida. Tampoco hay demasiado soporte institucional que favorezca el cambio. Solo un puñado de ayuntamientos, entre ellos los de La Zubia y Güéjar Sierra, han puesto puntos de carga públicos en los últimos años. También hay en el entorno de los de Bubión, Láchar y Alhama de Granada.
El concejal de Medio Ambiente de La Zubia, FranciscoCámara, considera la idea un éxito en su pueblo y explica a IDEALque van a ampliar el punto para que tenga seis cargadores por el aumento de la demanda y que el que hay «se ha quedado un poco obsoleto». Unos 50 vecinos lo usan de manera habitual, coordinados a través de un grupo de WhatsApp, y también acuden personas de otros puntos de Granada. Ahora espera que el ejemplo cunda. Otros ayuntamientos ya les han preguntado.
Uno de cada tres coches vendidos en 2021 no usa solo combustibles fósiles
Las cifras oficiales de matriculación de coches muestran a las claras que las opciones que no dependen de combustibles fósiles son cada vez más habituales. Las cifras se han disparado desde el inicio de la pandemia, un hecho al que también contribuyen los planes de transición ecológica, las ayudas gubernamentales y europeas, la crisis de los microchips y los suministros y el aumento del precio de la gasolina.
De acuerdo con Anfac, la patronal de los fabricantes y los concesionarios, en la provincia granadina se matricularon un total de 3.019 vehículos híbridos, eléctricos o de gas a lo largo de 2021. La cifra supone un incremento de 59 puntos porcentuales sobre la de 2020, y el doble de los 1.534 del último año antes de la irrupción de la pandemia.
De esta manera, algo más de uno de cada tres coches matriculados durante 2021 en la provincia granadina no usaba, al menos de manera exclusiva, combustibles fósiles. En concreto, el porcentaje se queda en el 35,8% del conjunto. Una cota que ha escalado de manera espectacular en los últimos años. Si en 2018, por ejemplo, apenas el 8% de los vehículos vendidos correspondían a este grupo, la cifra se ha multiplicado por más de cuatro en este período.
La opción más popular hasta el momento entre los conductores de Granada, de acuerdo siempre con la información que publica Anfac, sigue siendo el vehículo híbrido, que permite contrarrestar algunos de los problemas más acusados del coche puramente eléctrico, en especial en lo que se refiere a los desplazamientos de larga distancia. De los 3.019 vehículos 'alternativos' matriculados en la provincia, hasta 2.224, casi tres de cada cuatro (el 73,7%), eran de este tipo, mientras 567 fueron solamente eléctricos (18,8%) y los 228 restantes usaban el gas como combustible. El mayor incremento en 2021 con respecto a los datos del año previo lo vivieron precisamente los de este último tipo, que se duplicaron, mientras entre los eléctricos la subida es del 80% y los híbridos se quedan en el 51,3%.
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